Menzies Campbell, favorito para liderar a los liberales brit¨¢nicos

Menzies Campbell, respetado y veterano pol¨ªtico brit¨¢nico, recibi¨® ayer el apoyo de la mayor¨ªa de los diputados liberales dem¨®cratas para liderar al partido tras la dimisi¨®n, el d¨ªa anterior, de Charles Kennedy. De acuerdo con un sondeo de la BBC, 22 de los 62 diputados de la tercera fuerza pol¨ªtica en Westminster respaldan la candidatura del ex atleta ol¨ªmpico y actual portavoz en Asuntos Exteriores.

Campbell, de 64 a?os, tom¨® provisionalmente las riendas del partido, adem¨¢s de confirmar su candidatura al liderazgo, apenas unas horas despu¨¦s de la forzada retirada de Kennedy. El dirigente ca¨ªdo perdi¨®, el pasado s¨¢bado, el feroz pulso que le tendieron sus propios colegas parlamentarios despu¨¦s de que confesara su "problema" con el alcohol. El hasta entonces l¨ªder quer¨ªa dejar la decisi¨®n sobre su futuro en manos de los activistas, pero los diputados le atestaron el golpe de muerte al negarse a seguir trabajando con ¨¦l a partir de hoy, lunes.

Kennedy pidi¨® ayer la apertura de un contexto electoral para incluir a los militantes en la selecci¨®n del futuro l¨ªder. La opci¨®n de Campbell, la ¨²nica en la mesa de momento, podr¨ªa ampliarse con la entrada en la contienda de Simon Hughes, de 54 a?os y de ideas m¨¢s izquierdistas, y Mark Oaten, 41 a?os y partidario de llevar al partido hacia la derecha.

Una fase crucial

El cambio de liderazgo en los liberales dem¨®cratas acontece en una fase crucial de la pol¨ªtica brit¨¢nica. Los conservadores han renovado su baza y cuentan, por primera vez desde 1997, con un dirigente, en la figura de David Cameron, en¨¦rgico, cre¨ªble y determinado a robar terreno tanto a los liberales dem¨®cratas como a los laboristas. Por otro lado, el primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, est¨¢ perdiendo autoridad y apoyo a su programa de reformas y puede verse presionado a traspasar los poderes a su ministro de Hacienda, Gordon Brown, antes de agotar la presente legislatura. Precisamente, ayer, Blair indic¨® claramente que ve a Brown como el id¨®neo candidato para avanzar el programa neolaborista.

Las pr¨®ximas elecciones generales, a cuatro a?os vista, podr¨ªan resultar en tablas entre las dos fuerzas mayoritarias, lo que abrir¨ªa el camino a los liberales dem¨®cratas para entrar en un eventual Gobierno de coalici¨®n. A Kennedy se le achaca el perder la oportunidad de ampliar a¨²n m¨¢s la presencia en Westminster, la m¨¢s alta que el partido goza en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Luchaba en las elecciones de 2005 contra un Gobierno desprestigiado por la guerra de Irak y un partido conservador que a¨²n no consegu¨ªa levantar cabeza.

Charles Kennedy, de 47 a?os, dimiti¨® el s¨¢bado pasado como l¨ªder del Partido Liberal Dem¨®crata, dos d¨ªas despu¨¦s de admitir p¨²blicamente, y por primera vez, sus problemas con el alcohol, que siempre hab¨ªa negado.