El lobo y el hombre
El lobo resurge en el Pirineo catal¨¢n y esta noticia, feliz porque se trataba de una especie en extinci¨®n, tiene m¨²ltiples flancos; el m¨¢s obvio es aquel que toca de cerca a los esquiadores solitarios de esta temporada, a esos que van haciendo camino en pendientes de nieve virgen y que en un descuido pueden toparse con un canis lupus, o con un mast¨ªn del Pirineo, ese perro que fue contertulio del lobo hace a?os en esas mismas laderas y que gracias a las batallas contra ¨¦ste, obtuvo un fogueo que lo fue haciendo, generaci¨®n tras generaci¨®n, un perro "de gran alzada, hiperm¨¦trico y mediol¨ªneo, con cr¨¢neo de perfil subconvexo". Esto es lo que dicen los especialistas y a m¨ª con estas palabras me han dejado convencido de su poder¨ªo.
Una pareja de 'canis lupus' ha sido avistada en las laderas del Pirineo. Ojal¨¢ el lobo no sea para el lobo un hombre
Pero el lobo es el lobo y con esa historia de perro terrible que lleva a cuestas, ser¨¢ peor encontrarse con ¨¦l en esa ladera virginal del Pirineo, que con un mast¨ªn, por hiperm¨¦trico, mediol¨ªneo y subconvexo que sea. Pues el lobo o canis lupus, se hab¨ªa extinguido en el Pirineo a principios del siglo pasado y no se hab¨ªa vuelto a saber nada de esta especie hasta este a?o que ahora se acerca a su final, cuando fue vista una pareja de lobos, macho y hembra, jugueteando a 10 kil¨®metros de Puigcerd¨¤.
D¨ªas despu¨¦s pudo confirmarse eso que los habitantes de Puigcerd¨¤ hab¨ªan percibido a simple vista: que se trataba de un macho y una hembra, y lo comprob¨® un grupo de expertos despu¨¦s de efectuar un an¨¢lisis a dos muestras de excremento de estos lobos. La noticia es una sorpresa, no s¨®lo la de que una especie t¨¦cnicamente extinta resurja y est¨¦ en v¨ªas de reproducirse y de repoblar su antiguo territorio, sino la de que machos y hembras somos diferentes incluso en los excrementos. O quiz¨¢ el asunto haya que enfocarlo desde el otro lado: si ese producto final, rastro de nuestra digesti¨®n, suma de lo que hemos comido y, en extremo, de lo que somos, es distinto, ?en qu¨¦ punto coincidimos?
Otra noticia no tan feliz, pero relacionada con este canis lupus que renace en el Pirineo, ha sacudido a las parejas, de hombre y mujer, que viven en Inglaterra. La cuento brevemente, procurando no agobiar con los detalles. El t¨ªtulo de la nota period¨ªstica era Testicle torn off by exlover, que traducido sin adornos ni tapujos quiere decir : "Test¨ªculo arrancado por ex amante". El t¨ªtulo es doloroso y sumamente gr¨¢fico, pero cuando nos enteramos de que esta ex amante ejecut¨® su venganza a mano limpia, lo que se antoja es dar un par de aullidos solidarios por el agraviado.
Voy por orden: resulta que Geoffrey y Amanda terminaron su relaci¨®n y que al cabo de un tiempo ella quiso reactivarla y ¨¦l se neg¨® en redondo; pero semanas m¨¢s tarde, una noche loca de jueves, Amanda fue por Geoffrey a su casa para llevarlo a la fiesta de unos amigos comunes y Geoffrey, ni corto ni perezoso ni, desde luego, precavido, subi¨® al coche y se fue con ella. M¨¢s tarde, ya muy bebidos, fueron a casa de Geoffrey acompa?ados por un cuarteto de amigos incombustibles, y as¨ª, sin m¨¢s, reactivaron la fiesta en esa casa que tambi¨¦n hab¨ªa sido la de Amanda y que, naturalmente, despert¨® demonios y fantasmas, e hizo que en cuesti¨®n de minutos Amanda acosara a Geoffrey y le pidiera que la llevara al piso superior, a esa habitaci¨®n que hab¨ªa sido tambi¨¦n suya. Pero esta vez Geoffrey se neg¨® y Amanda empez¨® a gritarle, con una rabia exagerada por los grados Gay-Lussac que la pose¨ªan y, sin que ninguno de los contertulios pudiera intervenir, tir¨® a Geoffrey al suelo, le baj¨® pantalones y calzones, agarr¨® el test¨ªculo izquierdo y tir¨®, tir¨®, tir¨® hasta que lo arranc¨®. El test¨ªculo sali¨® rodando (todo esto, lo juro, es un historia real, b¨²squenla en Google) y al ver esto, uno de los amigos le grit¨® a Geoffrey: "?Hey, that's yours!", que en traducci¨®n escrupulosa quiere decir: "?Hey, eso es tuyo!".
Cuando Amanda vio que uno de sus amigos hab¨ªa presenciado aquella carnicer¨ªa, se abalanz¨® sobre el trozo palpitante de su ex novio y se lo meti¨® en la boca con la intenci¨®n de hacer desaparecer la evidencia (como si el pobre Geoffrey, incompleto y sanguinolento, no fuera evidencia suficiente), o qui¨¦n sabe si de inseminarse de bulto, de golpe y as¨ª amarrarse de por vida a su ex amante. Pero Amanda no pudo dar el trago y media hora despu¨¦s el m¨¦dico de urgencias tampoco pudo restituirle a Geoffrey el par.
El desenlace es que a Amanda por arrancarle esa parte a Geoffrey le tocaron dos a?os y medio de c¨¢rcel, una condena injusta porque el pobre Geoffrey llevaba 37 conviviendo con su estimada gl¨¢ndula, y ahora tendr¨¢ que seguir demediado el resto de sus d¨ªas y encima con la zozobra de que la justicia inglesa le ha puesto valor a esas partes: dos a?os y medio por uno y cinco por el par, y a ese ritmo, aplicando una regla de tres elemental, podr¨ªamos enterarnos de cu¨¢l es el valor de cada parte del cuerpo. ?Cu¨¢nto vale un pie?, ?vale m¨¢s una pierna que un brazo?, ?cu¨¢ntos huevos vale el coraz¨®n? Ahora, pensando en la pareja de lobos de Puigcerd¨¤, ?que ser¨ªa de su especie si ellos, que han sido llamados por el destino para repoblar con sus cachorros las laderas del Pirineo catal¨¢n, se comportaran como Amanda y Geoffrey? ?Qu¨¦ ser¨ªa de los pobres lobos si se comportaran como hombres?
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