Le¨®n Arsenal narra la expedici¨®n de Ner¨®n a las fuentes del Nilo
"Una aventura tan disparatada ped¨ªa una novela", dice el autor
Legionarios romanos contra can¨ªbales en los grandes pantanos de ?frica. Si el italiano Valerio Manfredi llevaba a un pu?ado de soldados de Roma a China en El imperio de los dragones, ahora un espa?ol, Le¨®n Arsenal, conduce en La boca del Nilo (Edhasa) a legionarios, pretorianos y auxiliares a otro conf¨ªn del imperio: las tierras ignotas de los negros al sur de Meroe. Como Manfredi, Arsenal se basa en un hecho real: la expedici¨®n enviada por Ner¨®n hacia el a?o 60 para buscar las fuentes del Nilo.
Hay muy poca informaci¨®n sobre ese descabellado proyecto de Ner¨®n de resolver un enigma geogr¨¢fico que hubo de esperar hasta Speke y 1862 para su resoluci¨®n: apenas unas l¨ªneas de Plinio el Viejo y otras de S¨¦neca en las que se refiere a dos centuriones enviados por el emperador. Arsenal (Madrid, 1960) se inventa toda una expedici¨®n de un millar de soldados compuesta por dos centurias de pretorianos, dos de legionarios de las cohortes acantonadas en la frontera nubia, m¨¢s contingentes de auxiliares, mercenarios libios, arqueros sirios y un centenar de jinetes hispanos. A ellos se suman una caravana de mercaderes griegos alejandrinos ansiosos de comerciar con el rico sur y una escultural emisaria de los reyes de Meroe y sacerdotisa de Isis que viaja con su s¨¦quito y montada en un elefante. Como dice Arsenal, "?por qu¨¦ privarte de nada si en la novela hist¨®rica, a diferencia del cine, no tienes que convencer a ning¨²n productor?".
El contingente, bajo el doble mando de Tito Fabio Tito y Claudio Emiliano, parte de Syene (Asu¨¢n) y avanza cada vez m¨¢s hacia el sur, remontando el Nilo y enfrent¨¢ndose a enemigos, a la traici¨®n, al calor, a los elementos, a los hipop¨®tamos y a lo que se ponga por delante. El novelista los hace llegar hasta los infinitos pantanos del Sudd, en el Sud¨¢n, cerca de Uganda.
"No s¨¦ en realidad si encontraron las fuentes del Nilo, pero me gusta creer que s¨ª. Se lo merec¨ªan". Arsenal se consagra en la novela hist¨®rica con su entrada en Edhasa tras haber demostrado que es uno de los grandes del g¨¦nero fant¨¢stico al ganar el Premio Minotauro en 2004 con M¨¢scaras de matar. "Yo creo que un escritor no debe encasillarse", afirma. "Hay que variar de temas, estilos y g¨¦neros". En todo caso, para ¨¦l la antig¨¹edad posee una dimensi¨®n extraordinariamente fascinante y "la novela hist¨®rica no debe olvidar el sentido de lo maravilloso".
El novelista encontr¨® las referencias cl¨¢sicas a la expedici¨®n y se puso a investigar, y a inventar. "Me pareci¨® una aventura tan disparatada, quijotesca y llena de inc¨®gnitas que ped¨ªa a gritos una novela. En el libro he tratado de ofrecer, adem¨¢s de una historia emocionante, una explicaci¨®n a aquella empresa".
El elemento fant¨¢stico est¨¢ presente discretamente en la narraci¨®n. Hay un pre¨¢mbulo con unas gladiadoras que remite a M¨¢scaras de matar, y los pretorianos portan un estandarte con la imagen del emperador que de alguna manera es Ner¨®n.
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