Duelo en el Ateneo
No cab¨ªa un alfiler la tarde del lunes en el Ateneo de Sevilla. Una instituci¨®n que, por cierto, va recuperando su noble condici¨®n de lugar de encuentro para todos, y entre todos. La misma filosof¨ªa que los dos contendientes de la jornada, Miguel Roca y Alfonso Guerra, se esforzaron por transmitir. Tambi¨¦n Borbolla, que administraba el duelo, expres¨® su esperanza de que, entre tanta tensi¨®n, "proclamas, sermones y pregones" como vive el pa¨ªs, se pueda "proponer algo de compromiso y de transacci¨®n". (Es curioso c¨®mo el tiempo envuelve en melancol¨ªa a los viejos rivales, ahora me refiero a Guerra y a Borbolla).
El primero en desenfundar fue Roca: "A m¨ª que nadie me confunda con la ETA". Silencio. Los que andan urdiendo esta patra?a no estaban por all¨ª, o no se dieron por aludidos. Luego apunt¨® a Guerra, record¨¢ndole que ¨¦l tambi¨¦n hab¨ªa usado alguna vez lo de "naci¨®n de naciones", aunque la paternidad sea de otro socialista, Anselmo Carretero, dicen que mentor del actual presidente del Gobierno. Guerra se lo trag¨®. Pero en su turno apunt¨® m¨¢s alto: "?Por qu¨¦ una ¨¦lite ha puesto siempre en causa el concepto de naci¨®n? No la gente. A veces los pol¨ªticos son los que crean el problema". En una cuesti¨®n que se lleva debatiendo quinientos a?os "alg¨²n problemilla hay", contraatac¨® el catal¨¢n, con sorna socarrona. Y a?adi¨®, del modo m¨¢s natural: "Nosotros nos sentimos naci¨®n". Alarma en el p¨²blico. Para matizar enseguida: "Pero ninguna comunidad tiene m¨¢s derechos que otra". Satisfacci¨®n moderada. El otrora l¨¢tigo del PSOE acept¨® el reto y entr¨® a fondo en una lectura hist¨®rica, bien tramada, para sentar la mayor: "No hay legitimidad alguna antes de la Constituci¨®n". El respetable respira. Tampoco "hubo guerra de los espa?oles contra los catalanes. Como si en Catalu?a no hubiera habido alcaldes franquistas". Cabeceos de aquiescencia. Y acab¨® bautizando a su propia teor¨ªa como de "la utop¨ªa retrospectiva", esa que hace a los nacionalistas creer en un pa¨ªs -Catalu?a o Euskadi- que nunca existi¨®.
Pero no lleg¨® la sangre al r¨ªo. Por el contrario, la mayor parte del tiempo estuvieron acordes y haci¨¦ndose gui?os de solera: "Con un poco de cordura, este se?or y yo lo arreglamos" (Roca). M¨¢s en serio: "Se hizo la transici¨®n que fue posible y se hizo bien. Si en el 77 hacemos el proceso pol¨ªtico al franquismo, la democracia se retrasa 20 a?os" (Guerra). Y llamadas conjuntas a la concordia, al pacto. "Democracia es pacto. Modernidad y progreso es pacto" (Roca). Los verdaderos problemas del pa¨ªs son otros: formaci¨®n, atraso cient¨ªfico, inmigraci¨®n...
El meollo, para otro d¨ªa. "?Una naci¨®n? No me interesa discutirlo" (Guerra). "Si se quiere, debe encontrarse una f¨®rmula" (Roca). Decepci¨®n moderada, en general. M¨¢s satisfechos los guerristas, que acudieron como un solo hombre (San Juan, Del Valle, Del Pino, Moreno, Garrido...), la sonrisa de oreja a oreja. En un momento dado, recibieron del maestro recompensa: "Si el l¨ªder de la derecha hubiera sido Boyer o Solchaga..." Implacable alusi¨®n a los dos ministros de Hacienda de Felipe Gonz¨¢lez. Genio y figura...
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