Retrato de un paisaje

A sus se?or¨ªas que asistieron al ¨²ltimo pleno de las Cortes Valencianas tampoco les cantaron las cuarenta los escolares de San Ildefonso, y vaya que se lo hab¨ªan ganado a pulso. M¨¢s atentos al d¨¦cimo que al varapalo de la Comisi¨®n Europea, el hemiciclo era un contenedor de desinter¨¦s e irresponsabilidad. Todos los diputados o una inmensa mayor¨ªa estaban m¨¢s pendientes de los premios que del debate y aprobaci¨®n de la ley Urban¨ªstica Valenciana (LUV). Al metro por metro, que anuncia el consejero Rafael Blasco, se lo cepill¨® el euro por euro de la terminaci¨®n del Gordo, y los casi 55 millones de metros cuadrados que se reclasificar¨¢n de aqu¨ª a que llegue febrero, para darles suelo y m¨¢s pasta a los promotores de los 96 PAI, al amparo de la Ley Reguladora de Actividad Urban¨ªstica (LRAU), que se marcaron los socialistas, all¨¢ por 1994, pero a la que los populares largaron vuelo y licencia, para hacerse con las tierras m¨¢s codiciados, y forrarse los ri?ones, a la remanguill¨¦, como quien no quiere la cosa. Pero, con todo, el retrato del paisaje parlamentario no resulta tan penoso, si se considera, como le aseguraron al cronista, que muchas de sus se?or¨ªas dejaron la bancada, tan solo para irse de villancicos, como cumple a la coartada del ya m¨¢s que sobado esp¨ªritu de estas festividades. Por otra parte, la nueva normativa auton¨®mica en materia de urbanismo que se sancion¨® el d¨ªa 22, es -a juicio de la oposici¨®n- poco menos que papel mojado: se salta a la torera las directrices de la Comisi¨®n Europea, y consecuentemente tendr¨¢ que v¨¦rselas en los tribunales comunitarios, antes de lo que se figura. El cronista tiene sus dudas acerca de la supuesta diligencia de las referidas instituciones, pero ninguna respecto al espect¨¢culo de abusos y saqueos que ofrece, en sesi¨®n continua, nuestra compa?a del ladrillo y sus dom¨¦sticos. Y eso no se concilia con argumentos, como los sustentados por el portavoz adjunto del PP en las Cortes, se?or Maluenda, quien calific¨® la nueva ley "de enorme trascendencia para garantizar el desarrollo econ¨®mico y social de nuestra tierra". Qu¨¦ l¨¢stima. Tambi¨¦n se podr¨ªa haber percatado de la enormidad aducida, diez a?os atr¨¢s. Por supuesto, los se?ores diputados de la oposici¨®n, Adolf Sanmart¨ªn, por el PSPV, y Cales Arnal, por Esquerra Unida- L'Entesa, dijeron que de eso, nada. El primero rechaz¨® la norma popular, porque adem¨¢s de no resolver los problemas, genera inseguridad jur¨ªdica, toda vez que no recoge, en su texto, las recomendaciones del Parlamento Europeo. Y el representante de EU-L'Entesa, concluy¨® pr¨¢cticamente en el mismo sentido. As¨ª est¨¢ el panorama de nuestro voraz y desastroso urbanismo, que ninguna o tan pocas cosas respeta y tantos dineros se embolsa, dejando tras sus actuaciones un panorama desolado y opresivo. En el ¨¢lbum de fotograf¨ªas del cronista, falta la del presidente Camps, en Bruselas o en Estrasburgo. ?Qu¨¦ bel¨¦n les va a montar?, ?el de la conspiraci¨®n? Cuando ya termina el a?o 2005, no se vislumbran enmiendas, ni se frena la depredaci¨®n del suelo. Alguien ha dicho: la Comunidad Valenciana es la jungla de asfalto. Y el cronista dice: de jungla, nada; de asfalto, todo.