Corruptos
Usted sabe qui¨¦nes son, probablemente. Y yo tambi¨¦n. Y casi todos lo sospechamos. Convicci¨®n general. Pero silencio, claro, silencio. Ning¨²n listado, ning¨²n recuento, ninguna biograf¨ªa. No vaya a ser que vengan esos bufetes de sabuesos a por uno. Intimidadores y bald¨ªos. Mas volvamos al grano, no olvidemos lo que importa: que conocemos cargos, nombres y apellidos. De determinados cacos. Bueno, cacos no exactamente, no seamos tan rotundos, que luego se indignan y todo. Que no se rasguen las vestiduras. Comisionistas ilegales es m¨¢s digerible. O incluso ni eso: receptores de mucho dinero que llega, en especie o en met¨¢lico, disfrazado de suerte. Porque es gente afortunada. Y me acuerdo ahora de aquel dirigente franquista que sonre¨ªa tanto. Se dec¨ªa que era socio de otro gran demagogo del r¨¦gimen y que los dos ten¨ªan a un empresario catal¨¢n (?criptonacionalista?) como tapadera de sus patrimonios. Porque la suerte les favorec¨ªa. ?Siempre acertaban cuando invert¨ªan! Lo hac¨ªan justo unos meses antes de que se recalificaran terrenos. Para que las casas pudieran subir m¨¢s alto. Hacia el cielo, hacia la luna, hacia Dios Nuestro Se?or. Porque aquellos usurpadores sol¨ªan ser beatos. O lo simulaban.
Estos ilustres descuideros de la zona acaso no sean tan piadosos, pero da lo mismo. Y se dedican a lo que se dedican, en buena medida, para robar. Pero claro, robar seg¨²n el c¨®digo penal exige una serie de requisitos que ellos no cumplen en sus fechor¨ªas de guante blanco. Ellos no incurrieron en escalamiento, no fueron de noche a asaltar viviendas, no hicieron fuerza en las cosas. Ellos se lucran ileg¨ªtimamente de otra manera: reciben favores, algo que parece tan inocuo, tan de la ley, tan civil, tan natural, tan municipal, tan provincial. Ellos y otros, que no sabemos, pero que hacen lo mismo. Ellos y los otros, que se han hecho millonarios de ese modo que usted sabe. Y que luego, ellos, van de grandes hombres que han trabajado tanto por el pueblo, por la tierra, por la gente. Por su cara... les conocer¨¦is (conoc¨¦is).
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