"En Ariel Sharon se confunden tres personalidades diferentes"
Martin Indyk, cincuentena bien ataviada, cr¨¢neo digno del Mount Rushmore, es uno de los hombres que m¨¢s saben del conflicto palestino-israel¨ª. Jud¨ªo australiano nacionalizado norteamericano, ha sido embajador en Israel, participado en todas las movidas negociadoras de los noventa, y es hoy director de uno de los think tank (centro de an¨¢lisis) y lobby sionistas m¨¢s importantes de Estados Unidos. En la reuni¨®n de Toledo habla s¨®lo espaciadamente, con una contundencia un pelo suficiente, y, siempre animado por la visible convicci¨®n de que sabe muy bien lo que dice. Sus palabras ante las elecciones israel¨ªes del 28 de marzo son especialmente relevantes.
"La salud de Sharon es, inevitablemente, uno de los asuntos clave de la campa?a". El primer ministro israel¨ª fue dado el martes de alta por un derrame cerebral, parece que menor, que le sorprendi¨® el fin de semana. "Ya no es joven, y no parece estar en forma. Por ello, ser¨¢ muy importante fijarse en los que aparezcan junto a ¨¦l, Ehud Olmert [segundo con Sim¨®n Peres de Ariel Sharon] y Ari Dichter [ex jefe del servicio secreto militar Shin Beth], porque con ello estar¨¢ apuntando a quienes puedan ser sus posibles sucesores". Es pronto para llegar a conclusiones, dice, sobre las posibilidades de Sharon tras el infarto, pero "sus asesores de imagen seguro que querr¨ªan hacerle aparecer en su granja del Negev con una vaca en brazos", para que nadie dude, seguro, de que est¨¢ hecho un toro.
"La salud del primer ministro es uno de los asuntos clave de la campa?a"
"Si Ham¨¢s gana las elecciones, el Gobierno israel¨ª se negar¨¢ a negociar"
El 25 de enero es la Palestina, dicen que aut¨®noma, la que celebrar¨¢ comicios, que se observar¨¢n muy de cerca en Israel. "Ham¨¢s [el mayor movimiento integrista y terrorista palestino] dominar¨¢ la legislatura; y para ello no hace falta que gane, sino que con el 30% o 40% de los esca?os le bastar¨¢ para tener derecho de veto sobre cualquier decisi¨®n de la Autoridad Palestina [dominada por Al Fatah, el movimiento creado por el difunto Arafat] en el proceso de paz. Evidentemente, si gana las elecciones, el Gobierno israel¨ª se negar¨¢ a negociar". Pero, la pregunta del bill¨®n -cosas del encarecimiento de la vida- es ?qu¨¦ plan de paz tiene Sharon en la cabeza, si gana el 28 de marzo?
"Mi convicci¨®n es que har¨¢ una nueva retirada unilateral. Si ahora los palestinos tienen reconocido en teor¨ªa, puesto que el Ej¨¦rcito israel¨ª se mueve por toda Cisjordania, como propio el 42% del territorio, Sharon abandonar¨¢ hasta el 70% o 75%, y los palestinos no pueden decir que no a ninguna retirada, como tampoco pod¨ªan a la de la franja de Gaza [en septiembre pasado]. El primer ministro dir¨¢, sin embargo, que todo ello es s¨®lo una soluci¨®n interina hasta que los palestinos sean capaces de presentarse como socios veros¨ªmiles para negociar la paz". Es decir, que liquiden a Ham¨¢s y otros terrorismos.
"?se ser¨¢ el momento para que la comunidad internacional diga bravo y presione para que, por ejemplo, lo evacuado tenga continuidad territorial y no est¨¦ dividido en cantones, y para que haya alg¨²n pasillo que comunique con Jerusal¨¦n Este [que la Autoridad Palestina reclama como capital de un futuro Estado] y all¨ª pueda organizar su autogobierno el pueblo palestino".
Todo ello deber¨ªa significar, entonces, que por comparaci¨®n con su abrupta antropolog¨ªa anterior estamos ante un nuevo Sharon.
"No lo creo. Hay tres Sharon que son siempre el mismo. El primero es el general, que s¨®lo cree en la fuerza, que no acepta la teor¨ªa de los dos Estados, palestino e israel¨ª, el de la acci¨®n militar contra el terrorismo. El segundo es el pol¨ªtico, el m¨¢s brillante de Israel, el que en una sociedad fracturada como ¨¦sa es quien mejor planea coaliciones de gobierno, porque es flexible y pragm¨¢tico, porque carece de ideolog¨ªa, y el tercero es el aspirante a estadista, el que anhela ser aclamado mundialmente, que quiere hacer la paz aunque no crea en ella. A ese Sharon s¨®lo le interesa la supervivencia del Estado hebreo, y para ello necesita que exista tambi¨¦n a su lado un Estado palestino, que haya puesto previamente fin al terrorismo. Y no hay tampoco que pensar que esos tres personajes sean sucesivos en el tiempo, sino que conviven en su persona y cada uno de ellos emerge cuando las circunstancias lo solicitan".
Una trinidad de Ariel Sharon para todas las ocasiones.
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