Cuchillos largos en el PP catal¨¢n
Al socaire de la gran batalla en torno al Estatuto, la arena pol¨ªtica catalano-espa?ola est¨¢ viviendo otro combate tal vez menos visible, menos ruidoso, pero no menos ¨¢spero: una lucha en la que se dirimen no s¨®lo el liderazgo, sino tambi¨¦n el discurso y la estrategia de la derecha espa?olista en Catalu?a, e incluso el rumbo general del Partido Popular de Rajoy.
Resulta dif¨ªcil fechar con exactitud el inicio de la pugna. En todo caso, para el diario electr¨®nico que regenta Federico Jim¨¦nez Losantos -y que se define, modestamente, como "una de las referencias fundamentales del centro-derecha espa?ol"-, la veda se abri¨® a principios del pasado julio, despu¨¦s que Josep Piqu¨¦ tuviese la osad¨ªa de constatar que Acebes y Zaplana "conectaban con el pasado" y tal vez lastraban al PP. El conocido agitador radiof¨®nico replic¨® tachando a Piqu¨¦ de desleal, conspirador y agresor cuya postura "apesta ideol¨®gica y moralmente", y le acus¨® de "asumir las tesis aznaricidas de Polanco y el PSOE".
Desde aquel momento, la ofensiva destinada a erosionar, a desacreditar la autoridad org¨¢nica y social de Josep Piqu¨¦ ha tenido dos brazos perfectamente coordinados. Uno de ellos, la armada medi¨¢tica de Jim¨¦nez Losantos, ha disparado toneladas de munici¨®n contra "la pol¨ªtica del PP de Catalu?a, que va dando tumbos, son¨¢mbula, sin criterio, sin garra, sin nervio, sin programa, sin atracci¨®n para nadie, sin soluci¨®n para nada". El tono morigerado de Piqu¨¦ durante la tramitaci¨®n catalana del Estatuto, su discreto apoyo a la OPA sobre Endesa, sus llamamientos a que el PP huya de maximalismos y tenga "un discurso complejo", sus reticencias ante el acto de la Puerta del Sol del 3 de diciembre, su rechazo -confuso, pero rechazo- a la idea de Acebes de que ETA tutela el Estatuto, fueron excitando al or¨¢culo de la radiodifusi¨®n episcopal hasta llevarlo a dictar excomuni¨®n mayor: "Empieza a ser urgente aclarar el sabotaje permanente de Piqu¨¦ contra la direcci¨®n y la l¨ªnea pol¨ªtica del PP (...). Creo que Piqu¨¦ carece de sensibilidad nacional para estar en el PP...". El pasado mes de diciembre, la presi¨®n jimenezlosantista sobre los populares catalanes a prop¨®sito de la Ley del Audiovisual alcanz¨® ribetes de chantaje... y se sali¨® con la suya: el PP de Catalu?a vot¨® en el ¨²ltimo minuto contra una ley de la que era corredactor.
El otro brazo de la tenaza que asedia a Josep Piqu¨¦ es el vidalquadrismo. Aunque el diputado Francesc Vendrell -hombre de confianza de Piqu¨¦ y bestia negra de los enemigos de ¨¦ste- lo describa desde?osamente como "un militante del PP del barrio de Salamanca", lo cierto es que Alejo Vidal-Quadras conserva entre la militancia popular catalana un ascendiente aureolado de nostalgia, que su punzante pirotecnia verbal hace las delicias de muchos y que, al calor del debate estatutario, su weblog echa humo: peticiones dram¨¢ticas para que vuelva a Catalu?a, denuestos contra Piqu¨¦, denuncias de que -?horror!- la p¨¢gina web del PP de Catalu?a est¨¢ en catal¨¢n, amenazas de pasarse al partido nasciturus de los Ciutadans de Catalunya...
Espoleado sin duda por esas se?ales y arropado por importantes medios de Madrid, el hoy vicepresidente del Parlamento Europeo empez¨® a desempolvar su estandarte; si la c¨²pula del PP de Catalu?a dicta moderaci¨®n y prudencia, ¨¦l reclama "hacer mucho ruido" y "ganar la batalla de la calle" para que el Estatuto "no vea la luz". A principios de noviembre, Vidal-Quadras lanz¨® contra la "blandura" y la "pasividad" del t¨¢ndem Piqu¨¦-Vendrell una demoledora carga de profundidad: "El nacionalismo identitario es, tras la desaparici¨®n del comunismo, la mayor amenaza a la libertad y a la paz que campa por el mundo. (...) Para frenar su ofensiva hay que poseer un bagaje te¨®rico y una firmeza ¨¦tica considerables (...). La t¨¦cnica de cubrirse con un camuflaje que te haga aparecer como una variante edulcorada y temblorosa de la fiera a la que deseas derrotar provoca la desmoralizaci¨®n de los propios y el desprecio de los contrarios, adem¨¢s de ser el camino seguro hacia el fracaso". Lejos de suscitar rechazo, la acometida de Alejo hall¨® comprensiva complicidad entre los agraviados del propio PP de Catalu?a. "Nunca imagin¨¦ que Piqu¨¦ nos iba a unir tanto", dicen que dijo Alberto Fern¨¢ndez D¨ªaz a Vidal-Quadras. Entretanto, miembros de Nuevas Generaciones que se escindieron meses atr¨¢s ante la "falta de democracia interna" acaban de lanzar una nueva plataforma con vocaci¨®n de partido liberal no nacionalista: Ve?ns de Catalunya.
Resumiendo: las aguas bajan muy revueltas en el PP catal¨¢n. Frente a la puja tremendista de los Vidal-Quadras y Jim¨¦nez Losantos que hablan cada d¨ªa de "alta traici¨®n", de "liberticidio", del despiece de Espa?a, que Piqu¨¦ califique el Estatuto de "infumable" resulta una blandenguer¨ªa, una muestra de ese "catalanismo centrista sin sustancia" que le reprochan los cr¨ªticos. ?Ah, pero Piqu¨¦ -replican sus fieles- tiene la confianza de Rajoy, incluso contra Acebes y Zaplana! Tan es as¨ª -a?aden- que fue ¨¦l quien persuadi¨® al l¨ªder m¨¢ximo de bajarse de la parra y presentar 75 enmiendas parciales al proyecto estatutario. No s¨®lo eso: adem¨¢s, se trajo a Mariano Rajoy a Barcelona el pasado d¨ªa 27, a publicitar juntos en rueda de prensa dichas enmiendas. ?Qu¨¦ triunfo, el de Piqu¨¦!
?Qu¨¦ triunfo, s¨ª! Comparecer los tres -Rajoy, Piqu¨¦ y Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa- en la capital catalana para mostrar la ductilidad auton¨®mica del PP, su apuesta por el autogobierno, y que Rajoy declare que "la Generalitat est¨¢ para hacer carreteras y poco m¨¢s"... Con victorias as¨ª, ?qui¨¦n necesita derrotas?
Joan B. Culla i Clar¨¤ es historiador.
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