Horizonte despejado

Cuatro han sido los principales ejes sobre los que se ha movido la pol¨ªtica de territorio y vivienda en el ¨²ltimo a?o: el medio ambiente, los residuos, la vivienda y la innovaci¨®n legislativa. El primero, el medio ambiente. Este a?o concluye con diecisiete parques naturales, dos m¨¢s que el a?o pasado (Serra Gelada y Hoces del Cabriel, el de mayor extensi¨®n de todo el territorio valenciano), 21 parajes naturales municipales que suman m¨¢s de 7.000 hect¨¢reas protegidas, y 120 km. de costa totalmente protegidos. Son estas algunas de las cifras m¨¢s destacadas en cuanto a protecci¨®n de nuestro patrimonio natural, en un territorio, el de la Comunidad Valenciana, que tiene actualmente el 96,1% de su suelo declarado no urbanizable. Unas cifras que desdicen algunos de los t¨®picos que con mayor fortaleza medi¨¢tica se han propalado en el ¨²ltimo a?o. Este a?o nos hemos acercado a las 700.000 hect¨¢reas protegidas, lo que significa que hemos ganado alrededor de un punto en protecci¨®n respecto al pasado a?o, al pasar del 27,3% al 28,4% de territorio protegido.

La pol¨ªtica medioambiental se ha complementado con una mejora considerable en la calidad de nuestras aguas (se ha afianzado nuestro liderazgo en la consecuci¨®n de banderas azules) y un mayor conocimiento y an¨¢lisis del aire que respiramos y que servir¨¢ para poner en marcha pol¨ªticas activas de cara a los pr¨®ximos a?os. A ello hay que a?adir una eficaz pol¨ªtica de prevenci¨®n de incendios que nos permite mantenernos en la ratio de las 3.000 hect¨¢reas anuales y una reforestaci¨®n que se acerca a las 10.000. Con esta discriminaci¨®n positiva atajamos el d¨¦ficit que se ocasion¨® hasta 1994, a?o en que conviene recordarlo, con el PSPV-PSOE en la Generalitat, se quemaron 145.000 hect¨¢reas.

En segundo lugar, situar¨¦ la resoluci¨®n definitiva del mapa de residuos. Una vez aprobados todos los planes zonales, el pacto alcanzado entre la FMPCV, los empresarios y el PP y el PSPV al que despu¨¦s se uni¨® el BNV, ha facilitado la constituci¨®n de todos los consorcios necesarios para elaborar las estrategias propias de cada zona. Durante a?os, los residuos han sido el aguij¨®n con el que algunos ayuntamientos han tratado de desempolvar ancestrales disputas territoriales o los han aprovechado como dardo para reivindicaciones de todo tipo. La realidad tras este 2005 es muy diferente. Todos los consorcios de residuos est¨¢n constituidos. La Generalitat ha cumplido su compromiso de cerrar el Plan Integral de Residuos y ahora las decisiones para la construcci¨®n de plantas de residuos, sus aprovechamientos o el reciclaje podr¨¢n ser mucho m¨¢s ¨¢giles.

En tercer lugar, podemos asegurar sin ambages que este a?o ha sido el gran a?o de la vivienda protegida. Los programas iniciados a finales de 2003 han empezado a dar sus resultados. Hoy nos situamos, con m¨¢s de 50.000 viviendas protegidas, en una situaci¨®n de privilegio para afrontar los dos pr¨®ximos a?os. Tenemos la seguridad de que el inicial objetivo del presidente Camps de propiciar el acceso de 100.000 familias con recursos econ¨®micos escasos a una vivienda ser¨¢ una realidad. La reciente firma del convenio con la ministra de Vivienda para el Plan 2005-2008, as¨ª lo atestigua. Aun cuando algunos incr¨¦dulos afirmen que se han sentido sorprendidos porque una ministra del gobierno socialista haya asegurado que en la Comunidad Valenciana se cumple de sobra con los planes de vivienda. Una raz¨®n que ha servido para incrementar el fondo de reserva de eficacia destinado a vivienda protegida en nuestra Comunidad. Los n¨²meros, una vez m¨¢s, hablan por s¨ª solos. La m¨²sica estridente de las ¨²ltimas semanas de alg¨²n socio listo se ha visto acallada por el diapas¨®n de la propia ministra de Zapatero. Una vez m¨¢s, la falta de alternativa y la confusi¨®n de ideas en el socialismo valenciano han resultado clamorosas. Como ya ha ocurrido con la protecci¨®n del territorio, los n¨²meros vuelven a poner los silencios sobre los chirridos disonantes de la direcci¨®n de un partido socialista que ha rechazado pactar el desarrollo territorial y urban¨ªstico, incluso all¨ª donde muchos alcaldes socialistas act¨²an al margen cuando no en contra de sus l¨ªderes.

Finalmente, y en cuarto lugar, la innovaci¨®n legislativa en materia territorial y urban¨ªstica ha cerrado en 2005 el c¨ªrculo virtuoso que se puso en marcha en 2004 con la Ley de Ordenaci¨®n del Territorio y Protecci¨®n del Paisaje (LOTPP). Las ¨²ltimas semanas, con una ley, la Ley Urban¨ªstica Valenciana (LUV), felizmente aprobada en las Cortes Valencianas levantando acta de defunci¨®n de la LRAU socialista, hemos echado el candado a la renovaci¨®n legislativa emprendida. Nunca antes un cambio legislativo hab¨ªa tenido tanto calado social, ni se hab¨ªa acometido con tanta responsabilidad dentro de una misma cesta en la que cada mimbre tiene su engarce con el vecino. Hasta el punto, que hoy la LUV, la LOTPP, la Ley de Suelo No Urbanizable y la Ley de la Vivienda son como aquellas cerezas que al estirar la primera, es imposible separarla del resto. La compleja cesta legislativa ha puesto los cimientos y la estructura del nuevo edificio en materia territorial, medioambiental y urban¨ªstica para las pr¨®ximas d¨¦cadas. Ofrece la seguridad jur¨ªdica que se necesitaba y, de manera especial, ordena un futuro de progreso que tiene en el territorio su principal potencial, tanto de crecimiento como de protecci¨®n.

Estamos por tanto ante un a?o en el que han brillado m¨¢s las luces que las sombras y algunas de estas ¨²ltimas, como la LRAU, han desaparecido totalmente del horizonte.

El 2005 ha superado una gran parte de los obst¨¢culos planteados con un exceso de ruido por una oposici¨®n cegada en la apor¨ªa de que "cuanto peor para todos, mejor para ellos". Toda una hoja de ruta socialista, que los valencianos contin¨²an considerando, transcurrido ya el ecuador de la legislatura, totalmente rechazable.

Rafael Blasco es consejero de Territorio y Vivienda de la Generalitat Valenciana.