Johnnie To retrata con realismo y humor el ocaso de la mafia de Hong Kong
El cineasta gan¨® el premio al mejor director en el festival de Sitges
Los mafiosos que aparecen en Election, de Johnnie To, carecen de sofisticaci¨®n. Son tipos vulgares que resuelven sus desavenencias a navajazos y pedradas. El cineasta hongkon¨¦s, que obtuvo con esta pel¨ªcula el premio al mejor director en el pasado festival de Sitges, apuesta por el realismo para retratar el convulso mundillo del hampa. Los capitostes de la hermandad Wo Shing convocan a sus secuaces para cumplir una tradici¨®n milenaria: la elecci¨®n del presidente de la camada criminal.
Dos candidatos de talantes opuestos compiten por el cargo: el iracundo Big D y el taciturno Lok. Los jerarcas de la Tr¨ªada, la hist¨®rica mafia chino-hongkonesa, prefieren el aplomo del segundo. Gracias a ¨¦l, Lok se alza con el poder, aunque Big D no se resigna. Comienza as¨ª una encarnizada guerra entre ambas facciones. La desaparici¨®n del bast¨®n de mando, s¨ªmbolo venerado por los maleantes, envenena a¨²n m¨¢s el enfrentamiento. Eso s¨ª, en las escaramuzas nunca asoman armas de fuego. "He querido hacer una pel¨ªcula realista. La mafia forma parte de la cultura de Hong Kong. Nunca utilizan pistolas, s¨®lo en ocasiones contadas contratan a un sicario experto en armas de fuego", explic¨® Johnnie To en una entrevista durante la presentaci¨®n en Sitges del filme, que tambi¨¦n fue distinguido con el premio del jurado joven.
Para documentarse, el cineasta ley¨® numerosos libros sobre la Tr¨ªada y charl¨® con mafiosos locales. "La polic¨ªa sabe perfectamente qui¨¦n lidera la mafia de Hong Kong. Los gobernantes creen que el fin de la organizaci¨®n es una quimera, porque siempre habr¨¢ delincuentes. Su ¨²nico objetivo es que no extiendan las actividades fuera de las fronteras tradicionales del crimen, encontrar cierto equilibrio. Las autoridades chinas dec¨ªan que cuando Hong Kong volviera a su soberan¨ªa, acabar¨ªan con la Tr¨ªada, porque era algo extranjero. No ha sido as¨ª, es parte de nuestra realidad".
Johnnie To quer¨ªa mostrar adem¨¢s en el filme un cambio generacional destacad¨ªsimo: los delincuentes viejos siguen apegados a rituales y a ciertos patrones de comportamiento basados en una ¨¦tica peculiar; mientras que los j¨®venes despliegan una violencia indiscriminada que no atiende a escalafones vetustos. "La Tr¨ªada ha cambiado. Los viejos segu¨ªan unas reglas, se mov¨ªan por el respeto a la tradici¨®n. Por el contrario, a los j¨®venes s¨®lo les gusta el dinero. La mafia vive un momento de transici¨®n y decadencia".
A pesar de la crudeza de sus secuencias, hilvanadas con ritmos de blues, en Election tambi¨¦n abundan los toques de humor. "La vida es as¨ª y est¨¢ llena de humor negro". Finalmente, Lok y Big D llegan a un pacto "de caballeros" y deciden repartirse el tinglado. Sin embargo, la rivalidad por una mujer nada fatal acabar¨¢ con su aparente idilio.
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