Londres dedica a Vel¨¢zquez la exposici¨®n m¨¢s importante del a?o
La National Gallery prepara una panor¨¢mica general de la evoluci¨®n del maestro sevillano
La National Gallery brit¨¢nica prepara en su sede de Trafalgar Square la primera gran exposici¨®n sobre Vel¨¢zquez que se ha montado jam¨¢s en el Reino Unido. En las islas Brit¨¢nicas se conserva una rica colecci¨®n de 16 originales del maestro barroco, pero, como se?ala el comisario de la muestra y conservador en la pinacoteca estatal de la pintura espa?ola e italiana, Dawson W. Carr, "sin la buena disposici¨®n del Museo del Prado", ninguna instituci¨®n puede ofrecer una panor¨¢mica completa sobre la trayectoria de Vel¨¢zquez.
Dawson W. Carr conf¨ªa en la "buena relaci¨®n" que existe entre ambas instituciones para acercar desde Madrid a Londres una serie de cuadros clave en la trayectoria del pintor sevillano del siglo XVII. Existe un precedente que augura el ¨¦xito de la cooperaci¨®n. En 1989, el Prado prest¨® al Metropolitan de Nueva York 17 obras de las 38 que present¨® en su antol¨®gica sobre Vel¨¢zquez. En conjunto, y seg¨²n el archivo electr¨®nico del museo madrile?o, el pr¨¦stamo equivale a algo menos de un tercio de su colecci¨®n de 47 originales certificados del maestro barroco, que naci¨® en Sevilla en 1599 y que muri¨® en Madrid en 1660. Las negociaciones con la National siguen su curso natural y falta depurar detalles antes de presentar la solicitud de pr¨¦stamo al patronato del Museo del Prado.
"La actitud de los museos nacionales y su pol¨ªtica de pr¨¦stamos han cambiado sustancialmente en los ¨²ltimos 20 a?os. Las exposiciones temporales dan vida a un museo y atraen al p¨²blico a su interior. Hemos comprobado que el n¨²mero de visitantes a nuestra instituci¨®n cae cuando no hay exposiciones especiales. Hay que ser realistas: para montar grandes muestras tambi¨¦n es necesario prestar. Hasta 1990, a la National Gallery le costaba desprenderse temporalmente de obras clave en su colecci¨®n por miedo a defraudar al visitante. La situaci¨®n ha cambiado, y con la antol¨®gica dedicada a Vel¨¢zquez continuamos nuestro programa en torno a los grandes maestros", explica el comisario. Diferentes exposiciones sobre Rubens, Caravaggio y El Greco se encuentran entre las propuestas m¨¢s recientes de la pinacoteca londinense montadas con obra propia y prestada.
El Prado y la National tambi¨¦n complementaron los huecos en sus respectivos fondos en la antol¨®gica sobre Tiziano y tienen previsto colaborar de nuevo en una muestra sobre retratos renacentistas prevista para el a?o pr¨®ximo. "Dependemos del Prado para montar la muestra de Vel¨¢zquez, pero en pintura renacentista el Prado depende de nosotros", comenta Carr. "Los pr¨¦stamos son beneficiosos para todos. Tambi¨¦n es obvio que joyas art¨ªsticas, entre ellas Las meninas y Las hilanderas, nunca deber¨ªan viajar", a?ade.
Casualmente existe una segunda representaci¨®n de la familia de Felipe IV en Inglaterra. Se trata de las llamadas Meninas de Kingston, en referencia a la casa museo del mismo nombre que conserva la obra desde 1814. El cuadro se atribuy¨® originalmente al yerno de Vel¨¢zquez, Juan Bautista Mart¨ªnez del Pazo, pero un estudio reciente rectific¨® la atribuci¨®n. En sus an¨¢lisis de la obra, el reci¨¦n jubilado conservador del Prado Mat¨ªas D¨ªaz Padr¨®n descubri¨® la mano de Vel¨¢zquez en la ejecuci¨®n de esta escena familiar, cuya existencia se documenta en el inventario de la colecci¨®n del marqu¨¦s de Carpio. Amigo del pintor, el marqu¨¦s tambi¨¦n ten¨ªa entre sus propiedades otro cuadro m¨ªtico, la llamada Venus del espejo, incluido desde 1906 en los fondos de la National Gallery. La Venus del espejo es el ¨²nico desnudo femenino que se conoce de Vel¨¢zquez y representa, al parecer, a una mujer de la que se enamor¨® el pintor durante su estancia en Italia.
El misterio subversivo de 'Cristo en casa de Marta y Mar¨ªa'
La exposici¨®n de la National Gallery ser¨¢ foro de debate en torno a las ¨²ltimas investigaciones sobre la obra del maestro sevillano. Entre ellas, el catedr¨¢tico brit¨¢nico Philip Esler y la artista Jane Boyd creen haber resuelto el misterio en torno al cuadro Cristo en casa de Marta y Mar¨ªa, que Vel¨¢zquez pint¨® en Sevilla con 19 a?os (que han recogido en su libro Visuality and Biblical Text: Interpreting Vel¨¢zquez's Christ with Martha and Mary as a Test case). Ambos expertos resaltan el car¨¢cter "subversivo" del precoz maestro en su representaci¨®n de la popular escena del Nuevo Testamento que, seg¨²n defienden, habr¨ªa realizado en un peque?o estudio con la ayuda de un espejo.
La obra divide a los expertos en pintura barroca. La escena b¨ªblica est¨¢ desplazada al fondo del lienzo, con tres figuras a peque?a escala. Entre ellas, Jes¨²s sentado en un trono y alzando la mano izquierda, un gesto no permitido en la Espa?a cat¨®lica de la ¨¦poca. La atenci¨®n se vuelca en las dos figuras femeninas de un primer plano y, principalmente, en una joven con expresi¨®n infeliz que mira de frente al p¨²blico mientras trabaja en la cocina.
Abundan las interpretaciones sobre la obra, y la pinacoteca londinense, propietaria de la misma, la incluye entre sus trabajos "desconcertantes". La versi¨®n m¨¢s extendida identifica a la joven con Marta y deduce que la escena del Nuevo Testamento es el reflejo de una ventana o de un espejo. Esta teor¨ªa presupone que ambas escenas del cuadro se ubican en el mismo contexto b¨ªblico. "No estamos de acuerdo. La joven no pertenece al pasado b¨ªblico. Es una criada de Sevilla, contempor¨¢nea de Vel¨¢zquez, infeliz en su destino como sirviente", defiende el profesor Esler.
Seg¨²n el catedr¨¢tico, la joven est¨¢ pensando en la leyenda de Cristo amonestando a Marta, que el pintor incluye en el fondo del cuadro. "La criada evoca una escena en la que Jes¨²s deval¨²a el trabajo de Marta, una mujer en similar posici¨®n a la suya. Es una representaci¨®n subversiva que introduce una dimensi¨®n humana a un importante texto b¨ªblico. Vel¨¢zquez es un cr¨ªtico b¨ªblico. Saca a la luz el trasfondo y las realidades ocultas en los Evangelios para establecer una relaci¨®n con el contexto contempor¨¢neo. En su tiempo fue una acci¨®n totalmente novedosa e imaginativa", defiende.
Esta singular interpretaci¨®n es el resultado de cinco a?os de investigaci¨®n por parte del acad¨¦mico y la artista Jane Boyd.
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