La neurosis de Sabina
Para Joaqu¨ªn Sabina, su amigo el cantautor Javier Krahe es ya el ¨²nico maestro al que sigue venerando. Lo dijo el martes en su primero de los tres conciertos que ofrece esta semana en Madrid.
Por su parte, Krahe, dijo, ayer mi¨¦rcoles, que cuando conoci¨® a Sabina, hace ya no se sabe cu¨¢nto tiempo, el autor de P¨¢jaros de Portugal, 19 d¨ªas y 500 noches o Y nos dieron las diez era un "gran neur¨®tico". Krahe oficiaba de presentador de la biograf¨ªa que sobre Sabina ha escrito el periodista Maurilio de Miguel.
En realidad, De Miguel la escribi¨® y public¨® en 1986, cuando Joaqu¨ªn empezaba a ser descubierto por el gran p¨²blico.
Explicando ayer entre ambos -autor y presentador- lo que ha cambiado Sabina en todos estos a?os, Krahe se atrevi¨® a se?alar que "si entonces ya era Joaqu¨ªn un neur¨®tico, con sus peque?as man¨ªas, el tiempo no ha hecho m¨¢s que agrandar todo eso".
"En lo dem¨¢s, sigue siendo igual", a?adi¨® tambi¨¦n con su habitual socarroner¨ªa. Titulada ahora la reedici¨®n como Eso ser¨¢ poes¨ªa, Sabina antes de Sabina, la biograf¨ªa recoge un mont¨®n de jugosas an¨¦cdotas que estaban casi olvidadas, desde los tiempos del Sabina squatter (ahora llamados okupas) en Londres, a sus a?os en La Mandr¨¢gora o sus pinitos en la televisi¨®n.
No cuenta, sin embargo, la ¨¦poca que amortajaba cad¨¢veres sin nombre en la morgue londinense de los setenta y otras historias truculentas que se guarda el autor de la semblanza para otras ocasiones, y que s¨®lo ha a?adido a la nueva edici¨®n una peque?a entrevista con el propio Sabina y un extenso pr¨®logo, Cuando era m¨¢s joven, en el que revisa su historia de amor y odio con el personaje Sabina en estos 20 a?os.-
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