Antenas de m¨®viles

El poder ejecutivo mira hacia otro lado, est¨¢ ausente, ignorando la Declaraci¨®n de Alcal¨¢ de Henares, la Declaraci¨®n de Friburgo... y, llegado el caso, interpreta los reglamentos y ordenanzas a medida de las necesidades de Vodafone, Amena y Movistar.

El poder legislativo aprueba normativas que, lejos de regular sobre la base del principio de precauci¨®n, soslayan los preocupantes resultados confirmando que la contaminaci¨®n electromagn¨¦tica de las antenas UMTS es perjudicial para la salud de las personas cuyos domicilios pr¨®ximos a los emplazamientos est¨¢n sometidos a las radiaciones de esas instalaciones d¨ªa tras d¨ªa, dejando indefensos a sus moradores.

El poder judicial se ha atrevido a afirmar que la contaminaci¨®n electromagn¨¦tica de las antenas UMTS es inocua. No es una errata, sino que ha elegido la palabra m¨¢s conveniente a los intereses empresariales.

No acierto a adivinar qu¨¦ oscuras razones explican el comportamiento sesgado de los poderes p¨²blicos, pero es evidente que hasta el momento favorecen a las operadoras de telefon¨ªa m¨®vil y ha de llegar el d¨ªa que asuman sus responsabilidades, enfrenten el problema y aclaren si las antenas de telefon¨ªa m¨®vil son inocuas, o inicuas, para la poblaci¨®n que est¨¦ expuesta de forma permanente a sus radiaciones.

Vuelve a estar de actualidad la asignatura pendiente de la financiaci¨®n de los partidos pol¨ªticos; condonaci¨®n de deudas, donaciones an¨®nimas... no contribuyen a actuar con libertad y de acuerdo con principios ¨¦ticos.

Nuestros representantes pol¨ªticos tienen que reflexionar y evitar que sus actuaciones conviertan la Constituci¨®n en papel mojado, teniendo presente que si la Administraci¨®n comete una injusticia con una sola persona, se convierte en una amenaza a toda la sociedad..