Victoria arrolladora de Evo Morales
El candidato de la izquierda gana la presidencia boliviana con 20 puntos de ventaja sobre el conservador Quiroga
El l¨ªder cocalero Evo Morales arras¨® en las elecciones generales del pasado domingo, logrando una inesperada mayor¨ªa absoluta que le convierte en el primer presidente ind¨ªgena de Bolivia. Las proyecciones extraoficiales le otorgan entre el 51% y el 52% de los votos, 20 puntos por encima de su m¨¢ximo rival, el conservador Jorge Tuto Quiroga, que logra un 31%. La contundencia del resultado es in¨¦dita en la reciente democracia boliviana, siempre acosada por la fragilidad institucional. "Ahora empieza la nueva historia de Bolivia, donde se busque la igualdad, la justicia y la equidad", anunci¨® Morales, en la noche del domingo, desde Cochabamba. Los bolivianos han pulverizado el sistema de partidos que ha dirigido Bolivia desde hace 23 a?os.
Hasta ahora, ning¨²n candidato hab¨ªa logrado ganar en la primera vuelta, por lo que el Congreso era el encargado de escoger entre los dos m¨¢s votados. Esto daba lugar a una serie de componendas entre las diferentes fuerzas, que pasaba por el inevitable reparto de cargos y prebendas. Esta llamada "democracia pactada" se tradujo en corrupci¨®n rampante, precariedad institucional (como lo demuestra el paso de cuatro presidentes desde 2000) y en el paulatino debilitamiento del Estado.
Al mismo tiempo, Bolivia segu¨ªa estancada en el furg¨®n de cola de Am¨¦rica Latina, a pesar de sus recursos (gas, petr¨®leo, minerales) y de contar con apenas nueve millones de habitantes en un territorio que supera en extensi¨®n a Espa?a y Francia juntas. El mensaje de los ciudadanos, pues, no deja ning¨²n resquicio de duda: quieren que sus gobernantes trabajen en funci¨®n de un proyecto de naci¨®n, y no en funci¨®n del bot¨ªn pol¨ªtico. Los partidos tradicionales (Movimiento Nacionalista Revolucionario, Movimiento de Izquierda Revolucionaria y Acci¨®n Democr¨¢tica Nacionalista) han quedado laminados, mientras que el Movimiento Al Socialismo (MAS), de Evo, y el Poder Democr¨¢tico y Social (Podemos) de Quiroga concentran m¨¢s del 80% de votos. El empresario Samuel Doria, del partido Unidad Nacional (UN), queda en un lejano tercer lugar, con un 8% de los sufragios.
Se trata de recuentos r¨¢pidos realizados a partir de las actas. En el escrutinio oficial, que tardar¨¢ varios d¨ªas en completarse, el MAS lograba el 45% con un 16% de los votos contabilizados.
Importantes contrapesos
Evo Morales ha recibido un mandato contundente, pero va a tener importantes contrapesos. El MAS tendr¨¢ una mayor¨ªa fr¨¢gil en el Congreso, lo que le va a obligar a buscar consensos. De 130 diputados, el partido de Morales logra 53, y Podemos, 48. Los restantes 29 se reparten entre Unidad Nacional (14) y otros partidos. En el Senado, Podemos se hace con 13 de los 27 esca?os, y el MAS, con 12.
Otro contrapeso va a ser el poder regional. Los bolivianos han elegido, por primera vez, a sus prefectos (gobernadores) departamentales, que hasta ahora eran nombrados por el Gobierno central. De los nueve departamentos, el MAS logra s¨®lo dos, mientras que Podemos y sus aliados se imponen en siete, entre ellos, Santa Cruz, donde ha barrido el l¨ªder autonomista Rub¨¦n Costas.
Los recuentos r¨¢pidos dibujan un mapa de Bolivia dividido en dos: un occidente andino y minero, m¨¢s ind¨ªgena, y tambi¨¦n m¨¢s poblado, que ha dado su respaldo a Evo Morales, y un oriente tropical, con grandes reservas de hidrocarburos, pujante econ¨®micamente y m¨¢s mestizo y criollo, que ha votado por Podemos. A pesar de todo, el MAS ha logrado el segundo puesto en algunos departamentos orientales.
Nadie, salvo quiz¨¢ el propio Evo Morales, esperaba un triunfo de semejante calibre. Las proclamas del dirigente cocalero, adjudic¨¢ndose la mayor¨ªa absoluta, sonaban a frases mitineras, porque todas las encuestas le daban un 35% de la intenci¨®n de voto. Al acercarse el d¨ªa de la elecci¨®n, sobre todo la v¨ªspera, se percib¨ªa en las calles de La Paz un deseo de cambio, reflejado en los comentarios que venc¨ªan la prudencia y el hermetismo habituales. Ya en la tarde del domingo, cuando ni siquiera hab¨ªan concluido los recuentos r¨¢pidos, la fiesta comenz¨® en la sede del MAS, mientras sus contrincantes se sum¨ªan en el silencio.
El mensaje del triunfador lleg¨® a eso de las diez de la noche. En Cochabamba, su cuartel general, Evo Morales agradeci¨® el voto "digno y honesto" del pueblo boliviano y el apoyo de los movimientos sociales. En una emocionada referencia a sus ra¨ªces, a?adi¨®: "?Aimaras, quechuas, chiquitanos, guaran¨ªes..., por primera vez somos presidentes!". El dirigente cocalero, que desde 1997 ocupaba un esca?o de diputado, dijo que esta victoria le confirmaba la necesidad de un cambio que ¨¦l va a llevar a cabo: "La voz del pueblo es la voz de Dios, y vamos a respetar todos los pedidos del pueblo boliviano", entre ellos, acabar "con el modelo neoliberal y el Estado colonial".
A pesar de su rotunda victoria, el dirigente cocalero arremeti¨® contra la Corte Nacional Electoral, a la que acus¨® de albergar a "neoliberales" que trataron de impedir el voto a un mill¨®n de personas. Se refer¨ªa al proceso de depuraci¨®n del padr¨®n, avalado ayer por la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA), que hab¨ªa eliminado a todos aquellos que no votaron en las municipales de 2004 y que no se inscribieron de nuevo. Morales concluy¨® con un llamamiento que tiene ecos de los discursos de su mentor, el presidente venezolano, Hugo Ch¨¢vez: construir en Latinoam¨¦rica "la patria grande" so?ada por Sim¨®n Bol¨ªvar, y el Tawantinsuyu, la confederaci¨®n de estados sometidos al imperio inca.
De hecho, uno de los primeros l¨ªderes pol¨ªticos en felicitar a Evo Morales fue el vicepresidente venezolano, Jos¨¦ Vicente Rangel, que expres¨® su alegr¨ªa "por lo que Evo representa pol¨ªtica, ideol¨®gica y humanamente".
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