Nuestros inmigrantes
?Son demasiados? ?Contribuyen al crecimiento del pa¨ªs? ?Son un elemento perturbador para la estabilidad social? La ¨²ltima encuesta del CIS sobre la opini¨®n de los espa?oles respecto a los inmigrantes ofrece claroscuros sobre un fen¨®meno que est¨¢ llamado a influir cada vez m¨¢s en nuestras vidas, como en las de las personas que viven en las sociedades m¨¢s ricas del planeta. La inmigraci¨®n ha pasado de ser un asunto menor a situarse como segundo problema nacional por detr¨¢s del desempleo y muy por delante del terrorismo, la vivienda, la carest¨ªa, la inseguridad y la educaci¨®n, seg¨²n el sondeo. Esa respuesta no deber¨ªa sorprender a nadie si se asume que el acelerado crecimiento demogr¨¢fico de Espa?a en menos de diez a?os se debe fundamentalmente a la llegada de extranjeros.
Espa?a es el segundo socio de la UE que ha recibido m¨¢s inmigrantes en la pasada d¨¦cada. A comienzos del a?o que acaba de terminar estaban empadronados 3.691.500 extranjeros, es decir, m¨¢s del 8% de la poblaci¨®n inscrita. Casi un 60% de los encuestados por el CIS opina que son ya demasiados frente a s¨®lo un 3,5% que cree lo contrario. Sin embargo, esa percepci¨®n de demas¨ªa resulta equivocada. Los espa?oles piensan que 20 de cada 100 habitantes son inmigrantes cuando en realidad s¨®lo lo son seis de cada 100. Posiblemente sea debido a la sensaci¨®n que tienen buena parte de los interrogados de estar muy en contacto con ellos por razones de trabajo, vecindad o amistad. O a la sensibilidad que han alimentado recientes sucesos como el intento masivo de entradas ilegales a trav¨¦s de Ceuta y Melilla.
Las sociedades desarrolladas muestran cada vez m¨¢s elementos xen¨®fobos inquietantes. El sondeo no detecta sin embargo graves prejuicios si se except¨²a el componente racista hacia los gitanos. Al contrario: m¨¢s de dos terceras partes opinan que los inmigrantes deben tener los mismos derechos que los nacionales, la posibilidad de traer a sus familias, acceder a la educaci¨®n p¨²blica, practicar su religi¨®n y -aunque en menor porcentaje- votar. Pero no falta tampoco el temor de quienes afirman que su presencia puede repercutir en una bajada de salarios (47%) o de los que respaldan su expulsi¨®n en el caso de que hayan cometido cualquier delito (50%). El mismo porcentaje piensa que el aumento de la inseguridad ciudadana est¨¢ ligada a la inmigraci¨®n. El reto es, por tanto, la aplicaci¨®n de pol¨ªticas de cohesi¨®n e integraci¨®n en materia de sanidad, vivienda y educaci¨®n que eviten la ecuaci¨®n inmigraci¨®n-marginalidad.
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