Fumar en el bar
En el bar de la esquina seguiremos fumando. H¨¦ctor ni siquiera ha tenido que organizar un refer¨¦ndum en el mostrador para conocer la opini¨®n de su parroquia, en mi bar de la esquina se fuma por aclamaci¨®n y por expectoraci¨®n y no hay m¨¢s que echar una ojeada a los ceniceros rebosantes al final de una jornada para que a un no fumador militante, a uno de esos activos fumadores pasivos, le de un ataque y haya que reanimarle con un copazo. "No te alegres tanto, al a?o que viene ir¨¢n tambi¨¦n a por vosotros", le dec¨ªa ayer a pie de barra, don Eladio, fumador y abstemio a don F¨¦lix, un bebedor activo, fumador por pasiva, que lleva a?os de esforzada pero respetuosa cruzada para apartarnos del tabaquismo desde el frente del alcoholismo. "Se puede beber sin fumar", repite a menudo don F¨¦lix. "Lo descubr¨ª hace 20 a?os y las resacas son mucho m¨¢s suaves, yo tuve que elegir y eleg¨ª...", rubrica este iluminado ap¨®stol del antitabaquismo, orgulloso de s¨ª mismo. Para reforzar sus argumentos, a veces no del todo inteligibles despu¨¦s del en¨¦simo lingotazo, don F¨¦lix nos trajo un d¨ªa el sobado ejemplar de un manual sanitario de principios de siglo titulado Tabaquismo: La peste azul, un op¨²sculo terrible en el que se contaban los tremendos sufrimientos de un grupo de inocentes ratas de laboratorio inoculadas con nicotina, sobre todo cuando se la inyectaban directamente en los globos oculares, entonces los efectos eran instant¨¢neos y devastadores.
Una de las ventajas de esta antip¨¢tica ley antitab¨¢quica, ha sido la de convocar al di¨¢logo generalizado a la clientela, sobre un tema no relacionado esta vez ni con la pol¨ªtica, ni con el tr¨¢fico, ni con el f¨²tbol, un pol¨¦mico debate en el que las alineaciones han cambiado ostensiblemente, intercal¨¢ndose en una misma formaci¨®n, j¨®venes, peatones izquierdistas del Atleti con veteranos automovilistas derechistas del Madrid o viceversa, unidos por su adicci¨®n u oposici¨®n al tabaco. Una mezcla si no enriquecedora al menos impactante. Los argumentos a favor y en contra de la nicotina se cruzaban desde las posturas m¨¢s diversas y los ¨¢ngulos m¨¢s ins¨®litos. No puedo resumir en unas l¨ªneas las incidencias del debate, pero s¨ª trasladarles algunos de los puntos de vista de don Eladio, el fumador, abstemio, que cree firmemente que estamos en v¨ªsperas de una nueva ley seca que restringir¨¢ el consumo de alcohol. Don Eladio, impresor jubilado, que se alimenta de nicotina y caf¨¦, va a¨²n m¨¢s all¨¢ en su demoledor pesimismo y apunta que dentro de unos a?os racionar¨¢n y prohibir¨¢n tambi¨¦n, su caf¨¦, en nombre de la salud cardiovascular y aportar¨¢n un n¨²mero abrumador de estad¨ªsticas y testimonios para avalar su postura. Cuando don Eladio, hombre culto y muy le¨ªdo, se pone apocal¨ªptico enhebra p¨¢rrafos como el que sigue: "Hab¨¦is cambiado a la Diosa Raz¨®n por la Diosa Salud y todos sufriremos por ello, porque la Salud es la m¨¢s exigente y autoritaria de las deidades y desde luego resulta totalmente al¨¦rgica a la democracia, eso s¨ª, en nombre del bien com¨²n. Se puede ser de izquierdas, aunque sea en la intimidad, bajo un Gobierno de derechas o musulm¨¢n en un Estado cristiano, pero si el Estado se identifica con la Salud, cualquier oposici¨®n a ¨¦l se identificar¨¢ con la enfermedad, y todos los opositores ser¨¢n tratados, desintoxicados o encerrados en cl¨ªnicas mentales para salvarles de s¨ª mismos, para sanar sus cuerpos y lavar sus mentes, para hacernos a todos m¨¢s r¨¢pidos, m¨¢s altos, m¨¢s fuertes y m¨¢s imb¨¦ciles".
?Y H¨¦ctor? ?Qu¨¦ piensa el jefe de todo esto? Fumador pasivo desde hace 20 a?os, H¨¦ctor reconoce que hubiera preferido una prohibici¨®n absoluta en bares y restaurantes, con la que ni el negocio ni sus maltratados pulmones hubieran seguido sufriendo y los clientes habr¨ªan seguido gozando en exclusiva de los jugosos efluvios de su ub¨¦rrima "plancha", siempre rebosante, aromas que ahora se perciben mancillados por los efluvios de la nicotina. "Si por m¨ª fuera, se ir¨ªan todos a fumar a la calle", dice H¨¦ctor y don Eladio tras consultar con el term¨®metro exterior que hoy no sube de los dos grados empieza a pensar en pa¨ªses tropicales en los que fumar al aire libre no signifique tambi¨¦n riesgo de neumon¨ªa: "Seguro que la palmas por el fr¨ªo y tu nombre pasa a engrosar la lista de v¨ªctimas del tabaco y encima con recochineo".
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