La aplicaci¨®n de la nueva ortograf¨ªa del neerland¨¦s separa a flamencos y holandeses
Los docentes estudiar¨¢n en enero la norma, que varias publicaciones han decidido no aplicar
La aplicaci¨®n de la nueva ortograf¨ªa de la lengua neerlandesa, hablada en Holanda y Flandes (norte de B¨¦lgica), ha mostrado el distinto valor atribuido por ambos vecinos al idioma que comparten. Dispuestas para su entrada en vigor en agosto pr¨®ximo, las normas han provocado un debate nacional entre los holandeses y el rechazo frontal de los mayores diarios nacionales, varios semanarios y la televisi¨®n estatal. Para los flamencos, por el contrario, la unidad ling¨¹¨ªstica del neerland¨¦s resulta esencial dado el biling¨¹ismo con el franc¨¦s de Valonia, al sur del pa¨ªs. En Alemania, una reforma similar pactada en 1994 con el cant¨®n germano de Suiza y Austria a¨²n no funciona del todo.
Presentada el pasado abril, la nueva ortograf¨ªa se ha convertido ahora en uno de los asuntos m¨¢s debatidos en Holanda. Los argumentos esgrimidos oscilan entre la cr¨ªtica a los ling¨¹istas que la han reformado por su supuesto elitismo, y una sonora negativa a ponerla en pr¨¢ctica. Las dudas sobre su efectividad han alcanzado tambi¨¦n las aulas, especialmente las de secundaria. Sus alumnos, que aprendieron en primaria una ortograf¨ªa diferente a la nueva, temen acumular suspensos por escribir mal palabras antes correctas. La Asociaci¨®n de Profesores de Lenguas Vivas, que re¨²ne a 500 de los cerca de 10.000 docentes de holand¨¦s, supone que muchos ignorar¨¢n la reforma en sus clases. De ah¨ª que deseen reunirse en enero con los medios de comunicaci¨®n y la Uni¨®n Ling¨¹¨ªstica Neerlandesa (Taalunie), responsable de los cambios.
En el bando de los cr¨ªticos aparecen expertos como Hans Heestermans, antiguo redactor jefe del diccionario Van Dale, obra de referencia del neerland¨¦s. En su opini¨®n, los fil¨®logos que han colaborado en la nueva ortograf¨ªa no han salido a la calle a escuchar al usuario. "Adem¨¢s, son inconsecuentes. Se escribir¨¢ con una k la palabra lokaal (local, sala). Pero con una c, la palabra localiteit (localidad)". Henk Verkuyl, catedr¨¢tico em¨¦rito de Ling¨¹¨ªstica y miembro de Taalunie, lo ve de otro modo. Los mismos diarios que rechazan su trabajo ignoran, dice, "el profundo an¨¢lisis requerido por una empresa de esta envergadura". Ambos especialistas han aprovechado la tribuna del rotativo holand¨¦s De Volkskrant para exponer sus opiniones. Este peri¨®dico, junto con sus colegas de Trouw y el vespertino NRC Handelsblad, han anunciado que no aplicar¨¢n la nueva ortograf¨ªa. La consideran innecesaria y motivo de confusiones. Tampoco piensan hacerlo los cuatro semanarios pol¨ªticos holandeses, entre ellos Elsevier, la cadena estatal de televisi¨®n (NOS) y el proveedor Planet Internet.
Para el Ministerio de Educaci¨®n, la pol¨¦mica ha sido una sorpresa. Su titular, Maria van der Hoeven, ha recordado que la revisi¨®n actual ha querido resolver los problemas creados con la anterior, efectuada en 1995. El Gobierno, por otra parte, no puede actuar contra las decisiones adoptadas por Taalunie. La Uni¨®n Ling¨¹¨ªstica Neerlandesa es el resultado del tratado firmado en 1981 por B¨¦lgica y Holanda para unificar la ortograf¨ªa del idioma com¨²n. "Y un acuerdo internacional est¨¢ por encima de las normas nacionales", ha recordado Van der Hoeven. La postura del Ejecutivo coincide con la de varios acad¨¦micos, partidarios de que las palabras aparezcan iguales en todos los escritos oficiales. El mencionado diccionario Van Dale, el Libro Verde (Groene Boekje) -dedicado s¨®lo a la ortograf¨ªa neerlandesa- y los vol¨²menes del texto son los principales ejemplos. As¨ª, tener que escribir paardenbloem (diente de le¨®n) en lugar de paardebloem, sin la n intercalada. O bien re-integratie, con un gui¨®n, y no re?ntegratie, con di¨¦resis, ser¨ªan concesiones para una mejora.
Empuje del franc¨¦s
En Flandes, la situaci¨®n adquiere un matiz distinto. Dos de los grandes diarios nacionales, De Standaard y De Tijd, y la televisi¨®n en neerland¨¦s (VRT) acatar¨¢n la nueva ortograf¨ªa. Seg¨²n Luc Devoldere, redactor jefe de la revista cultural flamenco-holandesa Ons Erfdeel, la unidad del idioma es esencial. Entre otras cosas, porque los flamencos no tienen la tranquilidad de los holandeses con respecto al propio, dado el empuje del franc¨¦s en un pa¨ªs biling¨¹e como B¨¦lgica. Otros detalles, como el hecho de que la productora Walt Disney traduzca sus pel¨ªculas infantiles al flamenco y al holand¨¦s, "como si fueran dos lenguas distintas", tambi¨¦n preocupan a los partidarios flamencos de la uni¨®n ortogr¨¢fica.
A falta de ocho meses para la aplicaci¨®n formal de estos cambios, el modelo de la fallida reforma alemana no resulta alentador. Acordada en 1994 junto con Suiza y Austria, entr¨® en vigor en 1998 con un periodo de adaptaci¨®n hasta 2005. En el a?o 2000, el rotativo Frankfurter Allgemeine Zeitung volvi¨® a la antigua ortograf¨ªa. En 2004 le secundaron otros cuatro diarios, adem¨¢s de algunas editoriales y escritores y dos Estados, Beieren y Westfalia del Norte. Y as¨ª siguen las cosas.
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