Discrepancias entre especialistas sobre el tratamiento aplicado a Sharon
Los m¨¦dicos temen que el l¨ªder israel¨ª no recupere la consciencia al despertarle
Los m¨¦dicos del hospital Hadassah de Jerusal¨¦n pospusieron para hoy la decisi¨®n de despertar al primer ministro israel¨ª, Ariel Sharon, del coma inducido en el que reposa tras sufrir el mi¨¦rcoles una hemorragia cerebral de envergadura sin que existan garant¨ªas de que recupere la consciencia una vez retirada la anestesia. Pero es precisamente la magnitud de la dolencia lo que ha provocado que algunos especialistas pongan en cuesti¨®n el tratamiento recibido por el dirigente israel¨ª. A su juicio, los intereses pol¨ªticos han podido interferir en las prescripciones m¨¦dicas.
Amos Korczyn, neur¨®logo de la Universidad de Tel Aviv, lanzaba ayer en el diario Haaretz algunas dudas sobre el tratamiento al que ha sido sometido Sharon. ?Por qu¨¦ no fue tratado tras el primer infarto leve que sufri¨® el 18 de diciembre de un peque?o orificio que se le descubri¨® en el coraz¨®n y que es relativamente f¨¢cil de sanar?, se pregunta Korczyn, que asegura no tener la respuesta.
Sharon sobrellevaba otros factores de riesgo, principalmente su obesidad. El neur¨®logo dice que no est¨¢ claro que los m¨¦dicos ordenaran tajantemente a Sharon que perdiera bastantes de sus 140 kilos de peso. Le recetaron clexane, un anticoagulante que conlleva el riesgo de sufrir hemorragias en cualquier parte del cuerpo, pero especialmente en el cerebro, un ¨®rgano m¨¢s fr¨¢gil. "?Se explic¨® este riesgo a Sharon? ?Se le explicaron las alternativas mientras estuvo sano tras el primer ataque cerebral?", se plantea el neur¨®logo.
A juicio de Korczyn, "es dif¨ªcil evitar la sensaci¨®n de que los m¨¦dicos que han llevado a cabo un tratamiento excesivo". Y prosigue: "Los doctores, con frecuencia, afrontan situaciones diarias en las que deben decir a los familiares de los pacientes que son incapaces de ayudar". "?Encontraron demasiado complicado esta vez, debido a la presi¨®n de la opini¨®n p¨²blica, enfrentarse a ese deber y por ello tomaron decisiones inadecuadas?", se interroga el m¨¦dico de la Universidad de Tel Aviv. Otros especialistas citados por la cadena BBC se?alan que si en lugar de Sharon se tratara de una persona de la calle se le habr¨ªa dejado morir.
Ayer no hubo cambios en el grav¨ªsimo estado de salud del jefe del Gobierno, del que est¨¢ pendiente, a trav¨¦s de la televisi¨®n, todo un pa¨ªs que es consciente de que ha concluido la trayectoria pol¨ªtica de uno de sus m¨¢s carism¨¢ticos l¨ªderes desde la fundaci¨®n del Estado en 1948.
Shlomo Mor Yosef, director del prestigioso centro cl¨ªnico, repiti¨® ayer una vez m¨¢s el mismo diagn¨®stico de jornadas precedentes tras practic¨¢rsele al paciente, que permanece en la unidad de cuidados intensivos con respiraci¨®n asistida, otro esc¨¢ner. "Aunque se encuentra a¨²n en estado cr¨ªtico, apreciamos una ligera mejor¨ªa. La inflamaci¨®n en el cerebro se ha reducido, la presi¨®n craneal es normal y el riego cerebral es bueno.
Como resultado de estos indicadores, el equipo de expertos ha decidido reducir la sedaci¨®n ma?ana [por hoy] a condici¨®n de que nada suceda hasta entonces", afirm¨® el responsable del Hospital Hadassah.
Mientras el ex general no despierte no podr¨¢ saberse en qu¨¦ medida su capacidad cognitiva ha sido da?ada. "Eso es lo que todos esperamos conocer desde el mi¨¦rcoles, c¨®mo est¨¢ funcionando el cerebro del jefe del Gobierno. Espero poder comunic¨¢rselo a primera hora de la tarde del lunes", a?adi¨® Mor Yosef, que atiende a decenas de medios de comunicaci¨®n que aguardan a las puertas del hospital.
Sharon, un hombre de 77 a?os que hab¨ªa gozado de excelente salud durante toda su vida, aunque sus expedientes m¨¦dicos eran un secreto muy bien custodiado, est¨¢ resistiendo pese a su enorme peso -cerca de 140 kilogramos- y a la tensi¨®n propia del cargo que ha ejercido con gran pasi¨®n en los ¨²ltimos cinco a?os.
"Estamos impresionados con su fortaleza y por c¨®mo est¨¢ luchando. Es un guerrero nato. Es su naturaleza", afirm¨® a la agencia Reuters Jos¨¦ Cohen, uno de los neur¨®logos que le tratan. Alguno de los doctores que siguen la evoluci¨®n del paciente han asegurado estos d¨ªas que un derrame cerebral como el que padeci¨® el gobernante lo habr¨ªan superado muy pocas personas.
"He visto demasiados casos. Hay pacientes que no sobreviven y otros que pueden volver al trabajo. Las posibilidades son tan amplias que es muy dif¨ªcil hacer una predicci¨®n", agreg¨® Cohen. Pero la magnitud de las hemorragias sufridas por el veterano gobernante dejan nulo margen para el regreso de Sharon a la actividad p¨²blica.
Normalidad institucional
Los semblantes de los ministros israel¨ªes reflejaban ayer, durante la sesi¨®n dominical del Gabinete, pesadumbre. Ni una sonrisa. Personas ausentes y el sill¨®n de Ariel Sharon desocupado. Pero el vac¨ªo pol¨ªtico que deja tras de s¨ª el convaleciente dirigente no permite la paralizaci¨®n del pa¨ªs. Ehud Olmert, primer ministro en funciones, imagin¨®, seg¨²n un comunicado distribuido por el Gobierno, una conversaci¨®n con Sharon para justificar lo que no necesita justificaci¨®n. "Si hubiera podido hablar con ¨¦l antes de esta reuni¨®n le habr¨ªa preguntado qu¨¦ hacer. Y no dudo de que me habr¨ªa contestado: 'Gracias por preocuparos por mi salud, pero deb¨¦is continuar y conducir los asuntos del Estado". El objetivo de Olmert es claro: dar muestras inequ¨ªvocas de normalidad institucional.
Los ministros, que pertenecen a Kadima, el partido fundado por Sharon, y al Likud abordaron cuestiones de seguridad, como la situaci¨®n an¨¢rquica que viven Cisjordania y Gaza; asuntos relativos a las elecciones palestinas del 25 de este mes o el programa nuclear iran¨ª; es decir, cuestiones que no cambiar¨¢n est¨¦ o no presente Sharon.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.