"Estudiamos realojar en Espa?a a refugiados con problemas en Marruecos"
Los saltos masivos de las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla que se produjeron hace casi tres meses supusieron una de las crisis migratorias m¨¢s importantes de los ¨²ltimos a?os en Espa?a. Entre los centenares de subsaharianos que lograron cruzar o fueron detenidos del lado marroqu¨ª se encontraban decenas de refugiados o candidatos a serlo, seg¨²n certific¨® entonces el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Ant¨®nio Guterres (Lisboa, 1949) exige una rigurosa distinci¨®n entre inmigrantes y candidatos al asilo y pide que se respete la vida y la dignidad de todos. En una reciente visita a Espa?a solicit¨® al Gobierno que acepte el realojamiento de subsaharianos refugiados en Marruecos. El Ejecutivo plantea esa posibilidad en su anteproyecto de ley de asilo.
"Enviar inmigrantes al desierto sin agua ni comida es una clara e inaceptable violaci¨®n de los derechos humanos"
"En los movimientos migratorios hay gente que no puede ser devuelta a pa¨ªses donde sus vidas o sus derechos est¨¢n en peligro"
"Despu¨¦s de negociaciones muy complejas, tenemos acceso a los solicitantes de asilo en Marruecos y tramitamos sus peticiones"
Pregunta. Lo que ocurri¨® en Ceuta y Melilla, ?fue un conflicto entre las legislaciones de extranjer¨ªa europeas y la protecci¨®n de los refugiados?
Respuesta. Creo que hay que abordar rigurosamente el nexo entre asilo y migraciones. La mayor parte de movimientos de poblaci¨®n alrededor de Europa son flujos migratorios legales o ilegales. Es gente que, de una forma que merece todo nuestro respeto, busca una vida mejor. Pero en el seno de estos movimientos hay personas con necesidad de protecci¨®n internacional, porque son refugiados que huyen de una persecuci¨®n o sufren situaciones de vulnerabilidad que deben entenderse desde la perspectiva de los derechos humanos. Es fundamental respetar el derecho de los Estados y las entidades regionales, como la UE, a gestionar sus fronteras y definir sus propias pol¨ªticas de inmigraci¨®n, pero al mismo tiempo hay que reconocer a las personas que, en el seno de esos movimientos, tienen derecho a protecci¨®n garantiz¨¢ndoles el acceso a los procedimientos de asilo. Todos ellos, inmigrantes y refugiados, tienen derecho a la vida y a la dignidad, a ser tratados de una forma humana. En esos flujos hay gente que no puede ser enviada a pa¨ªses donde sus derechos o sus vidas est¨¦n en peligro.
P. Europa y Espa?a descargan parte del control migratorio en pa¨ªses como Marruecos, que no hacen esas distinciones.
R. Es necesario crear esas capacidades de protecci¨®n en todo el mundo. El drama de los refugiados no es s¨®lo de los pa¨ªses desarrollados. Aqu¨ª hablamos de algunos miles de personas pero en Tanzania, Ir¨¢n o Pakist¨¢n hay cientos de miles y son Estados mucho m¨¢s pobres que han tenido durante d¨¦cadas la generosidad de aceptarlas en su territorio con una presi¨®n terrible sobre sus recursos. Crear esa capacidad de protecci¨®n en Marruecos es muy importante. Con el consentimiento del Gobierno marroqu¨ª tramitamos el estatuto de refugiado a muchas personas y con mucho rigor. S¨®lo un 9% de los que lo solicitan lo consiguen, debido a la visi¨®n rigurosa que tenemos. El fraude y el abuso deben ser combatidos, pero al mismo tiempo Europa tiene que mantenerse como continente de asilo.
P. En la crisis de las vallas detectaron demandantes de asilo entre los subsaharianos devueltos a Marruecos desde Espa?a. ?Fue legal esa devoluci¨®n?
R. No se puede juzgar el comportamiento de un pa¨ªs por una situaci¨®n concreta. El sistema espa?ol de asilo es uno de los mejores de Europa y el comportamiento de las instituciones est¨¢ mejorando. En momentos de tensi¨®n extrema pueden ocurrir muchas cosas. Trabajamos muy seriamente para que situaciones de protecci¨®n que no hayan sido adoptadas lo sean en el futuro. En Marruecos gestionamos el estatuto de refugiado a algunos de los detenidos durante la crisis y preparamos su reasentamiento en otros pa¨ªses. Las medidas que se tomen permitir¨¢n abordar situaciones de este tipo en el futuro con mejor capacidad de gesti¨®n.
P. Un refugiado en un pa¨ªs determinado, ?sigue gozando de la protecci¨®n de ACNUR si lo abandona?
R. Deseamos que cuando se otorgue un estatuto de refugiado a un ciudadano se mantenga el principio de libertad de movimientos, porque no son prisioneros entre fronteras. Deben tener una documentaci¨®n que les permita hacer una vida tan normal como la de los ciudadanos del pa¨ªs de acogida. En Europa, el procedimiento para otorgarlo se sigue en el pa¨ªs de entrada del refugiado. Eso no quiere decir que est¨¦ condenado a vivir toda su vida en ese Estado. La protecci¨®n internacional es global, pero la responsabilidad de ejercerla es del Gobierno que otorg¨® el estatuto.
P. Un inmigrante deportado al desierto sin agua ni comida ?es un candidato al asilo?
R. Una cosa es la protecci¨®n internacional y otra es que todos, sin excepci¨®n, tengan derecho a que su vida y su dignidad se respeten. No es posible ni aceptable que una persona est¨¦ en peligro de muerte o tortura. Adem¨¢s de la normativa sobre asilo, existe otra para proteger los derechos humanos de esas personas. Si alguien es conducido a una situaci¨®n como la que usted describe, estamos ante una clara e inaceptable violaci¨®n de derechos humanos.
P. ?C¨®mo valora la actitud de Marruecos en la crisis?
R. Creo que fue una situaci¨®n complicada que afect¨® a dos pa¨ªses que no estaban preparados. Lo m¨¢s importante ahora es el futuro, porque hay que garantizar la protecci¨®n de estas personas. Despu¨¦s de negociaciones muy complejas, tenemos acceso a los candidatos de asilo de Marruecos. Procesamos sus solicitudes ya que las autoridades marroqu¨ªes no tienen capacidad para hacerlo y necesitan apoyo. Al mismo tiempo, estudiamos con varios pa¨ªses europeos, entre ellos Espa?a, posibilidades de realojamiento de refugiados que est¨¢n en Marruecos y que, debido a la situaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs, tienen problemas para permanecer all¨ª.
P. ?Conoce el n¨²mero de refugiados o solicitantes de asilo deportados por Rabat?
R. Tuvimos una cooperaci¨®n muy estrecha con la Organizaci¨®n Internacional de Migraciones para que entre los deportados no hubiera gente con necesidad de protecci¨®n. Los que ten¨ªan el estatuto de refugiado y estaban detenidos ya est¨¢n en libertad. Mantenemos toda una red de contactos, incluso con las ONG, para detectar a estas personas, y trabajamos con otros pa¨ªses, como Mauritania, en el mismo sentido. Los sucedido en Ceuta y Melilla provoc¨® una toma de conciencia. Se comprendi¨® que es mejor lidiar con los problemas desde las normas humanitarias b¨¢sicas y, naturalmente, desde el derecho internacional. Pero el problema migratorio no tendr¨¢ soluci¨®n con simples medidas de protecci¨®n de fronteras. Si permitimos la destrucci¨®n de los sistemas productivos de los pa¨ªses de origen, no avanzamos en la cancelaci¨®n de la deuda y no ayudamos a sus instituciones, estas mareas humanas seguir¨¢n produci¨¦ndose.
P. ?Hay voluntad de cambio en el Gobierno marroqu¨ª?
R. Mi experiencia pol¨ªtica me dice que es muy dif¨ªcil llegar a acuerdos sobre el pasado. Para nosotros lo que cuenta es hablar del futuro y garantizar la protecci¨®n en toda esta regi¨®n con flujos muy complicados.
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