"La gen¨¦tica nos permite tener un 'c¨®digo de barras' de cada especie"
Geoff A. Boxshall, de 55 a?os, bi¨®logo marino en el Museo de Historia Natural de Londres desde hace tres d¨¦cadas, dice sentirse frustrado cuando piensa en el dinero destinado "a observar el universo cuando a¨²n no hemos explorado el medio m¨¢s extenso de la Tierra, que es el oc¨¦ano". ?l es experto en los "insectos del mar", los cop¨¦podos, crust¨¢ceos diminutos que forman parte del zooplancton. "Pero hay m¨¢s cop¨¦podos que insectos, porque el planeta est¨¢ lleno de agua, y el agua, llena de cop¨¦podos", dice Boxshall. Junto a Dami¨¢ Jaume del Instituto Mediterr¨¢neo de Estudios Avanzados, este investigador ha descrito decenas de nuevas especies de estos seres, muchas halladas en Espa?a. En esta entrevista, realizada durante una jornada sobre biodiversidad marina organizada por el CSIC y la Fundaci¨®n BBVA, Boxshall dice que la vida microsc¨®pica marina es tan poco conocida como valiosa. Para ilustrar su importancia pone una pregunta-ejemplo: ?Qu¨¦ es m¨¢s valioso, el ox¨ªgeno o los diamantes? Y los microorganismos marinos son el ox¨ªgeno.
"El cambio crucial para conservar el planeta lo debemos al conocimiento. Luego est¨¢ la pol¨ªtica, que siempre va muy por detr¨¢s de la ciencia"
"La cuesti¨®n clave es determinar cu¨¢ndo un ecosistema, que tiene una inercia temporal, est¨¢ en el punto de no retorno"
Pregunta. ?Por qu¨¦ es tan importante el plancton?
Respuesta. El oc¨¦ano es el mayor h¨¢bitat que existe. Ocupa el 71% de la superficie de la Tierra y tiene casi cuatro kil¨®metros de profundidad media. Lo que ocurre ah¨ª afecta todo lo dem¨¢s. Y ¨¦se es el hogar del plancton. Por eso, por su gran dimensi¨®n, es tan importante. No es intuitivo para nosotros, porque son seres transparentes, microsc¨®picos... Y lo m¨¢s impresionante es que el plancton que conoc¨ªamos hasta hace s¨®lo una d¨¦cada es s¨®lo la punta de una cadena tr¨®fica que empieza con seres a¨²n m¨¢s peque?os: el picoplancton, que son b¨¢sicamente bacterias de enorme importancia ecol¨®gica.
P. ?Puede poner un ejemplo?
R. En el picoplancton tambi¨¦n hay virus que pueden acabar dr¨¢sticamente con colonias enteras de algas, con lo que ¨¦stas caen al fondo en bloque. Ese mecanismo -estos org¨¢nicos que se hunden- resulta ser uno de los principales mecanismos para secuestrar carbono de la atm¨®sfera. Su efecto en el c¨®mputo global de carbono a¨²n se est¨¢ cuantificando, a¨²n no est¨¢ en los modelos.
P. ?Podr¨ªa este proceso dar cuenta del carbono perdido en el ciclo del carbono que se conoce?
R. Seguramente, al menos de parte de ¨¦l.
P. O sea que los modelos del funcionamiento del oc¨¦ano son inexactos.
R. Conocer esos procesos bien y extrapolar a escala global es muy dif¨ªcil. El a?o pasado, por ejemplo, se descubri¨® un nuevo grupo de bacterias que en ciertas partes del oc¨¦ano toman amoniaco y emiten nitr¨®geno. Se cree que son responsables nada menos que del 30% de la emisi¨®n total de nitr¨®geno. Es algo inmenso, y ni siquiera estaba en las ecuaciones del ciclo del nitr¨®geno. Es que cuantificar la dimensi¨®n microbiana es dif¨ªcil.
P. Una de las consecuencias del cambio clim¨¢tico es la acidificaci¨®n del agua del oc¨¦ano. ?C¨®mo afecta al plancton?
R. Es de lo que m¨¢s se estudia ahora. Es dif¨ªcil saberlo a¨²n. Hay trabajos que muestran que los corales y los erizos, por ejemplo, son muy intolerantes a un aumento de acidez. El pH de los oc¨¦anos nunca ha variado mucho, as¨ª que la vida marina no tiene un bagaje evolutivo que le permita adaptarse r¨¢pido.
P. Craig Venter ha encontrado m¨¢s de un mill¨®n de genes nuevos en sus muestras del mar de los Sargazos, lo que ilustra lo desconocida que es la biodiversidad microbiana. ?Es ese resultado tan impresionante como parece?
R. A Venter, o se le ama o se le odia. Es curioso que la ciencia sea tan emocional, pero desde luego que lo es. Y yo... no soy de los admiradores de Venter. Pero lo cierto es que la escala de sus hallazgos nos ha sorprendido a todos, desde luego a mi s¨ª. Por ejemplo, ha encontrado unos 800 genes de rodopsina, un pigmento con el que las bacterias capturan energ¨ªa lum¨ªnica. Es algo que no se ha tenido en cuenta, de nuevo, en los modelos. Para estudiar la fotos¨ªntesis a escala planetaria, los sat¨¦lites miden la clorofila en el agua, pero ¨¦se es el pigmento que usan las algas; hay otros que usan las bacterias, y que est¨¢n subestimados.
P. Hable de su trabajo en las cuevas submarinas, consideradas puntos calientes de biodiversidad.
R. Son un impresionante foco de biodiversidad para plancton. Junto con Dami¨¢ Jaume hemos descrito varias familias y g¨¦neros nuevos de cop¨¦podos, y 40 o 50 especies. Las encontramos en cuevas de Lanzarote, Mallorca, las Bahamas, las Bermudas... Ahora tratamos de reconstruir la historia evolutiva del grupo.
P. Decenas de nuevas especies. Muchas, ?no?
R. Hay un mont¨®n de especies nuevas por descubrir. En nanoplancton los muestreos consisten en coger un cubo del Mediterr¨¢neo, otro del Mar del Norte, de California, Jap¨®n... Y por muchos cubos que cojas tienes una porci¨®n rid¨ªcula del oc¨¦ano. A¨²n as¨ª, con las t¨¦cnicas de biolog¨ªa molecular, en que vas pescando ADN, se encuentran ramas evolutivas enteras completamente nuevas. Por eso no puedo evitarlo: para mi es frustrante que dediquemos tanto dinero a observar el universo y clasificar maravillosos cu¨¢sares cuando a¨²n no hemos explorado el medio m¨¢s extenso de la Tierra, que es el oc¨¦ano.
P. Los nuevos m¨¦todos de biolog¨ªa molecular para encontrar especies nuevas, ?casan bien con los tradicionales?
R. La gen¨¦tica es una aut¨¦ntica revoluci¨®n cient¨ªfica de la que estamos siendo testigos, y s¨ª, hay tensi¨®n entre las nuevas y viejas formas de hacer las cosas. Porque no es tan f¨¢cil integrar ambos mundos. Por ejemplo, muchos de los nuevos genomas descubiertos pertenecer¨¢n a organismos ya conocidos. Pero hay que acelerar el ritmo al que se estudia la biodiversidad. Describir los 1,7 millones de especies que se conocen hoy en todo el planeta ha llevado 250 a?os. Si suponemos que hay cinco millones, ?cu¨¢nto tardaremos en clasificarlas todas? La gen¨¦tica, que nos permite tener un c¨®digo de barras de cada especie, es la herramienta para acelerar.
P. Los bi¨®logos marinos observan el efecto que la actividad humana est¨¢ teniendo sobre la parte conocida del oc¨¦ano. ?No piensa que al descubrir nuevos ecosistemas los expone tambi¨¦n a una amenaza?
R. El conocimiento es importante a largo plazo. Cuando me hice bi¨®logo el principal argumento a favor del conservacionismo era de ¨ªndole moral: ?Qu¨¦ planeta le dejamos a nuestros nietos? Y hab¨ªa animales carism¨¢ticos, como el panda. Pero esto ha cambiado radicalmente. Ahora se piensa en los servicios que nos ofrece este ecosistema. Y nos damos cuenta de que los seres no carism¨¢ticos, como las bacterias, nos dan recursos esenciales: gases, nutrientes... Es un cambio crucial para conservar el planeta, y lo debemos al conocimiento. Luego est¨¢ la pol¨ªtica, que siempre va muy por detr¨¢s de la ciencia.
P. Cuando la gente aprecie el valor de los ecosistemas, ?No ser¨¢ demasiado tarde?
R. ?sa es la cuesti¨®n. Los sistemas biol¨®gicos tienen una inercia temporal... y cuando fallan tienden a hacerlo catastr¨®ficamente. Es la pregunta clave, determinar cu¨¢ndo un ecosistema est¨¢ en el punto de no retorno.MOL?CULAS
Estrella polar triple
Aunque persiste la percepci¨®n de la estrella polar, Polaris, como un punto de luz fijo y solitario que guiaba en la antig¨¹edad a los viajeros, en realidad se trata de un sistema triple, han hallado astr¨®nomos estadounidenses a trav¨¦s del telescopio espacial Hubble. Hasta ahora se conoc¨ªa la existencia de una estrella compa?era de Polaris, pero ahora se ha podido fotografiar por primera vez, una segunda, muy poco luminosa y situada muy cerca de la principal que es 2.000 veces m¨¢s brillante que el Sol.
Dos genes, un ARN
En el n¨²mero de enero de la revista Genome Research, dos equipos de cient¨ªficos describen un fen¨®meno generalizado en el genoma humano denominado quimera inducida por la transcripci¨®n (TIC), en que dos genes adyacentes producen una ¨²nica secuencia de ARN fusionada. El grupo de Roderic Guig¨®, del Centro de Regulaci¨®n Gen¨®mica, en colaboraci¨®n con los equipos de Stylianos Antonarakis (Universidad de Ginebra) y Rotem Sorek de Compugen (Israel) de manera independiente, estiman que, como m¨ªnimo, de un 2% a un 5% de los genes del genoma humano est¨¢n involucrados en este fen¨®meno. "En cierto modo, este fen¨®meno cuestiona nuestro concepto actual de gen", indica Guig¨®. "La regla un gen, una prote¨ªna ha sido esencial para el desarrollo de la biolog¨ªa molecular. Sin embargo, a medida que profundizamos en la comprensi¨®n del genoma eucari¨®tico, este paradigma aparece cuestionado: una misma secuencia gen¨®mica puede participar en transcritos m¨²ltiples, codificando mol¨¦culas con funcionalidades diversas."
Vuelta desde un cometa
Para el pr¨®ximo domingo est¨¢ prevista la vuelta a la Tierra de la c¨¢psula de la nave Stardust que contiene muestras del cometa Wild 2, tomadas en enero de 2004. Si todo va bien, tras un recorrido de 3.000 millones de kil¨®metros en total, las muestras de material extraterrestre caer¨¢n en una base militar estadounidense en el Estado de Utah. El material ser¨¢ recogido por un helic¨®ptero para ser distribuido entre varios equipos cient¨ªficos para su estudio.
Fin de una misi¨®n
Despu¨¦s de dar 62.000 vueltas a la Tierra durante 13 a?os, ha dejado de funcionar el sat¨¦lite franco-estadounidense Topex/Poseidon, de observaci¨®n de los oc¨¦anos. Sus datos han sido analizados y utilizados por m¨¢s de 600 cient¨ªficos de 54 pa¨ªses, ha se?alado Yves Menard, director cient¨ªfico del proyecto por parte francesa. La producci¨®n cient¨ªfica se ha plasmado en 2.100 art¨ªculos.
Circulaci¨®n oce¨¢nica
Un r¨¢pido aumento de la temperatura global del planeta, hace unos 55 millones de a?os, provoc¨® un cambio brusco de la circulaci¨®n oce¨¢nica profunda. Los cient¨ªficos que lo han descubierto, mediante an¨¢lisis de is¨®topos de carbono en sedimentos del suelo marino en diversas zonas de gran profundidad, consideran que la situaci¨®n es an¨¢loga al calentamiento actual de la Tierra y que el efecto puede dar pistas importantes sobre las consecuencias (Nature).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.