A Dakar en familia
Miguel Prieto afronta su 19? edici¨®n del rally Dakar junto a su hijo Mikel, que compite con un cami¨®n de apoyo
Una Navidad m¨¢s, y van 19, a Miguel Prieto (Zamora, 1952) le preocupa m¨¢s no atragantarse con las dunas del rally Dakar que con las uvas de Nochevieja. Cuando, fatigado, cruce la meta de cada una de las 15 etapas de las que consta esta mezcla de carrera deportiva y reto personal que da inicio el 31 de diciembre en Lisboa, deber¨¢ echarle un vistazo a lo que ha hecho ese d¨ªa otro Prieto. Y es que su hijo Mikel, de 27 a?os, tambi¨¦n toma parte en la carrera. No ser¨¢ la primera vez -ya ha hecho de asistente para su padre en tres ediciones-, pero s¨ª supone su estreno como competidor. Mikel Prieto ser¨¢ copiloto de uno de los dos camiones que respaldan a su padre y que participa tambi¨¦n en la prueba reservada a esta categor¨ªa.
El piloto vitoriano participa esta vez con un todoterreno que se ha fabricado
Dice Miguel Prieto, afincado en Vitoria desde su juventud y mejor piloto de coches espa?ol en el Dakar con su segundo puesto en 1999, que s¨®lo pide una cosa a los que le acompa?an, "capacidad de sufrimiento". Lo dice con la experiencia de 25 a?os de profesional en rallies por medio mundo. "Esta es la forma de vida que he elegido, y me gusta", explica. De momento, no le ha dado ning¨²n consejo a su hijo, pero ¨¦ste ya intuye lo que le espera. "Es la primera vez que me subo a un cami¨®n en el Dakar. Es m¨¢s exigente". "A m¨ª me gustar¨ªa que aprendiera cosas para su profesi¨®n y que viva una experiencia agradable", dice Miguel.
Sin descuidar sus intereses deportivos, Mikel atender¨¢ cualquier contratiempo que le surja a su padre durante los 9.043 kil¨®metros de carrera, a trav¨¦s de Portugal, Espa?a, Marruecos, Mauritania, Mali, Guinea y Senegal, y se encargar¨¢, como colaborador de publicaciones sobre motor, de la realizaci¨®n y env¨ªo de cr¨®nicas e im¨¢genes de la carrera a los medios de comunicaci¨®n. Pero su mayor anhelo es formar parte de la "gran aventura" que es el Dakar.
De eso anda sobrado su padre. "En esta carrera eres t¨² mismo. Lo ¨²nico que te importa es lo que tengas delante de tus ojos en ese momento", dice Prieto, que sintetiza la esencia del Dakar en una escueta y solidaria consigna: "hoy por ti, ma?ana por m¨ª". "Esta carrera me ha ense?ado a ver las peque?as cosas, a apreciar la vida de distinta manera, como disfrutar de la alegr¨ªa de ver el chorro de agua de un grifo y saber que puedes limpiarte. Y, sobre todo, a considerar valores importantes, como la amistad, la tolerancia y la comprensi¨®n", a?ade.
Miguel, que estima la condescendencia de su familia -"les gustar¨ªa que estuviese con ellos en Nochevieja, aunque se han acostumbrado"-, ha reclutado para esta ocasi¨®n como copiloto al mexicano Federico Montes. Ambos conducir¨¢n un veh¨ªculo construido para la ocasi¨®n, con el patrocinio de la firma de elevadores Haulotte y con materiales adquiridos en Estados Unidos en mayo. Desde entonces, y hasta ahora, Prieto se ha pasado todos los d¨ªas montando y desmontando su todoterreno en su taller, a las afueras de Vitoria. Ahora, quedan lejos los sue?os de alzarse vencedor del rally. Su aspiraci¨®n es llegar a la capital de Senegal el pr¨®ximo 15 de enero, pero tiene claros los l¨ªmites. "Lo principal es la seguridad, porque esto es una aventura y por encima de todo debe estar la sensatez".
Dos semanas en los desiertos del norte de ?frica dejan tras de s¨ª un duro examen de supervivencia, pero tambi¨¦n un pu?ado de an¨¦cdotas, divertidas o serias seg¨²n los casos. Miguel Prieto acumula un gran n¨²mero de ellas. Hace cuatro a?os, despu¨¦s de la rotura del motor y el consecuente abandono, Prieto y su copiloto se encontraban en un paraje des¨¦rtico de Libia. "A lo lejos, apareci¨® un manantial. Comprobamos que era agua caliente, y nosotros llev¨¢bamos d¨ªas sin poder asearnos. Luego supimos que ese pozo era un resto de un antiguo campo petrol¨ªfero". En otra ocasi¨®n, militares argelinos "ociosos", apostados en la frontera con Mauritania, les retuvieron durante varios d¨ªas. "No ten¨ªamos gasolina, y ellos accedieron a prestarnos combustible, pero tuvimos que quedarnos varios d¨ªas con ellos en el campamento para que no se aburrieran". Otros aspectos m¨¢s preocupantes son los que ata?en a las disputas entre Marruecos y el Frente Polisario. El Dakar se libra de ellas gracias a diversos acuerdos econ¨®micos. "El control es constante en la frontera de Marruecos con Mauritania. Ha habido amenazas del Polisario, pero si vas por tu camino, no hay problema". Donde s¨ª lo hay es con las minas desperdigadas por todo el territorio. Por ¨²ltimo, y antes de llegar a Dakar, se espera la llegada de invitados poco deseados. En Mali, bandas organizadas aprovechan las noches para desvalijar las posesiones de los participantes.
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