Alianza de Civilizaciones: una v¨ªa de doble direcci¨®n
La iniciativa de la Alianza de Civilizaciones es un proyecto muy oportuno desde muchos puntos de vista. Sobre todo en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas aproximadamente, el discurso de las civilizaciones se ha situado en el centro del debate contempor¨¢neo, que ha sido en parte cognitivo, en parte emocional, en parte ideol¨®gico y mayoritariamente preceptivo y, por consiguiente, normativo. Tras el debate moderno se mantiene la idea del choque de civilizaciones, que muchos cient¨ªficos, analistas, pol¨ªticos y dem¨¢s han tachado de "cuento grandioso", pero que tambi¨¦n se ha usado por diversas razones. Proporcionaba una base f¨²til para explicar muchos acontecimientos mundiales importantes y a veces muy peligrosos. Se convirti¨® en pretexto para cubrir muchas cosas, en especial las causas fundamentales del terrorismo y el contraterrorismo continuados. Confundi¨® el pensamiento de la gente de la calle, en especial al poner en un segundo plano nuestro preciado elemento com¨²n, que es la humanidad, y trasladar al primer plano la diversidad sin decirnos c¨®mo manejarla dentro de un marco capacitador. La iniciativa de la alianza cree que la humanidad es suficiente elemento com¨²n. En lo que a las diferencias reales y arbitrariamente inventadas se refiere, hace falta iniciar un amplio y profundo debate internacional. Sabemos poco sobre nuestras diferencias. "La ignorancia engendra ignorancia". De hecho, m¨¢s ignorancia. Para entender e interpretar el conocimiento alcanzado tenemos que usar nuestra capacidad cr¨ªtica constructiva. A la hora de organizar el conocimiento y entablar un encuentro dialogante, las necesarias preocupaciones ¨¦ticas deben acompa?arnos en cuanto seres humanos responsables.
La iniciativa de la Alianza debe basarse en la acci¨®n; tiene que ir m¨¢s all¨¢ del di¨¢logo entre civilizaciones, que fue uno de los proyectos importantes de la ONU. La iniciativa de la Alianza deber¨ªa subirse a hombros de todos los proyectos internacionales anteriores y de otros tipos de estudio e investigaci¨®n para mirar m¨¢s lejos, ver m¨¢s e intentar crear una fusi¨®n de horizontes, que es uno de los objetivos cardinales del proyecto de Alianza. Como dice Rodr¨ªguez Zapatero, presidente espa?ol y uno de los iniciadores del proyecto, la nueva iniciativa es un "modelo de doble direcci¨®n". Dicho modelo parte de la base de que hoy todas las culturas y civilizaciones tienen problemas. Cada civilizaci¨®n tiene sus propios extremistas, fundamentalistas y defensores ac¨¦rrimos. Ninguna cultura tiene derecho a reivindicar el monopolio de valores compartidos.
La experiencia de transici¨®n democr¨¢tica turca tiene casi dos siglos. Hace mucho tiempo, el pa¨ªs demostr¨® que el Gobierno democr¨¢tico, basado en los valores pol¨ªticos compartidos, es perfectamente compatible con los principales valores que ense?a el islam. Turqu¨ªa atribuye gran importancia al proceso de ampliaci¨®n de la UE y apoya sin reservas su pol¨ªtica de multiculturalismo. Europa intenta firmemente integrar el orden de los valores en el orden del poder, a pesar de las m¨²ltiples dificultades que ata?en a ciertas cuestiones de seguridad. La seguridad es imprescindible, pero esperamos tomar las medidas de seguridad necesarias no a pesar del Gobierno democr¨¢tico, sino con esp¨ªritu democr¨¢tico. La iniciativa de la Alianza es un proyecto mundial y, por consiguiente, necesita el respaldo del mundo para alcanzar el objetivo establecido. Pero necesita m¨¢s apoyo de la Uni¨®n Europea.
Mucho de lo que he dicho sobre Turqu¨ªa se puede decir, en su debido contexto, de la propia Espa?a. Por consiguiente, no es una mera coincidencia que los dos pa¨ªses tomaran la iniciativa de lanzar el proyecto de la Alianza de Civilizaciones.
Traducci¨®n de News Clips.
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