La oposici¨®n alemana condena el paso de Schr?der al sector privado
El Gobierno defiende al ex canciller pese al malestar democristiano
Diputados de la oposici¨®n y de la democracia cristiana condenaron ayer con dureza en el Parlamento federal (Bundestag) la conducta del ex canciller socialdem¨®crata Gerhard Schr?der (SPD) por aceptar el cargo de presidente del consejo de vigilancia del consorcio ruso-alem¨¢n Gazprom. Esta empresa, con un 51% de capital ruso y un 49% alem¨¢n, construye un gaseoducto a trav¨¦s del mar B¨¢ltico por un importe en torno a los 5.000 millones de euros. El Gobierno de Berl¨ªn defendi¨® y justific¨® a Schr?der.
El proyecto de gaseoducto se aprob¨® poco antes del final del Gobierno de Schr?der. Tan s¨®lo unas semanas despu¨¦s el ex canciller, tras perder las elecciones, acept¨® presidir la empresa constructora. El peri¨®dico Leipziger Volkszeitung public¨® ayer que el salario de Schr?der podr¨ªa llegar a 1,5 millones de euros.
La sesi¨®n de urgencia del Bundestag, a petici¨®n del partido liberal (FDP), para que el Gobierno manifestase su posici¨®n ante el nuevo cargo de Schr?der, supuso la primera derrota parlamentaria de la gran coalici¨®n. Democristianos (CDU/CSU) y socialdem¨®cratas (SPD) cuentan con 448 diputados y los tres partidos de oposici¨®n -liberales, Partido de la Izquierda y Los Verdes- suman 166. Esta abrumadora mayor¨ªa no impidi¨® la derrota de la coalici¨®n de gobierno cuando el FDP solicit¨® la presencia en el pleno del vicecanciller Franz M¨¹ntefering (SPD). En aquel momento no hab¨ªa ni un solo ministro en el banco del Ejecutivo. El SPD se opuso a la comparecencia, se vot¨® y la oposici¨®n gan¨®. Tras una interrupci¨®n del pleno, lleg¨® a toda prisa el vicecanciller, que tuvo que escuchar los improperios de la oposici¨®n contra su compa?ero de partido Schr?der.
Defensa de M¨¹ntefering
M¨¹ntefering defendi¨® a Schr?der y justific¨® la aceptaci¨®n del cargo por la importancia estrat¨¦gica del gaseoducto, que supone "una diversificaci¨®n razonable", "una seguridad para nuestro abastecimiento energ¨¦tico" y la posibilidad de "salir del petr¨®leo". Seg¨²n M¨¹ntefering, el Gobierno alem¨¢n est¨¢ de acuerdo con el proyecto y no procede que se pronuncie sobre qui¨¦n acepta un cargo directivo en una empresa. Tambi¨¦n argument¨® que la decisi¨®n de construir el gaseoducto se tom¨® antes de conocerse que se anticipar¨ªan las elecciones en Alemania y que Schr?der saldr¨ªa del Gobierno.
El diputado Matthias Berninger, de Los Verdes, aliados de Schr?der en su Gobierno, calific¨® de "indecente" que el ex canciller asuma un cargo en Gazprom, una empresa que, dijo, atropella los derechos humanos y bajo cuyo poder sufren muchas personas. A?adi¨® Berninger que es indecente trabajar para una empresa en la que ocupa un puesto dirigente un ex comandante de la Seguridad del Estado, la temida Stasi de la Alemania comunista, que se dedicaba al espionaje industrial.
Concluy¨® el diputado verde: "?Renuncie, se?or Schr?der, usted no necesita ese trabajo y este pa¨ªs tampoco!". El diputado liberal Rainer Br¨¹derle (FDP) dijo: "No queremos convertirnos en una rep¨²blica bananera". Se burl¨® Br¨¹derle de los socialdem¨®cratas, que calificaban de antipatriotas a las empresas que se establec¨ªan en Suiza para evadir impuestos, y ahora Schr?der preside un consorcio con sede en el cant¨®n de Zug, un para¨ªso fiscal. Desde los esca?os del SPD empezaron a gritar "?Bangemann, Bangemann!", en alusi¨®n al ex comisario europeo Martin Bangemann, miembro del FDP, contratado por la Telef¨®nica de Espa?a poco despu¨¦s de dejar su cargo. Br¨¹derle replic¨® a los gritos del SPD con el argumento de que Telef¨®nica es una empresa que compite en el mercado y Gazprom es un consorcio al servicio de la pol¨ªtica del Kremlin.
A Schr?der le llueven las cr¨ªticas por todas partes. El prestigioso semanario Die Zeit apareci¨® ayer con un art¨ªculo en portada con frases demoledoras. "Es una noticia inquietante que Schr?der planea de forma evidente convertirse en un oligarca al servicio del capitalismo de Estado ruso".
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