"S¨®lo me interesan las canciones"
Manolo Garc¨ªa (F¨¦rez, Albacete, 1955) pone en circulaci¨®n estas navidades una caja con dos compactos y un DVD que lleva por t¨ªtulo Singles, directos y sirocos. En ella se agrupan temas in¨¦ditos y versiones de algunos de sus ¨¦xitos, una selecci¨®n de versiones en vivo de algunas de estas canciones y un DVD con siete interpretaciones en directo de otros tantos temas en diversos conciertos de su ¨²ltima gira, Para que no se duerman mis sentidos.
Pese a que esta caja, con un total de 38 canciones y un libreto de 24 p¨¢ginas, contiene algunos temas ya conocidos, el m¨²sico no quiere ni o¨ªr hablar de maniobra comercial: "Reconozco que esta caja es para ayudar al disco, pero es lo que se ten¨ªa que haber hecho siempre: dar m¨¢s por muy poco. Siempre se ha rateado bastante con los t¨ªpicos discos con dos canciones nuevas y lo dem¨¢s relleno, y adem¨¢s discos caros. ?sa ha sido la tumba fundamental del negocio de la m¨²sica".
Efectivamente, la caja se debe m¨¢s a impulsos personales del propio Garc¨ªa que a una estrategia comercial ajena al artista: "El primer CD lo he llamado sirocos porque es lo que me da a m¨ª. El segundo es de directos, pero tan directos que no hay nada retocado ni regrabado, ni siquiera grabado en multipistas. Hay fallos y desafines m¨ªos debidos a la vehemencia del directo. Se me ocurri¨® hace esto tras o¨ªr a Calamaro en su ¨²ltimo disco en directo". En cuanto al DVD, el artista confiesa: "Yo no pretendo estar en los estantes de DVD musicales. Soy de la vieja escuela y el directo es sagrado para m¨ª. He hecho una gira de 116 conciertos en un a?o y un mes por un solo pa¨ªs que es Espa?a. ?se es realmente mi oficio y todo lo dem¨¢s, como el asunto de hacer DVD de mis conciertos, es algo a?adido".
Garc¨ªa escapa al arquetipo del m¨²sico actual, preocupado s¨®lo de mantenerse a flote comercialmente en detrimento de su producci¨®n art¨ªstica: "A m¨ª s¨®lo me interesan las canciones. Yo defiendo la teor¨ªa de que el mundo ha cambiado para peor desde la revoluci¨®n industrial; desde que las personas fueron sustituidas por m¨¢quinas y ahora por entes. Los designios del planeta los marcan ahora las grandes empresas multinacionales y no la mano de obra de los hombres. Por eso yo pretendo ser un artesano. Siempre busco y busco canciones nuevas".
Sin embargo, para lograr esto, Manolo Garc¨ªa no se recluye como un monje dedicado ¨²nicamente a su profesi¨®n: "Simplemente, me dedico a vivir y conseguir lo que digo en una de mis canciones: 'La placidez del le¨®n en la estepa'. Una vez comidos, todo nos lleva de nuevo a Di¨®genes y su barril". Esta b¨²squeda de sencillez en un mundo altamente tecnificado obliga a Garc¨ªa a reconocer: "No tengo ning¨²n inter¨¦s en Internet. Prefiero la tortilla, la botella de vino y la manta al lado del r¨ªo. Siempre pienso que no me llegan las cosas en dos dimensiones. Prefiero que sean tres o m¨¢s. La pantalla de la tele o el ordenador s¨®lo tienen dos dimensiones y, adem¨¢s, la mayor¨ªa de los sentidos no participan de nada: no se puede oler, ni gustar, ni tocar lo que sale por la tele".
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