El Athletic se suicida
Un autogol entre Amorebieta y Lacruz y un fallo garrafal de Aranzubia sirven en bandeja el triunfo a un vulgar Deportivo
Se esperaba en San Mam¨¦s un partido duro, tenso, d¨ªficil, incluso empantanado. Lo que no se adivinaba era un partido tan raro que a los cinco minutos ya mostr¨® su mala cara. Los arbitros espa?oles tienen un sentido muy particular de la ley y del protagonismo.Tan asustado estaba el debutante Ayza G¨¢mez por el compromiso en su octavo partido de Liga que a los cinco minutos decret¨® libre indirecto por p¨¦rdida de tiempo del portero del Athletic, Aranzubia. San Mam¨¦s enmudeci¨® primero y despu¨¦s rabi¨®. El Athletic obligado a ganar y el ¨¢rbitro se?ala libre indirecto por p¨¦rdida de tiempo a los cinco minutos... Mal asunto. Tan malo que, a los 25, el Deportivo se adelant¨® en el marcador sin haber disparado ni una s¨®la vez a gol. Otro golpe de magia, aunque en este caso el truco fue muy burdo: Lacruz y Amorebieta fueron como trenes descarrilados a frenar un centrito de Valer¨®n y entre ambos llevaron el bal¨®n a su porter¨ªa. Contagiado, Molina sali¨® tarde y permiti¨® un bello gol de Urzaiz. M¨¢s contagiado a¨²n, m¨¢s febril, Aranzubia se trag¨® el gol tonto de la semana en un centro apenas rozado por Arizmendi que se le col¨® entre las piernas. Todo raro, todo un suicidio rojiblanco.
ATHLETIC 1 - DEPORTIVO 2
Athletic: Aranzubia; Iraola, Lacruz, Amorebieta (Murillo, m. 69), Exp¨®sito; Orbaiz, Tiko (Urzaiz, m. 46); Etxeberria, Guerrero, Da?obeitia (Endika, m. 62); y Aduriz.
Deportivo: Molina; Coloccini, Andrade, Juanma, Capdevila; Sergio, Duscher; V¨ªctor (Scaloni, m. 87), Valer¨®n, Munitis (Romero, m. 78); y Trist¨¢n (Arizmendi, m. 46).
Goles: 0-1. M. 25. Centro de Valer¨®n que entre Lacruz y Amorebieta introducen en su propia porter¨ªa. 1-1. M. 59. Centro de Etxeberria y cabezazo de Urzaiz. 1-2. M. 64. Centro desde la derecha que toca Arizmendi y se cuela entre las piernas y las manos de Aranzubia.
?rbitro: Ayza G¨¢mez. Amonest¨® a Etxeberria, Capdevila, Munitis, Coloccini, Juanma y Andrade.
Unos 35.000 espectadores en San Mam¨¦s.
Tan raro estaba el partido que despu¨¦s de tres cabezazos bellos de Guerrero, en sendos centros a bal¨®n parado, recordando sus mejores tiempos, el capit¨¢n del Athletic decidi¨®... sacar los c¨®rners. YColoccini, un central lento y sin cintura, pareci¨® aseado en el lateral derecho frente a Da?obeitia, un chico al que se le presume velocidad, pero que, de tanto repetir jugada, acab¨® ninguneado.
El partido era raro e injusto. El Deportivo tom¨® precauciones, tantas que lo que m¨¢s hizo fue intentar sorprender a Aranzubia desde medio campo. No necesitaba m¨¢s, teniendo en cuenta que sin disparar a gol se llevaba el partido por delante. Tan poco le import¨® que apenas se invent¨® un contragolpe mal finalizado por Andrade.
El Athletic se lanz¨® a la vor¨¢gine como ant¨ªdoto a la pausa que trataban de imponer Sergio y Valer¨®n. Clemente hab¨ªa apostado por un Athletic con aire visceral, joven y presuntamente aguerrido, con alguna decisi¨®n pol¨¦mica incluida. Clemente mantuvo a Aduriz y releg¨® a Urzaiz al banquillo, pero es que, adem¨¢s, envi¨® a Llorente a la grada. Conclusi¨®n: en el banquillo rojiblanco hab¨ªa un delantero (Urzaiz), cinco defensas y un portero. Y Clemente tir¨® de Urzaiz, y el grande, muy presionado ¨²ltimamente por los lebreles, esper¨® 13 minutos para marcar uno de sus goles. Bien es verdad que Andrade pas¨® de la jugada, asustado por el salto imponente del navarro, o que Molina reaccion¨® tarde, pero el gol de Uzaiz fue tan bello como justo por los m¨¦ritos rojiblancos.
El Deportivo jugaba con el marcador m¨¢s que con el f¨²tbol. Caparr¨®s, a pesar de su ventaja, decidi¨® dejar en la ducha a un apagad¨ªsimo Trist¨¢n y dar entrada a un corajudo Arizmendi. En el f¨²tbol a veces la industria puede m¨¢s que el arte. A Trist¨¢n se le supone la calidad, aunque no la ense?a, y al ex colchonero Arizmendi la voluntad. A Caparr¨®s el cambio le sali¨® bien. A partir de entonces, el Deportivo pareci¨® algo m¨¢s all¨¢ del c¨ªrculo central: un par de carreras de Arizmendi, un par de centros de Valer¨®n. Poca cosa, pero al menos noticias de su presencia en San Mam¨¦s. Con Arizmendi, Caparr¨®s buscaba la victoria. Cuando Aranzubia le mand¨® un regalo, con lazo y todo, y le puso el triunfo en bandeja, prefiri¨® otras opciones m¨¢s defensivas.
En el Athletic, Clemente, perdiendo, tiraba de defensas -lo ¨²nico que ten¨ªa, por decisi¨®n propia- sembrando de dudas La Catedral. Algo qued¨® claro: en los partidos important¨ªsimos, como defini¨® Clemente al de ayer, conviene no afrontarlos con experimentos arriesgados. El paso a la juventud es siempre celebrado, pero, hoy por hoy, el Athletic no puede prescindir de Urzaiz en San Mam¨¦s y parece un lujo mandar a la grada a Llorente cuando no hay m¨¢s delanteros.
Como ser¨ªa un lujo que el Depor prescindiera de Munitis o Valer¨®n, porque siempre tienen algo que decir. Ayer hablaron, pero hicieron poco. Tan poco que el Depor gan¨® con dos goles sin apenas disparar a puerta, sin apenas disparar a gol. El Athletic lo hizo por ¨¦l.
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