Barrera lucha por redescubrir el sonido del Coro Nacional
La directora se enfrenta hoy en Madrid a un programa exclusivamente vocal
Cuando la vio el primer d¨ªa, uno de los veteranos le pregunt¨®: "?T¨² en qu¨¦ cuerda cantas? ?Soprano?". "No, yo soy la directora", respondi¨® Mireia Barrera, que entraba con 38 a?os a domar un colectivo con muchos callos y una media de edad de 50. Estuvo tres semanas meditando si se mov¨ªa de Barcelona a Madrid para coger el toro que le hab¨ªa puesto en puerta Josep Pons, director de la Orquesta Nacional. "Dije que s¨ª porque, aunque s¨¦ que esto no va a ser un nido de rosas, oportunidades as¨ª se presentan una vez en la vida", declara Barrera.
El debut ya fue toda una prueba de fuego: El War Requiem, de Benjamin Britten, una obra de endiablada dificultad vocal para los dos coros, uno de ellos de ni?os. Barrera ya lo conoc¨ªa. "Lo hab¨ªa dirigido muy joven, y tambi¨¦n hace dos a?os en el Forum de Barcelona, en un concierto con Rostrop¨®vich", asegura. Pero Britten es su talism¨¢n. "Me da suerte, siempre he tenido ¨¦xito con ¨¦l". En su debut con el Coro Nacional tambi¨¦n ocurri¨®. Fue un ¨¦xito. Hoy afronta su segunda prueba de fuego con un programa exclusivamente vocal. "Hemos elegido obras rom¨¢nticas de Dvor¨¢k, una Misa, adem¨¢s de unos Motetes de Mendelssohn y Bruckner", asegura. Piezas para el lucimiento de este colectivo de 100 personas al que Mireia Barrera, que no hab¨ªa colaborado antes con grupos de m¨¢s de 40, quiere redescubrir, dice, "un sonido propio".
?C¨®mo? "Con trabajo y trabajo", afirma. Ensayan tres horas al d¨ªa, y Barrera afirma -"de verdad, ?eh?"- que no ha tenido que sacar todav¨ªa el genio que asegura tener. "Tengo car¨¢cter, cierto, pero aqu¨ª no he tenido que sacar mi peor parte". En primer lugar, m¨¢s que la calidad musical, "que es mucha y adem¨¢s se nota porque son muy exigentes conmigo", est¨¢ la comunicaci¨®n. "Lo m¨¢s importante para un director musical es saber comunicarse bien con sus m¨²sicos; ¨¦sa es la clave para trabajar al mayor nivel". No est¨¢ acostumbrada a las entrevistas. "Me las hac¨¦is al principio, pero luego os olvidar¨¦is de nosotros", se queja. "Pero es normal, no tenemos la atracci¨®n de las orquestas sinf¨®nicas".
Siente un poco de envidia sana cuando les ve trabajar. "Si hay algo que me d¨¦ tanto placer como dirigir es cantar", confiesa. "Lo hago en los ensayos, pero no descarto dedicarme a ello en el futuro", asegura la directora. Pero ser¨¢ despu¨¦s de la tarea que le queda en el Coro Nacional, con el que quiere afrontar todo tipo de repertorios.
"Para m¨ª, hay una triple B en la m¨²sica coral: Bach, Brahms y Britten", afirma en referencia a los siglos XVIII, XIX y XX, sin descartar nunca la m¨²sica antigua, que en Espa?a, sin ir m¨¢s lejos, logr¨® sus m¨¢s altas cotas de genialidad coral en el siglo XVII. Pero es en el siglo XX donde ella se siente m¨¢s c¨®moda: "Es el repertorio con el que m¨¢s se puede experimentar, da mucho de s¨ª cuando quieres buscar cosas nuevas".
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