Narradores con riesgo

En menos de cinco a?os, la revista literaria McSweeney's ha ocupado un espacio central en la amplia oferta de Estados Unidos. La gran tradici¨®n del relato breve norteamericano se ha expresado siempre desde las publicaciones literarias, ya fuesen de ¨¢mbito universitario o de divulgaci¨®n general -como The New Yorker o The Atlantic-, pero en la ¨²ltima d¨¦cada dichas revistas se han acomodado y publican sobre todo a autores reconocidos y a j¨®venes valores que no ofrecen demasiados riesgos. Creada y dirigida por el escritor Dave Eggers, McSweeney's es cuatrimestral y naci¨® como una alternativa para albergar a voces m¨¢s radicales, experimentos literarios de dif¨ªcil encaje y textos de tipo documental. Lo dec¨ªa hace unos meses el propio Eggers en una entrevista: "Coincidiendo con Bush en el poder, hay una tendencia a evitar todo lo que es formalmente m¨¢s innovador". El car¨¢cter combativo de la revista, adem¨¢s, no est¨¢ re?ido con un gusto exquisito en el dise?o: uno de los ¨²ltimos n¨²meros publicado consist¨ªa en un estuche con un peine, un cuento circular de Robert Coover en forma de baraja de cartas y una revista con historias de Ann Beattie, Roddy Doyle o Denis Johnson.

La antolog¨ªa de McSwee-

ney's

en dos vol¨²menes es la mejor forma de acercarse al ideario de la revista. Su cuidador ha dejado de lado algunas obras breves m¨¢s anecd¨®ticas o ingeniosas (aunque se recomienda buscarlas en su p¨¢gina web, www.mcsweeneys.net) y ha seleccionado a 32 autores diferentes. Algunos ser¨¢n conocidos del lector espa?ol, como Rick Moody, Jonathan Lethem, George Saunders o David Foster Wallace -y en ese sentido la antolog¨ªa funciona tambi¨¦n como un buen muestrario de la l¨ªnea editorial emprendida por Mondadori-, pero en su mayor¨ªa se trata de autores traducidos por primera vez. El nivel medio es notable aunque el conjunto, inevitablemente, resulte un tanto irregular. No falta la mezcla de g¨¦neros y alg¨²n que otro experimento se pierde en la pura formulaci¨®n. Cabr¨ªa destacar, entre otros, Tres reflexiones sobre la muerte, un texto sombr¨ªo de William T. Vollmann; Con K de Kopia, una fantas¨ªa kafkiana de Jonathan Lethem; El techo, relato de desamor claustrof¨®bico de Kevin Brockmeier; Moluscos, un ejemplo de ese humor extra?o que practica Arthur Bradford, o la contundencia verbal de No molesten, de A. M. Homes. Asimismo merecen una menci¨®n, por su calidad, algunos textos de no-ficci¨®n: Zeb Borow escribe sobre los movimientos independentistas de Hawai y Gary Greenberg cuenta su relaci¨®n epistolar con el terrorista Unabomber. Lo mejor de McSweeney's resulta, en fin, un buen acercamiento a la literatura norteamericana actual.