"No veo raz¨®n para tirar el modelo n¨®rdico a la basura"
La campa?a de las elecciones presidenciales finlandesas entra en la recta final con la presidenta Tarja Halonen como clara favorita. Las ¨²ltimas encuestas de opini¨®n le dan un 54% de intenci¨®n de voto, suficiente para obtener un segundo mandato al frente del pa¨ªs n¨®rdico.
En un mapa pol¨ªtico muy fragmentado, con ning¨²n partido por encima del 30% de apoyo popular, los ¨ªndices de aprobaci¨®n de Halonen son hist¨®ricos. Hasta mediados de diciembre, la intenci¨®n de voto rondaba el 65%, lo que significa que los otros candidatos han tenido que emplearse a fondo en sus respectivas campa?as. Algo de terreno han logrado reducir. Entre ellos s¨®lo hay dos que pueden pasar a una hipot¨¦tica segunda vuelta: Matti Vanhanen, actual primer ministro y abanderado del Partido del Centro, y Sauli Niinist?, actual vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y candidato del partido conservador Kokoomus.
"Ante fen¨®menos como la deslocalizaci¨®n, la gente espera que alguien les diga a los grandes patrones: '?Basta!"
"El receso sobre la Constituci¨®n europea tras los referendos en Francia y Holanda es a¨²n v¨¢lido"
Halonen, de 62 a?os, es la candidata de la izquierda. Fue el Partido Social Dem¨®crata quien la declar¨® su abanderada, y posteriormente la Liga de Izquierda le dio todo su apoyo. El ¨¦xito de esta antigua jurista de la Central Obrera (SAK) se basa en una gran identificaci¨®n con sus compatriotas de la calle. Su hablar es directo, y su vestir, tan descuidado o m¨¢s que cualquier mujer trabajadora finlandesa. De joven se divorci¨® teniendo una ni?a peque?a, y ya como presidenta contrajo matrimonio de nuevo para alivio de los encargados del protocolo. Sus detractores la consideran una idealista a la vieja usanza, y ella se define como una luchadora que intenta impregnar la actual globalizaci¨®n con un rostro m¨¢s humano.
Pregunta. Su campa?a se fundamenta en la defensa del Estado de bienestar. Sin embargo, durante los ¨²ltimos 12 a?os los ricos finlandeses se han enriquecido m¨¢s, mientras que el 15% del segmento m¨¢s pobre de la sociedad se ha empobrecido. Durante todo este periodo, usted fue primera ministra, y despu¨¦s, presidenta. ?No teme que la gente pierda confianza en el modelo?
Respuesta. En los a?os noventa fueron muchos los economistas que nos dijeron que el modelo n¨®rdico era bueno y hasta simp¨¢tico, pero que no concordaba con las nuevas reglas de la globalizaci¨®n. El fuerte compromiso con una sociedad igualitaria, sin corrupci¨®n, es apoyado por la gente, y no veo ninguna raz¨®n por la cual tenemos que tirar este modelo a la basura. Mi ejemplo es el siguiente: una madre finlandesa que tenga bajo su cuidado a sus hijos, independientemente de sus preferencias pol¨ªticas, comprende que es m¨¢s f¨¢cil vivir bajo el modelo n¨®rdico, pues necesita de un apoyo para hacer compatible su trabajo remunerado y el trabajo de su familia. Y ese apoyo, en el caso de Finlandia, se lo entrega el Estado.
P. Los finlandeses reclaman una presidencia fuerte. ?A qu¨¦ cree usted que se debe su atractivo popular?
R. Finlandia tradicionalmente ha tenido una presidencia fuerte. Actualmente, frente a la globalizaci¨®n, la gente quiere protecci¨®n. Ante fen¨®menos como la deslocalizaci¨®n la gente espera que alguien sea capaz de decirles a los grandes patrones: "?Basta! Esto no es correcto". En el caso de Finlandia, la gente ve en m¨ª esta protecci¨®n. La gente quiere respuestas inmediatas a sus problemas, y eso tambi¨¦n es un desaf¨ªo para la democracia.
P. El canciller de Austria, Wolfang Sch¨¹ssel, declar¨® ayer que durante la presidencia de su pa¨ªs en la UE buscar¨¢ la forma de reabrir el debate sobre la Constituci¨®n. El turno de Finlandia en la presidencia comenzar¨¢ en el verano. ?Le han sorprendido las declaraciones de Sch¨¹ssel? ?C¨®mo abordar¨¢ Finlandia el asunto de la Constituci¨®n durante su presidencia?
R. S¨ª, han sido una sorpresa. Para nosotros, el receso declarado despu¨¦s de los referendos en Francia y Holanda es a¨²n v¨¢lido. Con Austria hemos trabajado codo a codo para preparar la agenda del presente a?o. Creo que se necesitar¨¢ de todo el saber de los austriacos para reabrir el debate.
P. La canciller alemana, Angela Merkel, viaja esta semana a Washington y va a pedir a su anfitri¨®n, George W. Bush, el cierre del campo de Guant¨¢namo. Si usted es elegida para un segundo mandato, tambi¨¦n visitar¨¢ Estados Unidos durante la primavera. ?Apoyar¨¢ la petici¨®n de Merkel?
R. Mi experiencia me dice que al presidente Bush se le pueden decir las cosas por su nombre. Lo mismo ocurre con el presidente Putin. Son pol¨ªticos que valoran la sinceridad. El revuelo por un adjetivo m¨¢s o un adjetivo menos, por lo general, lo levantan los medios de comunicaci¨®n. Yo espero que la canciller Merkel tenga ¨¦xito en su gesti¨®n. Es muy importante atraer a los estadounidenses a un trabajo conjunto y constructivo en favor de la democracia y los derechos humanos dentro del marco establecido por las Naciones Unidas.
P. ?Qu¨¦ pasar¨¢ el domingo por la noche si el apoyo popular no supera barrera del 50%? ?Ser¨¢ para usted una decepci¨®n?
R. No. En una elecci¨®n democr¨¢tica con otros siete candidatos ¨¦sa es una posibilidad. Pero si as¨ª fuera, desde esa misma noche iniciaremos una campa?a como jam¨¢s se ha visto en los pa¨ªses n¨®rdicos para ganar en la segunda vuelta.
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