Un 10% de los nuevos casos de VIH no responde a uno de los antivirales

El virus del sida se hace resistente a los f¨¢rmacos a gran velocidad. Un estudio muestra que la actual tasa de resistencias del VIH a los f¨¢rmacos en pacientes diagnosticados recientemente es del 10% antes de empezar el tratamiento. En 2001, la tasa era de s¨®lo el 4%. El trabajo, llamado CASCADE, ha utilizado datos de poblaci¨®n de Am¨¦rica del Norte y Europa occidental -incluida Espa?a-, y apuntan a una reducci¨®n en las medidas de protecci¨®n, afirma la bi¨®loga del hospital Carlos III de Madrid Carmen de Mendoza, que ha participado en el estudio.

El peligro de las resistencias del VIH a los medicamentos es una amenaza sobre todo en los pa¨ªses ricos, donde la poblaci¨®n lleva tiempo trat¨¢ndose. Por eso los estudios se centraron en el tipo 1B del virus, que es el predominante en los pa¨ªses desarrollados. La ¨²ltima se?al de alarma se ha publicado en diciembre en la revista Journal of AIDS. En el trabajo CASCADE se han estudiado resistencias en pacientes infectados recientemente. Para ello se han tomado 428 personas de las que se supiera que llevaban menos de 18 meses conviviendo con el VIH, explica De Mendoza. De ellas, m¨¢s del 10% ten¨ªa un virus que era resistente a alguna familia de f¨¢rmacos (hay cuatro grupos de antivirales). En 2001, la proporci¨®n era de un 4%.

El estudio de las resistencias se hace por varios m¨¦todos, como ver en un laboratorio el comportamiento del virus cuando se enfrenta a alguna de las familias de antivirales.

Otro mecanismo consiste en estudiar el genoma del virus. El VIH se multiplica muy r¨¢pidamente (se calcula que en una persona sin tratar se producen m¨¢s de 10 millones de nuevas copias al d¨ªa). Este proceso es muy poco selectivo, lo que permite que aparezcan muchos errores en la copia (mutaciones).

Cuando el virus no se enfrenta a ning¨²n medicamento, las mutaciones, que son menos eficaces que el virus original, se eliminan. Pero si para reproducirse debe superar el obst¨¢culo de los antivirales, entra en acci¨®n la selecci¨®n natural: las mutaciones que confieren resistencia ante un f¨¢rmaco se imponen. En la actualidad los cient¨ªficos han identificado ya decenas de estos cambios.

En 25 a?os de epidemia, las mutaciones se han ido acumulando. Una persona que sigue el tratamiento puede llegar a detener la reproducci¨®n del virus (por eso se dice que su carga viral es indetectable). ?ste, sin embargo, permanece oculto dentro de sus gl¨®bulos blancos y otros ¨®rganos (los llamados reservorios). Pero si la medicaci¨®n no se toma en el tiempo establecido, se da tiempo al virus para que se reproduzca y aparezcan mutaciones.

El trabajo no tiene un inter¨¦s puramente te¨®rico. Es un indicador de que las personas que est¨¢n en tratamiento no toman las suficientes precauciones a la hora de tener relaciones con personas sin infectar. El resultado es que les transmiten un tipo del virus que ya es resistente a alguno de los f¨¢rmacos, apunta De Mendoza. Pero la responsabilidad est¨¢ en las dos partes de la pareja. Si una persona que no est¨¢ infectada se convierte en un portador, es porque se ha confiado y no ha tomado precauciones, a?ade la bi¨®loga.

Tratamiento individual

Por ¨²ltimo, el estudio se?ala que cada vez es m¨¢s importante conocer el tipo exacto de virus con el que est¨¢ infectada una persona. "El tratamiento que ponemos el primer a?o es el m¨¢s potente. Si el paciente no ten¨ªa resistencias adquiridas y es un buen cumplidor, debe durar hasta cuatro y cinco a?os. Si no conocemos las resistencias del virus, podemos recetarle medicamentos que no le hagan efecto. Eso no es bueno para ¨¦l ni para nosotros", indica la bi¨®loga. Por eso los estudios apuntan a que es necesario hacer un an¨¢lisis de las resistencias antes de poner un tratamiento a una persona con VIH. "As¨ª se puede personalizar el tratamiento. Los estudios demuestran que la inversi¨®n de hacer el an¨¢lisis compensa", dice la bi¨®loga. Un c¨®ctel de antivirales cuesta unos 10.000 euros al a?o.

En Espa?a, las pruebas de resistencias no son todav¨ªa obligatorias ante los pacientes primerizos, aunque haya centros, como el Carlos III y otros, que las hagan de una manera casi generalizada. Las gu¨ªas de tratamiento en Espa?a las fija un grupo de estudio, Gesida, en el que est¨¢n representados sociedades m¨¦dicas, el Plan Nacional sobre el Sida y ONG. "Esperamos que pronto se incluyan los tests de resistencias", concluye De Mendoza.