Bush justifica el espionaje telef¨®nico a los estadounidenses

El presidente George W. Bush afront¨® ayer las fuertes cr¨ªticas que los congresistas dem¨®cratas y algunos republicanos han hecho de su autorizaci¨®n personal para espiar a los estadounidenses mediante escuchas telef¨®nicas sin mandamiento judicial. "Tenemos que ser capaces, para salvar vidas estadounidenses, de actuar con rapidez y detectar estas conversaciones, y poder evitar nuevos atentados", se justific¨® Bush. El presidente, enfadado con el Senado, dijo que es "inexcusable" que se deje expirar la Ley Patri¨®tica.

El espionaje telef¨®nico fue descubierto y publicado la semana pasada por The New York Times y caus¨® furor en la Casa Blanca, hasta el punto de que el presidente dijo ayer que esperaba una "completa investigaci¨®n" sobre la filtraci¨®n de esa informaci¨®n. "Mi opini¨®n personal es que se trata de un acto vergonzoso por parte de quien dio a conocer un programa muy importante en tiempo de guerra", a?adi¨®. Y pas¨® a justificar tal procedimiento.

"Autoric¨¦ la intercepci¨®n de comunicaciones internacionales de gente con v¨ªnculos conocidos con Al Qaeda y grupos terroristas afines de acuerdo con las leyes y con la Constituci¨®n", insisti¨® Bush en una conferencia de prensa, horas despu¨¦s de su solemne mensaje sobre Irak desde el Despacho Oval. Bush, en ocasiones irritado ante la insistencia de los periodistas, que le obligaron a ponerse a la defensiva, dijo: "La protecci¨®n de los ciudadanos es una parte necesaria de mi trabajo". Ante las dudas, Bush repiti¨®: "Es legal hacerlo; jur¨¦ defender las leyes. La autoridad legal se deriva de la Constituci¨®n".

Con estas palabras, Bush hace una interpretaci¨®n generosa de la Constituci¨®n, que en su art¨ªculo 2 establece los poderes ejecutivos del presidente y su capacidad como comandante en jefe. La Casa Blanca se apoya tambi¨¦n, y ayer lo record¨® Alberto Gonzales, responsable de Justicia, en la resoluci¨®n que el Congreso aprob¨® tres d¨ªas despu¨¦s de los atentados del 11-S en la que autorizaba al presidente a usar "toda la fuerza apropiada y necesaria" para perseguir a los terroristas y evitar nuevos atentados. Al amparo de estos argumentos, el programa de control de comunicaciones con el exterior, firmado por una orden ejecutiva en 2002, se mantendr¨¢ "mientras el pa¨ªs siga enfrent¨¢ndose a la continua amenaza de un enemigo que quiere matar a ciudadanos americanos", a?adi¨® Bush, que asegur¨® que entiende y comparte las preocupaciones relacionadas con los derechos democr¨¢ticos y que esos derechos est¨¢n garantizados.

El presidente trat¨® de explicar por qu¨¦ hace falta una orden ejecutiva si existe la Ley Patri¨®tica, y por qu¨¦ se prescinde de los mandatos que debe autorizar un tribunal especial en caso de que la polic¨ªa quiera intervenir una comunicaci¨®n: "El tribunal es para operaciones de control de largo plazo. Lo que necesitamos para protegernos es la posibilidad de actuar con rapidez". Los sospechosos "cambian r¨¢pidamente los n¨²meros de tel¨¦fono y las llamadas; se mueven r¨¢pido. Tenemos que ser capaces de detectarles y evitar sus acciones".

Bush dijo tambi¨¦n que se interceptan llamadas al exterior y desde el exterior, "no las comunicaciones entre Houston y Los ?ngeles". Si hubiera necesidad de controlar una llamada nacional, "se har¨ªa de acuerdo con el proceso establecido". El presidente, que reiter¨® que el Gobierno ha consultado "en m¨¢s de una docena de ocasiones con el Congreso" sobre este asunto, consider¨® "vergonzosa" la filtraci¨®n period¨ªstica de las escuchas. "En tiempos de guerra; hablar de este programa ayuda al enemigo", indic¨®.

Los dem¨®cratas no vacilaron al expresar su profundo desacuerdo con el presidente en cuanto a las justificaciones de las escuchas. "Es un retroceso respecto a lo que somos y a lo que deber¨ªamos ser como naci¨®n", declar¨® el senador Russ Feingold, l¨ªder del bloqueo de la Ley Patri¨®tica.