Narcosalas y pol¨ªtica
Ahora que llegamos a fin de a?o, tiempo para reflexionar, es necesario que los pol¨ªticos que dedicamos nuestra actividad a la ciudad de Barcelona empecemos a hablar con tranquilidad y no cabalgando en la actualidad m¨¢s rabiosa. Me parece que uno de los males de la pol¨ªtica actual es que se rige excesivamente por todo aquello que se quiere colocar en los medios de comunicaci¨®n, marcando las diferencias con los adversarios pol¨ªticos en todo lo que sabemos que puede reportarnos un rendimiento electoral, sin una verdadera reflexi¨®n de fondo sobre las propuestas, ni las actuaciones y consecuencias que se derivan de ¨¦stas. El caso del debate sobre la conveniencia de la instalaci¨®n de la narcosala de Vall d'Hebron es un ejemplo clar¨ªsimo. Un asunto tan delicado como ¨¦ste parec¨ªa que ten¨ªa todos los ingredientes para ser tratado lejos del populismo, lejos del mercadeo pol¨ªtico de poco nivel. Las manifestaciones de algunos vecinos, las discrepancias entre los partidos que forman el gobierno de la ciudad, la dificultad objetiva para conciliar el inter¨¦s general con el particular requer¨ªan que todos juntos nos sent¨¢ramos para mantener un debate sereno, bien dirigidos e informado por los especialistas; un debate transparente y claro para los afectados, tanto vecinos como enfermos.
Era la hora del rigor. Hac¨ªa falta explicar cu¨¢les son los objetivos pol¨ªticos: para nosotros acabar con el tr¨¢fico y el abuso en el consumo de drogas, en la medida de las posibilidades de los poderes p¨²blicos; garantizar una atenci¨®n sanitaria de calidad para los afectados; hacer cumplir la ley en materia de seguridad, especialmente para los vecinos m¨¢s pr¨®ximos a estos centros. Lo que los barceloneses reclaman es rigor y seriedad en la aplicaci¨®n de los criterios acordados desde el consenso, y que van a regir la instalaci¨®n de los espacios de atenci¨®n a las personas con problemas de drogas. Adem¨¢s, hac¨ªa falta ser claros cuando hay periodos transitorios, como en el caso que nos ocupa. ?Qu¨¦ proponemos? Mientras se acondiciona el edificio dentro del hospital de Vall d'Hebron que albergar¨¢ definitivamente el Centro de Asistencia y Seguimiento (CAS), y que incluir¨¢ la sala de consumo supervisado, la caseta provisional actual debe ser sustituida por el autob¨²s que se ha decidido poner en marcha en Nou Barris. Ninguna soluci¨®n a un problema complejo es sencilla. Debemos tener el coraje, pero al mismo tiempo debemos saber afrontar la realidad y saber explicarla tal como se ve.
Estoy muy satisfecho de haber contribuido al acuerdo que ha permitido al grupo municipal de Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU) participar en el consenso con el que se tramitar¨¢ el Plan de Drogodependencias de Barcelona 2006-2008, al que se ha asociado por primera vez un Plan de Equipamientos que incorpora, a instancias de CiU, un conjunto de criterios para planificar y desplegar los recursos que permitan dar respuesta a las necesidades del Plan de Drogas, y que ser¨¢n la accesibilidad (los equipamientos se acercar¨¢n a los lugares de residencia de las personas atendidas y estar¨¢n bien comunicados con el transporte p¨²blico), la integraci¨®n (estar¨¢n integrados en la red p¨²blica sanitaria), la transparencia (la ubicaci¨®n se decidir¨¢ despu¨¦s del di¨¢logo necesario y con consenso pol¨ªtico y social), la solidaridad (la distribuci¨®n ser¨¢ equitativa y con el apoyo de todos los grupos pol¨ªticos), la calidad (tendr¨¢n las condiciones necesarias), la vecindad (se garantizar¨¢ la calidad del entorno) y el control y seguimiento (se crear¨¢n mecanismos permanentes de di¨¢logo con los vecinos y entre t¨¦cnicos).
Conseguimos dar salida a una cuesti¨®n que causa una fuerte preocupaci¨®n entre los ciudadanos, las drogas en la ciudad, y lo hicimos de la ¨²nica manera que se puede hacer: desde el consenso. Era necesario realizar un ejercicio de responsabilidad, sin esconder los problemas, para dar respuesta a los nuevos retos que enfocamos en este ¨¢mbito. Por este motivo, tambi¨¦n resulta necesario reconocer los errores, buscar soluciones como la que CiU ha propuesto para Vall d'Hebron, y no mantener posiciones cerradas, ni por parte de la Administraci¨®n ni de algunos vecinos.
Nosotros, las personas de CiU en el Ayuntamiento de Barcelona, queremos ser la gente del s¨ª. La gente que apuesta por los proyectos que son buenos para nuestra ciudad, no importa qui¨¦n los presente o qui¨¦n se los apunta. La pol¨ªtica, tal como la entiendo, debe ser as¨ª. Nos jugamos la credibilidad del sistema, ?no les parece?
Xavier Trias es presidente del Grupo Municipal de CiU en el Ayuntamiento de Barcelona.
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