El infierno
El infierno es el rechazo definitivo a Dios, la ¨²ltima consecuencia del pecado mismo, que se vuelve contra quien lo ha cometido. As¨ª lo certifican canonistas y catequistas. A diferencia del limbo, cuyo concepto est¨¢ ahora siendo revisado por una comisi¨®n teol¨®gica acaso para ser disuelto por obsoleto, el ¨¢mbito del infierno no admite reconsideraciones. La representaci¨®n que el libro del Apocalipsis hac¨ªa de ese pozo ciego metaf¨ªsico, con un lago de llamas en el que se achicharraban eternamente aquellos que se hab¨ªan apartado de Dios, ha sido matizada a lo largo de los siglos, pero su n¨²cleo contin¨²a en vigor con toda su ferocidad. Es, de alg¨²n modo, la garant¨ªa de la religi¨®n: la amenaza extrema como argumento de persuasi¨®n. El infierno ya no es un lugar, sino una situaci¨®n de vaciedad y desaz¨®n, en cualquier caso eterna. Una tortura intelectual concebida a medida para cerebros complejos e inexpugnables a la idea de Dios. Una venganza vaticana contra los anticlericales despiertos. Debi¨® de ser esa amenaza enquistada en el cerebro lo que tanto inquiet¨® a un hombre con la infancia traumatizada en los pupitres y los confesionarios de los salesianos como el profesor Manuel Lloris, que muri¨® consumido por su propia conciencia y tem¨ªa que ¨¦sta continuara abras¨¢ndole m¨¢s all¨¢ de la muerte. Sab¨ªa que estaba destinado al infierno, por eso en su entierro no hab¨ªa curas sino ajedrecistas. El ajedrez es un ejercicio de razonamiento en el que la inteligencia se impone al dogma y ayuda a evadirse de la prisi¨®n de la conciencia. Sin embargo, al final del jaque mate siempre reaparec¨ªa la sombra del infierno. Lloris tumb¨® en una partida a John Lennon en el club de ajedrez de Nueva York, en Washington Square, y ¨¦ste fue asesinado muy poco despu¨¦s. Y all¨ª mismo conoci¨® a un g¨¢ngster jud¨ªo, Charly, que le tom¨® afecto porque le gan¨® una partida a un polaco racista. El pistolero le propuso que fuera su profesor particular en Florida por un cheque en blanco cuyo l¨ªmite eran cinco millones de d¨®lares, pero Charly fue hallado en el r¨ªo Hudson con la yugular abierta despu¨¦s de ir a hacer el que ten¨ªa que ser su ¨²ltimo trabajo. Dios, como hab¨ªa cantado Lennon, era un concepto usado para entender la medida del dolor.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.