La cita de Hong Kong
"Lo multilateral termina siendo pol¨ªtica local"
Ricardo Lagos
La Sexta Conferencia Ministerial de la OMC en Hong Kong es una decisiva etapa para culminar la Ronda de Desarrollo iniciada en Doha en 2001 tras el fracaso de Seattle de 1999, y encarrilada en Ginebra tras el tropiezo de Canc¨²n. El ciclo de negociaciones multilaterales debe concluir en 2007, fecha en que vence el mandato de negociaci¨®n del Congreso de los EE UU.
En v¨ªsperas de la cita nos encontramos en un clima de tensi¨®n y enfrentamiento que ha llevado al actual director de la OMC, el veterano Pascal Lamy, a recalibrar sus expectativas para no caer en la depresi¨®n al d¨ªa siguiente. De cara al futuro covendr¨ªa concebir las negociaciones como un proceso m¨¢s regular para no vivir en una permanente monta?a rusa de expectativas y fracasos.
La ambiciosa agenda acordada en Doha parte de asumir la significativa contribuci¨®n del sistema multilateral de comercio de la OMC al crecimiento econ¨®mico, el desarrollo y el empleo, con el objetivo prioritario de centrar su programa de trabajo en las necesidades e intereses de la mayor¨ªa de sus miembros, los pa¨ªses en desarrollo. Sus puntos esenciales son: agricultura, servicios, productos no agr¨ªcolas, propiedad intelectual, inversiones y competencia, transparencia en la contrataci¨®n p¨²blica, facilitaci¨®n del comercio, medio ambiente, comercio electr¨®nico, econom¨ªas vulnerables, deuda y finanzas, cooperaci¨®n t¨¦cnica y creaci¨®n de capacidad con trato especial y diferenciado a los pa¨ªses menos adelantados para garantizar el acceso de sus productos a los pa¨ªses desarrollados
El primer intento de negociaci¨®n en Canc¨²n, en septiembre de 2003, fracas¨® al no ser ya la OMC un club de pa¨ªses ricos -EE UU, la Uni¨®n Europea, Jap¨®n, Canad¨¢- por la masiva incorporaci¨®n de los pa¨ªses en desarrollo como protagonistas. Se crearon dos importantes grupos: el G-20, formado por econom¨ªas emergentes de la potencia de India, Brasil, China, M¨¦xico, Australia, Argentina, Nueva Zelanda, Chile, Egipto, Tailandia, convertidos en interlocutores de peso y el G-90, formado por los pa¨ªses menos adelantados, en principio los principales beneficiarios de la Ronda. Las causas del fracaso fueron m¨²ltiples: una agenda sobrecargada, la oposici¨®n de los pa¨ªses en desarrollo a negociar los temas de Singapur -normas de inversi¨®n y competencia, lucha contra la corrupci¨®n- y la falta de voluntad de los pa¨ªses desarrollados para cumplir con Doha, especialmente en el terreno agr¨ªcola. El detonador final fue el algod¨®n por la negativa de los EE UU a eliminar sus elevadas subvenciones en claro perjuicio de los pa¨ªses subsaharianos.
Ginebra en 2004 signific¨® un avance gracias al Acuerdo Marco. La Uni¨®n Europea (UE) aplica desde 2003 una seria reforma de su Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n (PAC), ha elaborado la propuestas de "todo menos armas" para abrir sus mercados a los pa¨ªses menos desarrollados, y apoyado activamente los medicamentos gen¨¦ricos para luchar contra las pandemias.
Al cumplir diez a?os de vida, la OMC se ha convertido en el coraz¨®n del sistema multilateral de comercio, con 148 miembros y una lista de candidatos (Rusia, Ir¨¢n y Arabia Saudita entre otros, lo que a?adir¨¢ la energ¨ªa a la agenda ) que puede elevarlos a 170 a finales de la d¨¦cada. Atracci¨®n debida a sus normas de funcionamiento que permiten que cada Estado de la Tierra cuente con voz y voto en una organizaci¨®n cuyo sistema de resoluci¨®n de diferencias puede fallar contra los m¨¢s ricos, como ha ocurrido con el az¨²car o el algod¨®n. V¨ªctima de su propio ¨¦xito, vive una crisis de legitimidad y eficacia relacionada con la continua expansi¨®n de una agenda con creciente impacto en las pol¨ªticas internas de sus miembros, al tiempo que disminuye el margen de maniobra para hacer concesiones. No obstante, no es s¨®lo el problema sino parte de la soluci¨®n para conseguir un comercio libre y justo superador de los riesgos de proteccionismo y discriminaci¨®n del bilateralismo. Para avanzar, la OMC no tiene que hacer todo, sino concentrarse en lo que hace mejor, lo cual requiere una colaboraci¨®n m¨¢s intensa con los dem¨¢s componentes del sistema de las Naciones Unidas (ONU), en particular la OIT, la OMS, el FMI y el Banco Mundial as¨ª como Kioto para cumplir con los objetivos del milenio. El cambio clim¨¢tico, las sequ¨ªas y plagas de langosta en ?frica, la gripe aviar en Asia, los accidentes industriales con vertidos t¨®xicos en China, la represi¨®n sindical en Asia o Am¨¦rica, son elementos que influyen en el comercio aunque no est¨¦n en la mesa de negociaci¨®n.
Ahora, la agenda negociadora se centra en cinco ¨¢reas principales: agricultura, acceso a los mercados de productos no agr¨ªcolas, servicios, cuestiones de desarrollo y facilitaci¨®n del comercio. El acuerdo final debe comprender asimismo medio ambiente, soluci¨®n de diferencias, indicaciones geogr¨¢ficas y normas antidumping. Para la UE, primera potencia comercial mundial que negocia ya para sus 25 miembros, incluida Espa?a, la prioridad es una conclusi¨®n satisfactoria de la Ronda, en pro del desarrollo econ¨®mico mundial. Es evidente que luchamos por nuestros valores e intereses -defensa del modelo europeo, propagaci¨®n de normas laborales y medioambientales m¨¢s elevadas, reforzamiento del multilateralismo-, pero hemos de hacerlo teniendo presente que la Ronda se centra fundamentalmente en el desarrollo. El ejemplo de ?frica es palmario: o comercio o inmigrantes.
El acuerdo en agricultura es seguramente el m¨¢s importante para el ¨¦xito global de la Ronda, aunque no se puede aceptar que sea una conditio sine qua non. La posici¨®n socialista europea es: supresi¨®n r¨¢pida de las ayudas a la exportaci¨®n propias y ajenas -incluida la ayuda alimentaria de EE UU-; defensa del modelo de agricultura multifuncional con derecho a proporcionar ayudas con objetivos medioambientales, desarrollo rural o bienestar animal que no distorsionen el comercio y mayor apertura del mercado a los pa¨ªses en desarrollo, con reducci¨®n de productos sensibles, aunque seamos el primer importador mundial. Adem¨¢s, proseguir activamente de la reforma de la PAC, como el reciente acuerdo del az¨²car, defender las indicaciones geogr¨¢ficas como v¨ªa de especializaci¨®n, aplicar la reforma del sistema de preferencias generalizadas y asistencia t¨¦cnica para desarrollar la capacidad de los pa¨ªses en desarrollo. Para avanzar es importante pasar del envite de farol a la negociaci¨®n; los EE UU acaban de presentar sus propuestas, no su reforma. En el caso de Brasil, resulta dif¨ªcil aceptar la agresividad de su sector agroindustrial al tiempo que se apoya el Plan de lucha contra el hambre del presidente Lula. Incluso en el G-20 no resulta f¨¢cil compatibilizar la ofensiva australiana o brasile?a con las posiciones india o china, cada una con m¨¢s de 600 millones de campesinos. Los exportadores m¨¢s agresivos tienen que comprender que no pueden pretender acaparar los mercados mundiales, no s¨®lo Europa o Jap¨®n sino tambi¨¦n eliminando las redes de seguridad de los pa¨ªses ACP (?frica, Caribe, Pac¨ªfico).
El acceso a los mercados no agr¨ªcolas (NAMA) debe de tener como objeto favorecer una evoluci¨®n compatible de los pa¨ªses en desarrollo con los desarrollados en industrializaci¨®n, diversificaci¨®n econ¨®mica y protecci¨®n del empleo. Las medidas arancelarias juegan un papel importante, respetando el principio de flexibilidad con medidas asim¨¦tricas que den un margen de maniobra a los pa¨ªses menos avanzados.
Los servicios son un importante cap¨ªtulo en donde se avanza con lentitud porque se parte de propuestas bilaterales generalizables por la aplicaci¨®n de la cl¨¢usula de la naci¨®n m¨¢s favorecida. Es indudable el inter¨¦s de la UE como primer proveedor, pero tambi¨¦n los pa¨ªses en desarrollo necesitan sectores bancarios solventes, sistemas de transportes y comunicaciones eficaces o el "modo 4" relativo a la circulaci¨®n de personas y proveedores de servicios en donde la oferta europea fue temprana. En este terreno, los servicios relacionados con las necesidades b¨¢sicas, tales como el agua, el saneamiento o la energ¨ªa no deber¨ªan verse amenazados ni socavados por las negociaciones y se debe garantizar el m¨¢ximo de transparencia en la contrataci¨®n p¨²blica. En propiedad intelectual se debe avanzar con soluciones estables en el campo de la sanidad p¨²blica, reducci¨®n de las diferencias en materia de conocimiento y costes de transferencia tecnol¨®gica, y defensa del patrimonio biol¨®gico y cultural. El reciente acuerdo de la Unesco en defensa de la diversidad cultural introduce un factor importante en las negociaciones.
Espa?a puede contribuir al ¨¦xito de la Ronda. El hecho de que la UE negocie en nuestro nombre no significa que tengamos que ser espectadores, participamos en el mandato. Tenemos que fomentar el debate p¨²blico a partir del compromiso del Gobierno de aumentar la ayuda al desarrollo con el objetivo de llegar al 0'7 % y la toma de posici¨®n del Congreso de los Diputados; incluir la dimensi¨®n comercial en las cumbres iberoamericanas y euromediterr¨¢neas; desarrollar activamente la estrategia para ?frica; plantear un proceso de aplicaci¨®n activo, progresista y continuo de la reforma de la PAC -modul¨¢ndola en sentido redistributivo, no hay ninguna raz¨®n para que los latifundistas se lleven la parte del le¨®n-; trabajar porque las empresas espa?olas en el exterior tengan presentes estos objetivos; y cooperar en el fortalecimiento de la OMC con las dem¨¢s organizaciones de la ONU. Son iniciativas que podemos emprender activamente para contribuir al ¨¦xito de un proceso esencial tanto para nosotros como para toda la humanidad, especialmente para aquellos que no soportan m¨¢s promesas y necesitan soluciones.
(*) Tambi¨¦n firman conjuntamente este art¨ªculo: Elena Valenciano, Javier Moreno, Antol¨ªn S¨¢nchez Presedo, eurodiputados socialistas; y Juan Moscoso del Prado, diputado socialista en el Congreso.
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