?'Made in Catalu?a'?
El cava usa vidrio de Zaragoza y corcho de Extremadura. El boicoteo amenaza tambi¨¦n a esos productores
El gran s¨ªmbolo comercial de Catalu?a, el cava, no es tan catal¨¢n en realidad. Las vi?as del Pened¨¨s aportan una espl¨¦ndida materia prima, pero buena parte de los proveedores est¨¢n radicados en otras comunidades. La producci¨®n de una peque?a bodega de la zona incluye vidrio de una f¨¢brica de Zaragoza -propiedad de una multinacional francesa-, corcho de Extremadura, c¨¢psulas de la Rioja alavesa, etiquetas de Murcia y cajas de madera de Castell¨®n, explica el consejo regulador. O sea, unidad de mercado en estado puro (si bien gaseoso), pese a que algunos se empe?en en ignorarlo. ?Boicoteo al cava por el Estatuto? "La idea es idiota a m¨¢s no poder", escrib¨ªa Javier Mar¨ªas hace una semana. Una frase que suscriben los proveedores no catalanes del cava. "La campa?a es una solemne tonter¨ªa. ?Tiene alguna l¨®gica que la crispaci¨®n pueda poner en peligro puestos de trabajo en Arag¨®n?", se pregunta Jos¨¦ P., empleado de una de esas f¨¢bricas.
"Es incre¨ªble que haya que decir que nuestros productos son espa?oles y europeos", seg¨²n Rosell
Una de las mu?ecas m¨¢s vendidas, de una firma catalana, se fabrica en Valencia
Las listas negras que corren por Internet han servido para duplicar las ventas del cava extreme?o y, de rebote, para caldear algunas audiencias. Han provocado an¨¦cdotas como el agradecimiento -con toda la sorna- de un bodeguero de Valladolid, Carlos D¨ªez, por las "desafortunadas" declaraciones de Josep Llu¨ªs Carod Rovira contra la candidatura ol¨ªmpica de Madrid, que fueron la mecha del pen¨²ltimo boicoteo, y que han permitido a su empresa, Saboreal, sortear la amenaza de cierre. Y han suscitado tambi¨¦n grandes paradojas. Bodegas Bilba¨ªnas ha agotado ya todas las existencias de su cava, Royal Carlton. 96.000 botellas. Ni la ense?a, ni el nombre de la bodega, ni la sede social -Haro (La Rioja)- hacen sospechar la existencia de alg¨²n lazo comercial con Catalu?a. Ni por asomo. Y de ah¨ª parte del ¨¦xito. Pero ese cava pertenece al grupo catal¨¢n Codorn¨ªu, cuyas ventas globales bajaron un 4% el pasado a?o -fundamentalmente por el boicoteo, seg¨²n la empresa-. La ca¨ªda es similar a la experimentada por el l¨ªder del sector, Freixenet, en 2004.
El cava es s¨®lo un ejemplo. Sucede exactamente lo mismo con todo tipo de productos: ropa, mu?ecas, coches, gafas, cualquiera de los bienes y servicios que aparecen en las m¨²ltiples listas negras que circulan por ah¨ª. Las empresas que los producen tienen sus domicilios sociales en Catalu?a. Pero los proveedores son chinos, indios, alemanes, valencianos, andaluces, madrile?os, de cualquier parte. El dinero no tiene patria, dice el t¨®pico. Las empresas as¨ª lo ponen de manifiesto. S¨®lo hay que destripar cualquier producto de la estanter¨ªa del supermercado para comprobar que detr¨¢s de la empresa que lo produce se esconden otras de origen muy diverso.
Hay mil ejemplos. Una de las mu?ecas m¨¢s vendidas en Espa?a, de una conocida firma catalana, se fabrica ¨ªntegramente en Valencia, epicentro de la zona donde m¨¢s incidencia est¨¢ teniendo el boicoteo. El t¨ªpico bote de pintura de uno de los grandes fabricantes catalanes contiene materia prima del Pened¨¨s -como el cava-, pero tambi¨¦n de Rusia y Albacete. Los envases de pl¨¢stico son navarros, y las latas de aluminio proceden de Portugal.
Esa diversidad es una constante. Una gran cadena de distribuci¨®n textil con sede en el Vall¨¨s -el coraz¨®n industrial de Catalu?a- compra "en Espa?a" el 40% del tejido: ni siquiera distingue entre proveedores catalanes y no catalanes. El resto procede de EE UU, Asia y otros puntos de Europa. Y la confecci¨®n se realiza en su totalidad en el exterior: China, Marruecos y Europa del Este. ?Ropa catalana? "Nuestros productos son catalanes y, en consecuencia, espa?oles y europeos. Es incre¨ªble que lo tengamos que decir a estas alturas", asegura el presidente de la patronal Fomento, Juan Rosell.
"Boicots como el actual no tienen sentido en una econom¨ªa globalizada, en la que no existen productos absolutamente aut¨®ctonos de ning¨²n tipo", abunda Juan Jos¨¦ Guibelalde, presidente de Aecoc, asociaci¨®n de fabricantes y distribuidores de empresas de gran consumo.
Las amenazas aisladas de cierre de dep¨®sitos en cajas de ahorro catalanas tambi¨¦n suponen cierta incoherencia en t¨¦rminos de catalanidad. Con la expansi¨®n de sus oficinas por toda Espa?a, las cajas generan buena parte de sus empleos fuera de Catalu?a. Si se cerraran cuentas masivamente, algo que seg¨²n las entidades consultadas no ocurre, quienes m¨¢s sufrir¨ªan ser¨ªan las oficinas de fuera de Catalu?a. Con empleados, obviamente, de origen no catal¨¢n. Cuando, hace pocas semanas, Ricard Fornesa, presidente de La Caixa, reivindic¨® la espa?olidad de la entidad, record¨® que el 60% de la organizaci¨®n, incluyendo trabajadores, oficinas y clientes, est¨¢ radicado fuera de Catalu?a. Algo parecido ocurre con las autopistas: las radiales R-3 y R-5, en Madrid, son de capital catal¨¢n. ?Hay que dejar de utilizarlas por ese motivo? ?Qu¨¦ pasa con los empleados?
La incitaci¨®n al boicoteo tiene algunas caras f¨¢cilmente identificables, m¨¢s all¨¢ del anonimato que ofrecen Internet y los m¨®viles. Federico Jim¨¦nez Losantos agitaba en la radio de los obispos, la Cope, a finales de octubre: "Lo del boicot del a?o pasado va a ser una broma al lado del de este a?o". Curioso: el radiofonista tiene varios libros publicados en Planeta, editorial que aparece en varias de esas listas de productos perseguidos y cuyos due?os -la familia Lara- figuran en la propiedad de dos diarios tan distantes como el Avui y La Raz¨®n; su ¨²ltimo libro en esa casa se titula El adi¨®s de Aznar.
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