Palestina no es palabra de paz
Un grupo de pol¨ªticos e intelectuales israel¨ªes y palestinos debate en un encuentro en Toledo el eterno conflicto de Oriente Pr¨®ximo
Un grupo de pol¨ªticos e intelectuales israel¨ªes y palestinos ha debatido esta semana en Toledo el futuro del conflicto de Oriente Pr¨®ximo, que es uno de los ejercicios de geopol¨ªtica recreativa m¨¢s insistentes de nuestro tiempo, ante una realidad tan inextricable como sus protagonistas, el Estado sionista y la Autoridad Palestina. Organizado por el Centro Internacional de Toledo para la Paz, que dirigen Emilio Cassinello y Shlomo Ben Ami, la reuni¨®n dur¨® dos d¨ªas, de los que emergi¨® un s¨®lido consenso: los discursos se dirigen en paralelo al infinito, y eso que la representaci¨®n ¨¢rabe era de moderaci¨®n conmovedora.
Ben Ami describi¨® la situaci¨®n con una crudeza que le honra: "Ninguna de las partes parece capaz de dar un paso hacia la soluci¨®n del problema; ambas convergen hacia el agujero negro de la no negociaci¨®n; ?qu¨¦ har¨¢ falta para que Estados Unidos adopte una actitud decisiva, que todo empeore, o, quiz¨¢s, que mejore?"
Un axioma israel¨ª. Arafat era un jefe de terroristas, con el que no cab¨ªa hablar de paz. Dalia Rabin, hija del jefe de Gobierno asesinado, Isaac Rabin, ampl¨ªa la condena. "Europa es responsable de haber recibido y ensalzado a Arafat durante estos a?os -muri¨® el 11 de noviembre de 2004-, y por eso Israel no quer¨ªa que fuera parte en el proceso de paz. Ahora le toca probar a su sucesor, Mahmud Abbas, que s¨ª quiere negociar sin recurrir al terrorismo".
El antiguo teniente general y ex ministro de Transportes, Amnon Shahak, como la se?ora Rabin un moderado, no cree que en la colonizaci¨®n israel¨ª de los territorios ocupados, que nunca ha cesado, haya negociaciones o no -que no las hay- minara la posici¨®n de Arafat, impidi¨¦ndole actuar contra el terror de Ham¨¢s. "?D¨®nde est¨¢ la conexi¨®n entre ambas cosas?". La respuesta puede que yaciera en las palabras de Manuel Hassassian, diplom¨¢tico acreditado en Londres: "Hay 6.000 checkpoints en los territorios, divididos en un panal de cantones. Jerusal¨¦n Este -la parte ¨¢rabe- est¨¢ en un s¨¢ndwich entre la Jerusal¨¦n jud¨ªa y las colonias, que la separan del resto de Cisjordania. La realidad no permite la esperanza a corto plazo. Y si Europa no sigue ayudando econ¨®micamente a la Autoridad Palestina, como nos amenaza si no cesa el terrorismo, nos destruye. Y eso a quien m¨¢s perjudica es a Israel".
Ziad Abu Zayad, diputado de la Asamblea palestina, centra el discurso paralelo: "A Sharon no le interesa que haya un Estado palestino. Impondr¨¢ si gana las elecciones -el 28 de marzo- un plan interino unilateral y aunque ofrezca la creaci¨®n de un Estado palestino, eso no vale nada. La cuesti¨®n es ?con qu¨¦ retirada israel¨ª?; ?con qu¨¦ fronteras?; ?con Jerusal¨¦n Este de capital?; ?y qu¨¦ pasar¨¢ con los refugiados? Aunque los palestinos aceptemos que no vuelvan -son cuatro millones-, exigimos que Israel reconozca su responsabilidad en la expulsi¨®n de su tierra".
Y se dir¨ªa que todos los israel¨ªes, Shahak, Rabin, Ilan Shalgi -legislador del Shinui, centrista-, Eppi Yaar -acad¨¦mico-, entre otros, coinciden en lo que califican de gran esperanza. Sharon, que se presenta como l¨ªder de un partido de su creaci¨®n, Kadima (Adelante), cabe que forme coalici¨®n con el laborismo que, desde que derrot¨® hace un mes al impermeable Sim¨®n Peres, dirige el sindicalista Amir Peretz, y eso ser¨ªa -aseguran- garant¨ªa de moderaci¨®n. "Si Sharon ha formado un nuevo partido, ser¨¢ para algo", dice Rabin. Y Shahak, optimista de complexi¨®n: "Todo es un proceso. Hace unos a?os no se pod¨ªa hablar de Estado palestino, ni de concesiones sobre Jerusal¨¦n, ni de refugiados, y hoy no son asuntos tab¨²". El tiempo, sin duda, juega, pero Sharon parece convencido de que ¨²nicamente a su favor.
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