Un tribunal holand¨¦s califica de genocidio la matanza con gas de 5.000 kurdos en el norte de Irak en 1988
La Justicia holandesa conden¨® ayer a 15 a?os de c¨¢rcel a Frans van Anraat por su participaci¨®n en cr¨ªmenes de guerra. Se trata del primer ciudadano holand¨¦s sentenciado por dicho delito, cometido al haber suministrado a Irak -entre 1984 y 1988- materias primas para fabricar gas nervioso y gas mostaza. Ambos fueron utilizados por el r¨¦gimen de Sadam Husein en la guerra contra Ir¨¢n (1980-1988). Tambi¨¦n lo hizo en su campa?a contra la poblaci¨®n kurda establecida en el norte del pa¨ªs. La muerte de 5.000 personas, en su mayor¨ªa mujeres y ni?os, en la localidad de Halabya en 1988 fue calificada por el tribunal de genocidio.
Van Anraat no estuvo presente durante la lectura de la sentencia, que se prolong¨® tres horas. Los jueces desestimaron el cargo de complicidad en genocidio, tambi¨¦n planteado por la acusaci¨®n, por no haberse podido demostrar que en su ¨¢nimo estuviera el exterminio de las poblaciones que sufrieron las consecuencias de los ataques con gas. A pesar de ello, la pena impuesta por los cr¨ªmenes de guerra fue igualmente elevada. Los abogados del empresario hab¨ªan alegado que no pod¨ªa considerarse el genocidio en este caso. La raz¨®n aducida era simple: el juicio contra Sadam Husein, principal acusado por dicho delito, est¨¢ todav¨ªa en curso en su propia tierra. De todos modos, recurrir¨¢n el fallo de ayer.
En sus testimonios, Van Anraat siempre mantuvo que cre¨ªa vender productos destinados a la industria textil. Cuando las televisiones internacionales mostraron en 1988 las im¨¢genes de los cuerpos destrozados de los habitantes de Halabya, "se le abrieron los ojos", seg¨²n dijo. El problema es que uno de sus socios, de nacionalidad japonesa, asegur¨® ante los jueces que el empresario conoc¨ªa el verdadero destino de las sustancias en cuesti¨®n. Incluso a?adi¨® que era preciso falsificar los documentos y sortear aduanas para llegar a Bagdad. Seg¨²n los informes de Naciones Unidas, habr¨ªa organizado al menos 36 env¨ªos de unas materias primas procedentes de Estados Unidos y Jap¨®n. Una vez en Europa, el cargamento sal¨ªa del puerto belga de Amberes y entraba en Irak a trav¨¦s de Jordania. Todo el proceso le vali¨® al holand¨¦s ser considerado por la propia ONU el principal intermediario de Sadam Husein en la obtenci¨®n de armas qu¨ªmicas.
Durante el juicio, Cees Wolterbeek, antiguo inspector de Naciones Unidas en Irak, se?al¨® que todo el gas mostaza fabricado por el pa¨ªs ¨¢rabe a partir de 1987 "proced¨ªa pr¨¢cticamente de las materias primas proporcionadas por Van Anraat". Dicho comercio sigui¨® despu¨¦s de las restricciones impuestas a la venta de ciertos productos qu¨ªmicos considerados peligrosos para la seguridad, a Oriente Pr¨®ximo y a algunos pa¨ªses de Europa del Este. El empresario holand¨¦s hab¨ªa sido advertido, adem¨¢s, en 1984, de las posibles consecuencias legales de sus transacciones. La defensa tambi¨¦n apunt¨® la intervenci¨®n de los servicios secretos holandeses en la detenci¨®n de su cliente. Van Anraat habr¨ªa sido ayudado a regresar a su pa¨ªs desde Bagdad, donde se refugi¨® entre 1989 y 2003, a cambio de informaci¨®n. La fiscal¨ªa asegur¨® que sus investigaciones y la acusaci¨®n formal se hab¨ªan producido sin presiones.
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