Todo el desierto, archivado
Tras 20 a?os de experiencia, no hay zona que se escape a los mapas privados de Mitsubishi
Dif¨ªcil es que el franc¨¦s St¨¦phane Peterhansel cometa errores de navegaci¨®n como el de ayer. El piloto de Mitsubishi se perdi¨® durante la und¨¦cima etapa del Rally Dakar y, por ello, perdi¨® unos 13 minutos que, a pesar de no poner en peligro su liderato -aventaja en 25 minutos a su compatriota Luc Alphand-, malhumoraron sobremanera al ocho veces ganador de la carrera.
Peter, como se conoce al de Vesoul, es un experto navegador gracias, en gran parte, a su dilatada experiencia en suelo africano. Pero, adem¨¢s, tanto ¨¦l como todos los pilotos del equipo oficial Mitsubishi se benefician de un preciso m¨¦todo de trabajo que se pone en marcha cada tarde, en el campamento, con el ¨²nico objetivo de adelantarse a sus rivales y comenzar a ganar ya la etapa del d¨ªa siguiente. Un engranaje perfecto.
"Conociendo el terreno, sabemos qu¨¦ gomas montar y con qu¨¦ aire", dice el copiloto Magne
La organizaci¨®n facilita el libro de ruta de la siguiente etapa a la llegada de los pilotos a la meta. Poco pueden hacer los equipos modestos, salvo personalizar su rut¨®metro con colores para advertir, cada uno a su manera, los peligros con los que, en principio, se topar¨¢n cuando se levante el d¨ªa y los motores arranquen.
No ocurre as¨ª en Mitsubishi. La hegemon¨ªa de los japoneses en los raids, sobre todo en los ¨²ltimos tiempos, ha permitido recabar multitud de informaci¨®n que, una vez almacenada y debidamente clasificada, permite al departamento de competici¨®n partir con cierta ventaja respecto a sus rivales.
"Cuando el road book [libro de ruta] cae en mis manos cada tarde", explica Henri Magne, copiloto de Nani Roma, "tanto yo como el resto de los copilotos del equipo, tres, nos pasamos una hora y media prepar¨¢ndolo", afirma este franc¨¦s de 52 a?os residente en Andorra.
Bien sea un cambio de direcci¨®n, una variaci¨®n en el piso, la llegada a un poblado o a una zona de dunas, todo se colorea para que pueda ser reconocido, entre golpetazos, con un simple vistazo.
"Los copilotos nos reunimos despu¨¦s e intentamos, con la ayuda de la tecnolog¨ªa y la documentaci¨®n que hemos almacenado durante los ¨²ltimos 20 a?os, marcar una posible ruta", prosigue Magne, dos veces ganador de la carrera.
El departamento deportivo de Mitsubishi atesora un archivo cartogr¨¢fico que comprende todo el desierto. Muchas de las cartas originales que, posteriormente, se han informatizado atesoran m¨¢s de 50 a?os de antig¨¹edad y todas ellas guardan la escala 1/250.000. "Gracias a estos mapas sabemos las caracter¨ªsticas del terreno, qu¨¦ tipo de neum¨¢ticos debemos montar y, dependiendo de si el piso es rocoso o arenoso, el aire que deben contener para evitar pinchazos", apostilla Magne.
S¨®lo antes de dormir se re¨²ne cada copiloto con su conductor para indicarle el terreno con el que deber¨¢ lidiar a la salida del sol.
Tanto la tecnolog¨ªa que posee como el archivo acumulado ser¨¢ hoy el principal aliado de Mitsubishi. La etapa, de 872 kil¨®metros entre Bamako y Labe, es considerada un marat¨®n porque los veh¨ªculos no gozar¨¢n de asistencia llegada la noche y, adem¨¢s, el tramo es desconocido para todas las escuder¨ªas. Excepto para Mitsubishi y su ancestral archivo.
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