Las cumbres de Euskadi
El tercer y final volumen (Las cenizas del hierro) de esta serie monumental, cumbre de la narrativa vasca de todos los tiempos, aparece cuando se han propiciado en su propio pa¨ªs algunas aperturas de inter¨¦s, y me refiero al hecho de haber sido concedido oficialmente el pasado mes de octubre el Premio Euskadi de Literatura al primer volumen de la serie, La tierra convulsa, aunque matizando bien que se ha tratado de "literatura en castellano". ?En qu¨¦ quedamos, es literatura vasca o literatura espa?ola? ?Tendremos que empezar a matizar otra vez entre qu¨¦ es "literatura vasca", la escrita tan s¨®lo en vasco, o la escrita en la lengua que utiliza la mayor¨ªa de los vascos?
Creo indudablemente que esta gran trilog¨ªa, escrita en castellano -como toda su obra-, Verdes valles, colinas rojas, es una gran novela vasca que honra toda la historia de la literatura vasca y castellana en general, nacida desde el interior del pa¨ªs, de su propio contexto e historia particular y general, donde un hombre vasco, surgido del mar y de la madera (nacido en Bilbao en 1923 y ex marino), ha escrito desde un punto de vista vasco con m¨¢s de ochenta a?os. Este tercer volumen de la serie asombra tanto por su sostenida calidad como por la habilidad con que se mantiene en sus cierres sucesivos, como hasta culminar la novela con su propio origen, que revela el de uno de sus personajes fundamentales, innominado hasta entonces, pues a trav¨¦s de toda la saga se le conoce con el nombre de "Ella", o el "Mal" (seg¨²n su testigo final, Manuel Goenaga, el maestro del "cojito" Asier Altube, que al final muere de muerte natural, el c¨¢ncer que corroe a Euskadi -ETA-), la introducci¨®n del elemento for¨¢neo (lo "maketo") en la realidad vasca, que representa el mundo de la madera frente al del hierro, que se traiciona a s¨ª mismo, convirti¨¦ndose en cenizas. ?Puede el hierro desaparecer en cenizas, si es el fuego quien lo convierte en su ser, verdadero instrumento en manos del hombre? En la mitolog¨ªa recreada por Ramiro Pinilla -hombre del mar y la madera, ex marino y constructor de su propia casa-, el pueblo vasco surge del mar y desembarc¨® seg¨²n sus propios mitos en la costa, fundando 48 caser¨ªos originales -como el n¨²mero cient¨ªfico de los genes humanos- al lado de un perdido roble originario sede de las reuniones de sus pobladores tanto para gobernarse a s¨ª mismo como para defender sus libertades originales. En la zona de su Getxo de elecci¨®n, Ramiro Pinilla ha seleccionado el escenario de 12 de esos caser¨ªos, donde ha situado la acci¨®n de unos cuarenta personajes principales (en realidad son varios centenares), donde ha bordado toda una serie de acciones que representan m¨¢s de un siglo de la historia reciente de Euskadi, enclavada dentro de la de Espa?a, en la que juegan un papel fundamental. Pues si acaso, lo que m¨¢s demuestra esta epopeya nacional y m¨ªtica es que el tan predicado aislamiento del Pa¨ªs Vasco s¨®lo se entiende por su interrelaci¨®n esencial con el resto del mundo (Espa?a y hasta Am¨¦rica -las "llamas", Anaconda-), quiz¨¢ ¨¦sta sea su explicaci¨®n fundamental.
VERDES VALLES / COLINAS ROJAS 3 / LAS CENIZAS DEL HIERRO
Ramiro Pinilla
Tusquets. Barcelona, 2005
648 p¨¢ginas. 25 euros
Este tercer volumen empieza
con el bombardeo de Guernica y la desaparici¨®n definitiva del ¨¢rbol fundamental -el perdido de antemano roble originario de los vascos- ya al final de la Guerra Civil con la que Franco sojuzg¨® Euskadi al parecer para siempre. Pues en el siguiente cap¨ªtulo se describe la traici¨®n de los "hombres del hierro" (los "chatarreros") hacia la Rep¨²blica, con lo que al ponerse al servicio de Franco culminan a la vez su triunfo y su autodestrucci¨®n final, la conversi¨®n en cenizas del hierro en el que se bas¨® su imperio final, la conversi¨®n en nada de las razones de su triunfo. Y nada mejor que la desaparici¨®n del imperio de la gran industria minera y f¨¦rrea de la r¨ªa de Bilbao para simbolizar esta hecatombe final, reconvertida en museos, recuerdos y otras banalidades. El triunfo de los "hombres de la madera" sobre los "hombres del hierro" -los "verdes valles" frente a las "colinas rojas"- tampoco ser¨¢ definitivo ya que la aparici¨®n de ETA no resolver¨¢ sino que agravar¨¢ las convulsiones de la tierra descritas al principio y que simboliza los problemas permanentes de una sociedad aislada, ¨¢grafa, sin m¨¢s cultura que sus mitos y que rechaza toda suerte de intervenciones extranjeras o exteriores, lo "maketo". Quiz¨¢ la revelaci¨®n del origen de "Ella" (el "Mal") como una esclava de origen sure?o, que edifica su imperio a partir del "Mostrador", un enorme bloque de madera indestructible, ca¨ªdo del cielo (el mar), en torno al cual se originan las virtudes y los defectos del pueblo vasco -las tascas, los deportes, las apuestas, la violencia, el trabajo tenaz y el esp¨ªritu de la independencia feroz y la impenetrabilidad, la gula y el poder genesiaco basado en la mujer-, fundan los caracteres de la comunidad. El bastardo ileg¨ªtimo nacido de "Ella" y el l¨ªder de los "chatarreros" Camilo Bascardo ser¨¢ la base de una lucha sin cuartel, que terminar¨¢ con la disoluci¨®n de todo, las ruinas finales de las dos estirpes, que desembocar¨¢n en las cenizas del hierro y la violencia de ETA.
Pero este tercer volumen ir¨¢ describiendo, con minuciosidad realista y mitol¨®gica, alternando los cap¨ªtulos seg¨²n los testimonios de cada estirpe -donde la confusi¨®n entre la personalidad de los dos hermanos Bascardos leg¨ªtimos complica bastante la lectura- y describiendo muy detenidamente la resistencia contra el r¨¦gimen de Franco en un crecimiento denso y total donde se mezclan todos, anarquistas, socialistas, nacionalistas, en una totalidad que desembocar¨¢ en la aparici¨®n de ETA, c¨¢ncer que todo se lo tragar¨¢. El "Mal" no reside en "Ella" sino en la Iglesia cat¨®lica, verdadero caldo de cultivo donde se disuelve entero el Pa¨ªs Vasco. En resumen, esta trilog¨ªa defiende los mitos, las leyendas, el paganismo originario frente el poder omn¨ªmodo de la Iglesia en el Pa¨ªs Vasco, es un canto al laicismo de la mejor ley. Pues es la Iglesia cat¨®lica la que manipula las leyendas originarias para apoderarse de ellas con lo que el verdadero "mal" se identifica con el real. En resumidas cuentas, he aqu¨ª un canto a las ra¨ªces, encarnizado y feroz (y laico) de un Pa¨ªs Vasco de una potencia real, ¨¦pica y mitol¨®gica incuestionable.
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