Sin puntas, pero con puntos

Algunos caballos, normalmente peque?os y desgarbados, logran con su trote cubrir distancias muy similares a las de los de elegante galope. El Sevilla no acaba de encontrarle el punto de sal a su juego y, aunque muchos lo cuestionan, casi nadie puede discutir su efectividad. Ayer, los sevillistas jugaron regular, sus delanteros volvieron a defraudar y desperdiciaron gran parte de la ventaja regalada por la temprana expulsi¨®n de Hidalgo. Pero ganaron.

Los enfrentamientos del M¨¢laga con los equipos sevillanos suponen extra?os derbies unidireccionales: tan s¨®lo los malague?os -que no los profesionales- los viven como tales. Los forofos malaguistas se encargaron de calentar las gradas, pero el duelo naci¨® destemplado, lento, lleno de fallos. Ninguno de los dos equipos apost¨® por la combinaci¨®n, por intentar tener la pelota m¨¢s tiempo que el contrincante.

El Sevilla aplic¨® su falso juego directo y el M¨¢laga simplemente hizo lo que pudo. Las tribulaciones de los delanteros sevillistas llevan al borde de la zozobra al sistema de juego dise?ado por Juande Ramos y la solvencia del conjunto queda en manos de las individualidades. Ayer fueron Maresca y Adriano -y en buena medida Alves- los que solventaron la papeleta. Otras veces fue Saviola, ahora lesionado, aunque en pocas ocasiones decidi¨® la delantera.

El jugador argentino cedido por el Barcelona aseguraba pocas semanas atr¨¢s que le despistaba que Ramos rotara a cuatro jugadores para los dos puestos de ataque. De los cuatro, ¨²nicamente el canterano Kepa se ci?e a las caracter¨ªsticas cl¨¢sicas del ariete. Tanto Saviola, como Kanout¨¦ o Luis Fabiano, funcionan m¨¢s cerca de lo que se denomina como segundo delantero que en boca de gol.

Pero es que tampoco son enganches y con un dibujo en el que Jes¨²s Navas o Sales por la derecha y Adriano por la izquierda se encargan de estirar el campo, inevitablemente se abre un brecha entre la l¨ªnea de Maresca y Mart¨ª y los atacantes. As¨ª el Sevilla pr¨¢ctica un f¨²tbol en el que ciertamente prevalece el pase medio o largo sobre la elaboraci¨®n, pero la divisi¨®n t¨¢ctica y espacial del equipo impide que se le pueda calificar de directo.

Ayer, el Sevilla se arremangaba en la zona media del terreno de juego sin demasiado ¨¦xito. Hasta que lleg¨® la expulsi¨®n de Hidalgo, que pate¨® bajo y con mala intenci¨®n a Maresca, al que antes ya hab¨ªa golpeado en el est¨®mago. La mala cabeza del centrocampista malaguista le alis¨® el camino al Sevilla que pudo adelantar su defensa y que Mart¨ª y Maresca se acercaran a los de adelante.

Maresca se hizo el due?o del centro del campo y fue el encargado de adelantar a su equipo con un toque sutil que le dej¨® facil¨ªsimo Fernando Sanz al trastabillarse y caer en su intento de interceptar el pase de Alves a la espalda de la r¨ªgida l¨ªnea de la zaga malaguista. El italiano ya hab¨ªa estado a punto de marcar en un saque de falta que desvi¨® Arnau en el minuto 18 y estrell¨® una pelota en el larguero en el 47. La grada de Nervi¨®n cada vez quiere m¨¢s a este jugador.

Pero el Sevilla se durmi¨® cuando parec¨ªa que lo ten¨ªa todo a placer. El inmenso uruguayo Morales sali¨® en la segunda mitad a ejercer de poste de la luz. Y, a los pocos minutos, le puso con la cabeza un pase espl¨¦ndido a Salva que, tras aprovecharse de la biso?ez de David Prieto en la marca, no desaprovech¨®.

Con el empate, el M¨¢laga lleg¨® a controlar el juego durante un buen n¨²mero de minutos. Pero el Sevilla tiene mejores jugadores y uno de los que lo est¨¢ haciendo muy bien este curso, Adriano, apareci¨® en el momento justo para hacer lo necesario. El brasile?o marc¨® a placer tras un buen centro de Mart¨ª y el M¨¢laga se desvaneci¨®. Poco despu¨¦s, Dragutinovic meti¨® un gol de tac¨®n que redondeaba el resultado.

Esta claro que el Sevilla trota m¨¢s que galopa, pero se ha instalado confortablemente en la clase media de la Liga.