Placidez desmedida

La quietud, la contemplaci¨®n y la calma pueden dar lugar a peque?as obras maestras dotadas de un especial sentido del ritmo. Pero la placidez y el equilibrio tambi¨¦n pueden generar pesti?os repletos de desaz¨®n y hast¨ªo que s¨®lo provoquen indiferencia. Bordadoras, ¨®pera prima de la francesa ?l¨¦onore Faucher, ganadora del Gran Premio de la Semana de la Cr¨ªtica de Cannes, se encuentra a medio camino entre la delicia y el tost¨®n.

Por momentos, su innata simpat¨ªa se eleva sobre la simplicidad de la propuesta, pero poco despu¨¦s la radical y descarnada narraci¨®n puede abrir de par en par la puerta de la somnolencia. La esperanza de una vida mejor y la p¨¦rdida de la inocencia son narradas por Faucher de una forma seca, sin concesiones, sin una sola trama paralela que ayude a comprender parte de los misteriosos comportamientos de algunos de sus personajes. Busca sensaciones, pero no siempre las encuentra. Los interminables silencios se adivinan necesarios en determinadas circunstancias; en otras, en cambio, se tornan caprichosos, sin la verdadera conjunci¨®n entre el tono que se pretende para la pel¨ªcula y la genuina transmisi¨®n de emociones.