El arte de locos, ni?os y marginados muestra su profunda verdad
Los museos de D¨¹sseldorf, Villeneuve d'Ascq y Lausana exhiben 'Dubuffet & l'art brut'
Para Jean Dubuffet, la f¨®rmula art brut, que invent¨® en 1945 y que se puede traducir como arte bruto, es una nueva categor¨ªa est¨¦tica y no un estilo, tendencia o escuela art¨ªstica. Da cuenta de la verdad profunda de las obras que hacen quienes -ni?os, autodidactos, locos, analfabetos...- no est¨¢n maleados o protegidos por lo que ¨¦l llama las "artes culturales". M¨¢s de 300 obras, entre piezas de Dubuffet y de esos "no artistas", se re¨²nen en una gran exposici¨®n.
Para expresar sus obsesiones y su desesperaci¨®n crean otros mundos
Claude L¨¦vi-Strauss establece una frontera cultural entre los pueblos que cuecen los alimentos y los que se los comen crudos. El pintor Jean Dubuffet (Le Havre, 1901-Par¨ªs, 1985) se invent¨® el art brut para referirse a la pr¨¢ctica creativa de personas que, por diversas razones, carecen de toda formaci¨®n, no ya acad¨¦mica, sino casi escolar. Se interesa por los locos, los enfermos de todo tipo, los marginados, los solitarios, por esas personas que para expresar su desesperaci¨®n o sus obsesiones, sus sue?os o sus deseos, crean otros mundos sin necesidad de saber nada de perspectiva, utilizaci¨®n de los colores o tradiciones iconogr¨¢ficas. Son los artistas crudos frente a los cocidos.
Para Dubuffet, son los ni?os y los autodidactos quienes expresan otra manera de ver el mundo, una verdad "elaborada en medio de una soledad dram¨¢tica y que tiene como ¨²nico objeto encantar a su autor". Quienes llevan a?os ingresados en instituciones psiqui¨¢tricas tambi¨¦n son objeto central de su atenci¨®n, que entronca con la labor del doctor Benjam¨ªn Rush, que empez¨® en 1800 en EE UU a coleccionar y estudiar dibujos, pinturas y esculturas de los enfermos mentales a los que trataba.
Ahora, en el Museum Kunst Palast, de D¨¹sseldorf; en el Mus¨¦e d'Art Moderne de Lille, en Villeneuve d'Ascq -hasta el 29 de enero-, y en febrero en Lausana, se han presentado m¨¢s de 300 obras de Jean Dubuffet y de art brut, es decir, de artistas que hacen arte sin saber ni querer hacer arte. Es la primera vez que se les presenta en pie de igualdad con su gran defensor. Para Jean-Hubert Martin, comisario de la exposici¨®n, los representantes elegidos del art brut son herederos de "los dos senos que han amamantado buena parte del arte contempor¨¢neo durante el siglo XX: el representado por Gauguin y su deseo de reencontrarse con el buen salvaje, y el encarnado por Van Gogh, que sumerge al artista en la introspecci¨®n y la locura".
La denominaci¨®n art brut no es la ¨²nica posible. En EE UU se ha preferido outsider art, en muchas oportunidades el na?f art corresponde a postulados id¨¦nticos, y el arte popular o el folcl¨®rico pueden tambi¨¦n solaparse con las tesis de Dubuffet. Para los surrealistas, los bruts son un apartado de su movimiento, atento a la locura y a la exploraci¨®n de lo intangible, al espiritismo y toda su ret¨®rica del artista como mero m¨¦dium. El doctor Hanz Prinzhorn public¨® en 1922 Bildnerei der Geisteskranken (Expresiones de la locura), donde reun¨ªa obras de las personas a las que atend¨ªa en el centro psiqui¨¢trico de Heidelberg. Parte de esas obras, asociadas a otras de Kirchner, Kokoschka, Klee, Nolde, Kandinsky, Chagall y otros expresionistas germanos, fueron consideradas en 1937 por los nazis entartete kunst (arte degenerado), como si los camisas pardas quisieran dar la raz¨®n a Marcel Duchamp cuando escribe que "es la mirada del p¨²blico la que hace la pintura".
Una percepci¨®n distinta de la realidad y una manera diferente de representarla son rasgos comunes a los artistas bruts. El estadounidense Henry Darger, hu¨¦rfano a los cuatro a?os, educado como minusv¨¢lido mental, fregaba platos en un hospital entre los 18 a?os y los 70 cumpliendo cada d¨ªa con el rito de ir a misa. Cuando falleci¨®, en 1973, la persona que le alquilaba el apartamento descubri¨® centenares de acuarelas protagonizadas por una pl¨¦yade de ni?as de min¨²sculo sexo masculino, las Vivian Girls, ritualmente ahorcadas, violadas o torturadas por sus mayores. Darger leg¨® tambi¨¦n una obra literaria contando las andanzas de esas chicas de sexo confuso -15.000 p¨¢ginas-, y una extensa autobiograf¨ªa. La suiza Alo?se, antigua modista del emperador prusiano Guillermo II, tambi¨¦n desvel¨® su secreto una vez muerta, tras vivir, entre 1918 y 1964, en un centro psiqui¨¢trico. Su obra, repleta de color -utilizaba pasta dent¨ªfrica y el jugo de p¨¦talos de flores para dar densidad y colorear sus creaciones-, remite a una iconograf¨ªa de personajes hist¨®ricos, de Cleopatra al kaiser Guillermo, pasando por Mar¨ªa Estuardo, Salom¨¦ o Napole¨®n. El cartero Cheval, que recorr¨ªa a diario 32 kil¨®metros a pie, decidi¨® un buen d¨ªa de 1879 comenzar la construcci¨®n de su "Palacio Ideal" con las piedras que recog¨ªa durante su trayecto cotidiano. El resultado es un gigantesco castillo de playa, repleto de churretones y adornos que har¨ªa palidecer de envidia al mism¨ªsimo Gaud¨ª.
El holand¨¦s Willem van Genk (Voorburg, 1927), educado en un orfanato, refugiaba su soledad en un mar de tinta china. Su pluma registra hasta la ¨²ltima teja de Francfort, o le lleva a reinterpretar las portadas de semanarios de gran tirada o fabricar peque?os autobuses o trenes. La iconograf¨ªa de los grandes medios de comunicaci¨®n era tambi¨¦n la fuente de inspiraci¨®n del obrero Josef Wittlich (1903-1982), que hac¨ªa pop-art antes que nadie. Algunos, como A. C. M., un franc¨¦s nacido en 1951, sabe ya del inter¨¦s de lo que hace -catedrales o nav¨ªos espaciales a base de ensamblar transistores, interruptores o engranajes- y prefiere guardar el anonimato. Gaston Chaissac (1910-1964) parece haber influido en el propio Dubuffet, y de ah¨ª, dicen las malas lenguas, que el artista le negase el pan y la sal. Sea o no cierta esta interpretaci¨®n, la historia del arte la escriben los vencedores. El art brut, por una vez, nos sit¨²a del lado de los vencidos.
Babelia
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