La Xunta proteger¨¢ la costa ante los planes para construir decenas de miles de viviendas

Un neologismo se ha apoderado del vocabulario pol¨ªtico gallego: marbellizaci¨®n. Aunque algunos lo consideran exagerado, el t¨¦rmino expresa el creciente temor a que la presi¨®n constructora sobre el Mediterr¨¢neo y Andaluc¨ªa se traslade ahora a Galicia, que tiene m¨¢s de un tercio del litoral espa?ol con amplias zonas todav¨ªa v¨ªrgenes. Las noticias sobre compras masivas de terrenos y los planes de algunos ayuntamientos costeros para recalificar vastas ¨¢reas pr¨®ximas a la costa han provocado la reacci¨®n de la Xunta con el anuncio de un plan para poner coto a las "pr¨¢cticas abusivas".

Mientras se elabora ese plan con el prop¨®sito de tenerlo listo antes del pr¨®ximo verano, el Gobierno de coalici¨®n entre socialistas y nacionalistas, que lleva cuatro meses en el poder, ha querido dejar claro que la "apuesta por la ordenaci¨®n del territorio y el urbanismo de calidad es uno de los puntos esenciales de su programa", como apunta la consejera de Pol¨ªtica Territorial, Mar¨ªa Jos¨¦ Caride. Una de sus primeras medidas ha sido la suspensi¨®n de las normas urban¨ªsticas en dos municipios, Sada, una zona de playas pr¨®xima a A Coru?a, y Tui, localidad fronteriza con Portugal que posee un casco hist¨®rico de gran valor, tras constatar las "graves irregularidades" cometidas en ambos casos. En Sada el Ayuntamiento present¨® hace meses un plan que permitir¨ªa construir casi 50.000 nuevas viviendas, el cu¨¢druple de las actuales.

El avance imparable de la econom¨ªa del cemento y el agotamiento de la capacidad de construcci¨®n en otras zonas de Espa?a se han unido a la mejora de las comunicaciones con la Meseta para aumentar la presi¨®n urban¨ªstica sobre el litoral gallego.

La mayor¨ªa de los municipios costeros prepara la revisi¨®n de sus planes para ordenar el suelo y aumentar las posibilidades de edificaci¨®n. La zona pr¨®xima a Vigo, con multitud de playas y un clima m¨¢s c¨¢lido que en el resto de Galicia, es un ejemplo de las expectativas y los temores que suscitan las posibilidades de desarrollo. En Nigr¨¢n, tradicional lugar de veraneo de la comarca, el alcalde, Alfredo Rodr¨ªguez, del PP, ha elaborado un nuevo proyecto urban¨ªstico protegido por un inusual secretismo. No lo conocen ni la mayor¨ªa de los concejales de su grupo y, antes de entregarlo personalmente en la Xunta, lo tuvo guardado bajo llave en su despacho para, seg¨²n dijo, ponerse a salvo de las presiones de los promotores. Hace un mes, fue incendiado el coche de un edil del BNG, un episodio que nacionalistas y socialistas vincularon a sus denuncias sobre una operaci¨®n urban¨ªstica. "Sea como sea el nuevo plan, en Nigr¨¢n ya no queda un metro cuadrado sin comprar", advierte un empresario de la zona.

En la r¨ªa de Vigo tambi¨¦n est¨¢ Cangas do Morrazo, las protestas vecinales han logrado paralizar un nuevo plan de urbanismo, aunque el Ayuntamiento ya hab¨ªa firmado previamente convenios para dos grandes operaciones: la construcci¨®n de 5.000 viviendas junto a la costa de la hermos¨ªsima r¨ªa de Ald¨¢n y de cerca de un millar de chal¨¦s y de un puerto deportivo de altos vuelos, dise?ado por el brit¨¢nico Norman Foster, en una antigua f¨¢brica de conservas.

Las R¨ªas Baixas, como la de Vigo, son el ¨¢rea m¨¢s urbanizada de Galicia, por su clima y su mayor desarrollo econ¨®mico, pero la presi¨®n para construir se est¨¢ trasladando ahora a otras zonas que permanec¨ªan relativamente v¨ªrgenes, como el litoral de Lugo o la Costa da Morte, en A Coru?a. Esta ¨²ltima comarca fue la m¨¢s castigada por el desastre ecol¨®gico del Prestige con una consecuencia parad¨®jica: la atenci¨®n de los medios de comunicaci¨®n y la llegada de miles de voluntarios para limpiar sus playas e imponentes roquedales la han situado en los circuitos tur¨ªsticos. En Mux¨ªa, conocida como la zona cero de la cat¨¢strofe, se acaba de aprobar un plan de urbanismo que prev¨¦ construir 700 viviendas para 5.300 residentes en un pueblo que ahora no sobrepasa los 1.500. El Ayuntamiento ha recalificado terrenos que en buena parte est¨¢n a menos de 200 metros de la costa y que, seg¨²n denuncias de la oposici¨®n, previamente hab¨ªan sido comprados por empresas vinculadas a familiares del alcalde, Alberto Blanco, del PP.

"Nuestros 1.720 kil¨®metros de costa son muy fr¨¢giles desde el punto de vista paisaj¨ªstico y medioambiental", explica Ram¨®n Lueje, director general de Urbanismo. "Nuestra intenci¨®n no es impedir el desarrollo urban¨ªstico, pero s¨ª contenerlo y ordenarlo". ?se es el prop¨®sito del Plan Territorial Integrado del Litoral que la consejera Mar¨ªa Jos¨¦ Caride quiere aprobar antes del verano, junto a la creaci¨®n de una Agencia de Calidad Urban¨ªstica, que actuar¨ªa de acuerdo con los ayuntamientos.