Caracas se aleja del mundo

Como si se tratara de una ciudad imaginada por Jos¨¦ Saramago, Caracas se ha alejado repentinamente del resto del mundo. Una mano c¨®smica parece haber mudado a la capital venezolana tres horas m¨¢s lejos de cualquier lugar.

A principios de enero, un viaducto de 70 metros de altura y 300 de longitud en una estrat¨¦gica autopista se resquebraj¨® sin remedio y separ¨® a la urbe, de cinco millones de habitantes, de sus principales aeropuerto y puerto.

Ahora, para llegar hasta la terminal internacional Sim¨®n Bol¨ªvar hay que pasar hasta tres horas transitando por una tortuosa y estrecha carretera de principios del siglo XX, que hab¨ªa ca¨ªdo en desuso hace 50 a?os.

As¨ª que quienes llegan al pa¨ªs a trav¨¦s de ese aeropuerto, situado en la costa del Caribe en el Estado de Vargas, deben emprender la traves¨ªa para subir hasta Caracas, a 900 metros sobre el nivel del mar. No es extra?o que, en ocasiones, el viaje por tierra termine durando m¨¢s que el vuelo. "Hemos retrocedido a la prehistoria, antes bajabas al aeropuerto en 20 minutos por una buena autopista, ahora puedes perder una ma?ana o una tarde entera en la carretera", comenta un usuario.

El Gobierno de Hugo Ch¨¢vez, que goza de fama internacional por otorgar ayudas para que otros pa¨ªses mejoren sus infraestructuras, se encuentra as¨ª ante la paradoja que encierra el refr¨¢n "candil de la calle, oscuridad de la casa". La oposici¨®n y los medios de comunicaci¨®n no han desperdiciado la oportunidad para acusarle.

"Es una emergencia, los 20 minutos para ir al aeropuerto se acabaron por ahora. Pero no estamos aislados, el Gobierno garantiza el tr¨¢nsito desde y hacia Vargas", dijo el ministro del Interior, Jesse Chac¨®n

Su opini¨®n no es compartida por muchas personas que viven en Caracas y trabajan en Vargas y viceversa, pues el uso de la carretera tiene horario restringido. Desde las cinco de la madrugada y hasta las nueve de la noche puede ser transitada por veh¨ªculos ligeros y autobuses.

A partir de esa hora s¨®lo pueden pasar camiones. Pero la v¨ªa es tan estrecha que en el horario de carga pesada no se pueden usar las dos direcciones, y una noche la usan para subir y otra para bajar. Los conductores pasan hasta d¨ªa y medio aguardando.

Muchos han intentado aprovecharse. Los taxistas, que habitualmente cobraban unos 12 euros por el traslado desde el aeropuerto hasta Caracas, llegaron a exigir hasta 77 euros. Algunos viajeros temerosos de perder su vuelo contratan moto-taxis, una aventura que debe dejar p¨¢lida a cualquier monta?a rusa, pues la carretera de 30 kil¨®metros tiene 365 curvas (es decir, una cada 82 metros), la mayor¨ªa sobre enormes abismos.