Albert Uderzo desentra?a los misterios del ¨²ltimo 'ast¨¦rix'

Ahora que el cielo se les ha derrumbado sobre sus cabezas, Ast¨¦rix y Ob¨¦lix "no temen a nada". Lo asegura su creador, Albert Uderzo, que junto a Ren¨¦ Goscinny, fallecido en 1977, invent¨® ambos personajes en 1959. Fue cuando apareci¨® el primer n¨²mero de los 33 que componen la serie que ha vendido 320 millones de ejemplares en todo el mundo sin contar el ¨²ltimo, ?El cielo se nos cae encima! (Salvat), que Uderzo present¨® ayer en Madrid.

Apareci¨® junto a su anfitriona, la agente Palmira M¨¢rquez, con traje azul y dando las gracias: "Me est¨¢n tratando como un pr¨ªncipe", dec¨ªa ayer Albert Uderzo cuando se present¨® a una multitudinaria rueda de prensa sin l¨ªmites de tiempo, ni temas tab¨², en la que el dibujante y creador del c¨®mic contest¨® a todas las curiosidades de los periodistas, en su mayor¨ªa asterixn¨®manos. De ¨¦stos daba cuenta en la mesa David Cantero, escritor, pintor y presentador del Telediario fin de semana en TVE, que introdujo al artista como el culpable de su adicci¨®n al mundo de las p¨®cimas secretas.

Uderzo pas¨® ayer todo el d¨ªa por Madrid para presentar el n¨²mero 33 de la serie, ?El cielo se nos cae encima!, que ya es n¨²mero uno en ventas en Espa?a y en varios pa¨ªses de Europa, y que relata el encuentro de la aldea gala con unos peculiares maromos llegados de las alturas. Un argumento que le ha costado algunas cr¨ªticas en quienes ven que lo paranormal no casa con el perpetuo cachondeo de los galos.

Pero Albert Uderzo cree que es pretencioso pensar que los extraterrestres s¨®lo existieron en nuestra ¨¦poca. "?Por qu¨¦ no van a haber aparecido en los tiempos romanos o en la Edad Media?", se pregunta el autor cuando algunos le echan en cara que haya tenido que recurrir a los ovnis para la ¨²ltima aventura del peque?o genio galo, p¨ªcaro y sagaz azote de los invasores, y una de las se?as de identidad de la cultura de masas genuinamente europea.

Le salva que son extraterrestres muy reconocibles por todos: proceden de una galaxia con 50 estrellas, se les llama Toons, tienen una cara cl¨®nica que recuerda a Arnold Schwazenegger, el jefe se llama Vush y han llegado a la Tierra para buscar un arma secreta escondida. ?Les suena?

Uderzo quita hierro a la pol¨¦mica y exhibe unas artes de navegaci¨®n exquisitas. "Todav¨ªa no le hemos enviado un ejemplar al presidente", coment¨®, muy fino. "Ast¨¦rix y Ob¨¦lix nacieron como una serie para ni?os. Nunca ha sido nuestra intenci¨®n hacer pol¨ªtica. No somos ni de derechas ni de izquierdas; m¨¢s bien de centro", asegura.

Tampoco les ha gustado a algunos que Ast¨¦rix no viaje. "Con el problema que se les presenta en esta entrega no creo que est¨¦n para ir a ning¨²n sitio", responde Uderzo, siempre con una sonrisa y sin ning¨²n ¨¢nimo de polemizar.

Pero no era cuesti¨®n de ponerse guerreros y s¨ª de aprovechar la visita de Uderzo para resolver otros enigmas. Si poseyera la p¨®cima m¨¢gica, ?qu¨¦ har¨ªa? "La vender¨ªa para hacerme a¨²n m¨¢s rico", respond¨ªa sin complejos el dibujante franc¨¦s de origen italiano.

?El secreto de su ¨¦xito? "No lo s¨¦. Goscinny y yo creamos otras historias con la misma dedicaci¨®n y fueron un fracaso". Cuando su compa?ero muri¨®, en 1977, Uderzo decidi¨® seguir con la saga. Pero se sinti¨® cojo. "Yo hac¨ªa los dibujos, pero no sab¨ªa escribir los guiones; eso lo hac¨ªa ¨¦l". Aprendi¨®, y ahora, dar forma a un nuevo n¨²mero le cuesta m¨¢s o menos nueve meses. "Tres para el gui¨®n y seis para dibujarlo".

Tiene personaje favorito, ninguna man¨ªa ni dificultad especial para recrear el mundo entre surrealista y disparatado de los galos, y prevenci¨®n a la hora de hablar de cifras de venta. "Ninguno es dif¨ªcil de dibujar. Mi personaje favorito es Ob¨¦lix, al que me parezco en algo", asegura sujet¨¢ndose la panza, un tanto m¨¢s discreta que la de su criatura. "Pero el bardo me recuerda m¨¢s a m¨ª". En cuanto a las ventas, 320 millones en todo el mundo, Uderzo es discreto. "Desde que met¨ª una vez la pata me resisto a comentarlo, s¨®lo s¨¦ que donde se ha vendido m¨¢s es en Francia y Alemania, y que en Finlandia, pese a ser un pa¨ªs muy poco poblado, fue donde m¨¢s se vendi¨® en una ¨¦poca".