El motor de Merkel
La gran coalici¨®n de la CDU y el SPD en Berl¨ªn ha comenzado su dif¨ªcil andadura con buen pie. El notable papel de su jefa de Gobierno, la canciller Angela Merkel, durante la ¨²ltima cumbre europea ya caus¨® buena impresi¨®n dentro y fuera de Alemani
a. Las encuestas revelan una considerable disposici¨®n de la poblaci¨®n alemana a otorgar un voto de confianza al Ejecutivo. ?ste, a su vez, siendo una alianza m¨¢s de obligaci¨®n que de conveniencia, ha generado en el poco tiempo que lleva ejerciendo un esp¨ªritu de cooperaci¨®n y lealtad entre los dos grandes partidos que de hecho ha cambiado ya el ambiente pol¨ªtico y comienza a reflejarse en el econ¨®mico. La relaci¨®n personal entre Merkel y el vicecanciller socialdem¨®crata M¨¹ntefering es calificada en los dos partidos como estrecha y ejemplar.
La gran coalici¨®n ha anunciado un paquete de inversiones de m¨¢s de 25.000 millones de euros para dar impulso a la econom¨ªa, mientras se multiplican los indicios de una recuperaci¨®n y los ¨ªndices de confianza del empresariado y del inversor alcanzan cotas desconocidas desde hace muchos a?os. Se ha revisado al alza la previsi¨®n de crecimiento desde el 1,0% al 1,5%. Gran parte de esta inversi¨®n se volcar¨¢ en programas de infraestructuras e investigaci¨®n y desarrollo (I+D) y en el apoyo a la peque?a y mediana empresa mediante incentivos fiscales y ayudas en la inversi¨®n.
Los dos grandes partidos est¨¢n decididos a aprovechar esa gran mayor¨ªa parlamentaria a la que parad¨®jicamente fueron condenados por la aritm¨¦tica electoral. Ning¨²n Gobierno sin una base semejante podr¨ªa haber impuesto una subida del IVA de tres puntos que debe ayudar a devolver a Alemania a la disciplina de un d¨¦ficit p¨²blico inferior al 3%, l¨ªmite establecido por el Tratado de Maastricht. CDU y SPD act¨²an desde el convencimiento de que est¨¢n condenados juntos al ¨¦xito o al fracaso. El baremo para medir ambos estar¨¢ en el empleo. Pero los obst¨¢culos son muchos. La reforma sanitaria parece atascada. Y se acercan elecciones regionales en las que los socios ser¨¢n m¨¢ximos rivales. Merkel y M¨¹ntefering quieren evitar que frustren esta cooperaci¨®n en Berl¨ªn en la que los alemanes, los analistas y los socios europeos han depositado tantas esperanzas. Su ¨¦xito es, nunca mejor dicho, de inter¨¦s general.
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