El grito de Spielberg contra la intransigencia

Hace 33 a?os, en el verano de 1972, el comando palestino Septiembre Negro entraba en la Villa Ol¨ªmpica de M¨²nich, asesinaba a dos atletas israel¨ªes y secuestraba a otros nueve. Los terroristas exig¨ªan la liberaci¨®n de 234 fedayin encarcelados en Israel y de dos palestinos presos en la Rep¨²blica Federal de Alemania. De lo contrario, matar¨ªan a sus rehenes. Israel se neg¨® al canje pero Alemania trat¨® de negociar. Sin embargo, todo acab¨® mal: en un intento alem¨¢n por terminar con el secuestro, los nueve atletas mor¨ªan tiroteados junto a cinco de los ocho terroristas. Poco despu¨¦s, el Gobierno israel¨ª encargaba a cinco hombres del Mosad, su servicio secreto, buscar a los supuestos cerebros palestinos de la operaci¨®n de M¨²nich y eliminarlos.

"Creo que es bueno que los cineastas tengan el coraje de hablar de estos temas"

"Estoy muy orgulloso de no haber demonizado a nadie en esta pel¨ªcula"

M¨²nich, la ultima pel¨ªcula de Steven Spielberg, recrea los sangrientos sucesos que en los a?os setenta conmocionaron al mundo. La pel¨ªcula, protagonizada, entre otros, por Eric Bana, Daniel Craig (el pr¨®ximo James Bond) y Geoffrey Rush, repasa los hechos de aquel dram¨¢tico septiembre de 1972.

El periodista y escritor George Jonas public¨® despu¨¦s un libro titulado Venganza (en Espa?a publicado en 1985 por Planeta con el subt¨ªtulo de El relato ver¨ªdico de una misi¨®n contraterrorista israel¨ª), que se convertir¨ªa en un cl¨¢sico del espionaje y en el que narr¨® la odisea, que dur¨® a?os, protagonizada por ese grupo de israel¨ªes convertidos en asesinos por orden de su Gobierno.

La novela de Jonas es la base de la pel¨ªcula de Spielberg, que ha contado para escribir el gui¨®n con el guionista Eric Roth y el dramaturgo y premio Pulitzer Tony Kushner, otro jud¨ªo acostumbrado a abordar temas pol¨ªticamente delicados. Su alianza ya ha dado el primer resultado: M¨²nich, definida por Spielberg como una "ficci¨®n hist¨®rica", es candidata al Globo de Oro al mejor gui¨®n adaptado y a la mejor direcci¨®n. Sin embargo, al contrario de lo que esperaba el sector m¨¢s radical de los jud¨ªos estadounidenses, que aplaudi¨® La lista de Schindler (su oscarizada pel¨ªcula sobre el Holocausto), Spielberg ha optado aqu¨ª por presentar las dos caras del conflicto, osando incluso humanizar a un terrorista palestino, algo que tampoco ha sentado bien en Israel, donde el retrato de los miembros del Mosad ya ha levantado ampollas. M¨²nich a¨²n no se ha estrenado all¨ª pero su c¨®nsul en Los ?ngeles la ha calificado de "pretenciosa y superficial" por poner al mismo nivel a los terroristas palestinos y a los antiterroristas israel¨ªes.

Spielberg no lo ve as¨ª. "Estoy muy orgulloso de no haber demonizado a nadie en esta pel¨ªcula", declar¨® este mes en la ¨²nica entrevista que ha concedido hasta ahora, en la revista Time. "Todos son individuos. Todos tienen familias. Aun as¨ª, yo condeno lo que ocurri¨® en M¨²nich. Y por eso quer¨ªa hacer esta pel¨ªcula. Cada cuatro a?os hay unos Juegos Ol¨ªmpicos en alg¨²n sitio del mundo y nunca se ha ofrecido el tributo adecuado a los atletas asesinados en 1972. Yo quer¨ªa contar esta historia en honor a ellos".

Sin embargo, para algunos cr¨ªticos, este intento de Spielberg de mostrar equilibradamente las dos caras de un problema que sigue enquistado en el coraz¨®n de Oriente Pr¨®ximo no basta para hacer una buena pel¨ªcula. La revista Variety, que no duda en alabar la calidad t¨¦cnica, interpretativa, musical y visual del filme, arremeti¨® contra Spielberg por ser excesivamente obvio en su premisa de que la violencia genera m¨¢s violencia y por su incapacidad para convertir su reflexi¨®n ideol¨®gica en un thriller entretenido. "La disputa entre el impulso por la justicia moral y el deseo racional de romper el ciclo de la violencia es la clave de la pel¨ªcula, pero ese problema se explora de forma demasiado obvia y expl¨ªcita. No se mantiene el inter¨¦s intelectual", escribe el cr¨ªtico Todd Mccarthy.

El propio Spielberg ha reconocido no saber si su pel¨ªcula es lo suficientemente comercial. "M¨²nich es una oraci¨®n por la paz", ha dicho. "El gran enemigo de la paz en la regi¨®n no son los palestinos o los israel¨ªes sino la intransigencia", declara el director que, pese a estas palabras, niega haber tratado con su pel¨ªcula de sugerir soluciones al conflicto. "No creo que haya pel¨ªcula o libro capaz de arreglarlo pero merece la pena intentarlo. Creo que es bueno que los cineastas tengan el coraje de hablar de estos temas", ha se?alado.

M¨²nich apenas ha tenido publicidad antes de su estreno. As¨ª lo ha querido Spielberg, quien adem¨¢s decidi¨® que el principal responsable de comunicaci¨®n no fuera nadie relacionado con el cine sino con Oriente Pr¨®ximo. Dennis Ross, quien ejerci¨® como enviado especial para esa zona del globo durante las administraciones de Bill Clinton y Bush padre, ha sido la mente que ha movido f¨ªsicamente la pel¨ªcula. Los miembros de organizaciones como el Council of Foreign Relati-ons o el Washington Institute for Near East Policy, influyentes creadores de opini¨®n pol¨ªtica, han compuesto, entre otros, la audiencia previa al estreno. Frente a esos privilegiados espectadores, Ross se ha dedicado a advertir de que M¨²nich no busca dar respuestas sino alimentar el debate respecto a la violencia que carcome la zona. "Acud¨ª a la proyecci¨®n pensando que Spielberg, un jud¨ªo que ha donado millones de d¨®lares a la causa jud¨ªa, habr¨ªa hecho una pel¨ªcula proisrael¨ª. Pero al terminar de verla ya no estaba tan segura, por lo que puede que Ross tenga que ejercer de diplom¨¢tico en las pr¨®ximas semanas", relataba Margaret Carlson, columnista de la agencia Bloomberg.

La voluntad de Spielberg de contribuir a la reflexi¨®n sobre el conflicto palestino-israel¨ª no termina en M¨²nich. Su pr¨®ximo proyecto consiste en entregar a 250 ni?os palestinos e israel¨ªes c¨¢maras de v¨ªdeo para que filmen peque?os documentales personales sobre su d¨ªa a d¨ªa. Y as¨ª ha descrito sus motivaciones: "Es el tipo de idea que puede ser efectiva. Simplemente, hacer entender a la gente que no hay tantas diferencias que dividan a israel¨ªes y palestinos, al menos como seres humanos".