Malvivir bajo el puente
Los inmigrantes que duermen al raso en Valencia evidencian carencias asistenciales y de coordinaci¨®n de las administraciones
Decenas de inmigrantes duermen debajo de un puente del antiguo cauce del Turia, arropados por sus pocas pertenencias y la esperanza de conseguir trabajo y un nuevo hogar. Su m¨ªsera existencia ha generado una agria pol¨¦mica pol¨ªtica, acusaciones entre administraciones gobernadas por el PSOE y el PP, y protestas de las ONG. Una pol¨¦mica que pone de relieve las carencias de la asistencia a extranjeros sin papeles y problemas de coordinaci¨®n entre administraciones.
Unos 600 inmigrantes pasan la noche al raso, en almacenes u otras estancias de dudosa salubridad en la provincia de Valencia, seg¨²n los datos que baraja el Foro Alternativo de la Inmigraci¨®n, entidad que agrupa a una treintena de organizaciones de extranjeros. Buena parte de ellos se concentra en Valencia y, especialmente, en el puente de Ademuz en el antiguo cauce del Turia, que se ha convertido en el principal punto de reuni¨®n para pasar la noche. En un registro elaborado por el Foro en julio contabilizaron 234 inmigrantes, aunque "hay muchos m¨¢s", como apunta el portavoz de esta entidad, Boughalebn Mim¨ª. Y es que se trata de una poblaci¨®n flotante dif¨ªcil de cuantificar.
"El PP no tiene ninguna pol¨ªtica de inmigrantes", dice el Foro Alternativo
M¨¢s all¨¢ del n¨²mero exacto, este colectivo es el espejo donde se hace visible esta realidad que le ha estallado en las manos al Ayuntamiento de Valencia, cuya respuesta ha sido contradictoria y pol¨¦mica. Mientras la concejal de Bienestar Social e Integraci¨®n, Marta Torrado, asegura que "cada noche" se acercan los asistentes sociales para ofrecer ayuda y albergues, la Polic¨ªa Local ha presionado a los inmigrantes para que abandonen el lugar, con desalojos para baldear la zona y multas por "ensuciar la v¨ªa p¨²blica depositando cartones y enseres". El concejal de Seguridad, Miquel Dom¨ªnguez, incluso lanz¨® la idea de que se instalen en Torrent, adonde acuden para conseguir trabajo. La agresi¨®n a un inmigrante subraya el panorama de falta de asistencia a estas personas.
Hay tres administraciones con competencias diferentes -el Estado, la Generalitat y el Ayuntamiento-, pero sin coordinaci¨®n ni entendimiento suficiente para evitar que cientos de personas duerman a la intemperie. Para el Foro, sin embargo, la responsabilidad no se reparte a partes iguales. El Estado se reserva la concesi¨®n de permisos de trabajo y residencia, las autonom¨ªas y los ayuntamientos tienen el papel de integrar a los extranjeros; no todos est¨¢n afrontando su funci¨®n de la misma forma, seg¨²n esta entidad.
"El Gobierno est¨¢ cumpliendo. Desde febrero estamos debatiendo c¨®mo dar documentaci¨®n a esta gente", comenta Mim¨ª. La prioridad para la organizaci¨®n que aglutina a un buen n¨²mero de asociaciones de inmigrantes es regularizarlos, una v¨ªa que abre las puertas no s¨®lo a conseguir trabajo, sino a contratos de alquiler, n¨®minas bancarias, altas telef¨®nicas y actos administrativos b¨¢sicos. "En julio presentamos un expediente con los datos de 160 personas y la subdelegaci¨®n del Gobierno de Valencia est¨¢ sac¨¢ndolos adelante". El trabajo del Foro Alternativo, CC OO, C¨¢ritas, y Valencia Acoge, entre otras entidades, comienza a obtener sus frutos y el viernes el subdelegado, Luis Felipe Mart¨ªnez, anunci¨® que esta semana se habr¨¢ regularizado a 55 inmigrantes que duermen bajo el puente en Valencia.
Es una labor complicada, porque hay que identificar a los extranjeros, pero "el problema se est¨¢ resolviendo", apunta Mim¨ª. No ocurre lo mismo con el Consell y el Ayuntamiento de Valencia. "El PP no tienen ninguna pol¨ªtica de inmigrantes", dice Mimi.
La Generalitat, que es la que tiene las competencias en asuntos sociales, vivienda, educaci¨®n y sanidad, ha observado el debate desde la barrera. La consejera de Bienestar Social, Alicia de Miguel, apunta al Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. "Los inmigrantes llegan en aviones que trae el ministerio de Interior y los dejan aqu¨ª. Si esta gente la trae el Gobierno, lo l¨®gico es que el Estado gestione su atenci¨®n hasta el final y organice un programa de atenci¨®n estatal". Adem¨¢s, se?ala que hay albergues. "La cuesti¨®n es que muchos de ellos no quieren alojarse all¨ª", a?ade.
Los mismos argumentos esgrime la concejal Torrado, del PP, que insiste en se?alar a la pol¨ªtica de extranjer¨ªa del Gobierno central como culpable de la situaci¨®n y pide "mayor esfuerzo". Torrado destaca que fruto del I Plan Municipal para la Integraci¨®n de la Inmigraci¨®n se han puesto en marcha recursos como el Centro de Atenci¨®n al Inmigrante o la Gu¨ªa Municipal de Informaci¨®n de Personas Inmigrantes. Adem¨¢s, a trav¨¦s de convenios, el Ayuntamiento ofrece 457 camas en albergues a los sin techo, y no todas se ocupan, subraya. Entre subvenciones y programas propios, el Consistorio destin¨® en 2005 cinco millones de euros para la atenci¨®n de los inmigrantes, destaca la concejal, que se queja de que "la noticia sea el manguerazo, no esos recursos". Torrado admite que en los dos ¨²ltimos a?os ya ha habido grupos de inmigrantes instalados bajo el puente, pero recalca que muchos no quieren acudir a los albergues porque est¨¢n lejos de los puntos de reuni¨®n a los que acuden para ser contratados diariamente, motivo por el cual ha pedido al Gobierno que investigue una posible red de explotaci¨®n de inmigrantes. El concejal Dom¨ªnguez ha ido m¨¢s lejos y ha propuesto que se les traslade a Torrent, donde buscan trabajo, lo que para el Grupo Socialista municipal supone una "deportaci¨®n" de los afectados que achaca a la "incapacidad" del PP de encontrar soluciones. El portavoz de EU-L'Entesa, Antonio Montalb¨¢n, sugiere habilitar alg¨²n polideportivo, donde puedan cobijarse y asearse, una idea que rechaza Torrado. "Hablamos de personas y el Ayuntamiento no puede escudarse en el Gobierno y pordiosear unos euros", sentencia Montalb¨¢n, quien considera que "la Generalitat se sale de rositas".
Para el Foro Alternativo de la Inmigraci¨®n, falta voluntad pol¨ªtica en el Consell. El Plan Valenciano de Integraci¨®n, prometido en 2001, no se present¨® hasta 2004. Algo similar ha pasado con la Red de Agencias para la Mediaci¨®n para la Integraci¨®n y la Convivencia Social. La directora general de la Inmigraci¨®n, Lina Insa, las present¨® en noviembre de 2002, pero a¨²n no ha visto la luz ninguna, a pesar de haber sido presentadas repetidamente. Bienestar Social pretende inaugurar las cinco primeras en los pr¨®ximos meses.
El Ayuntamiento de Valencia insiste en que el reglamento de Extranjer¨ªa prev¨¦ una red de centros estatales para atender a refugiados e inmigrantes. El Gobierno firm¨® un convenio con la Generalitat por 14,3 millones de euros, de los cuales 8,1 son para integraci¨®n, y que dicen no haber visto a¨²n. Otras entidades adelantan dinero propio. Los inmigrantes, mientras, malviven bajo el puente.
Atenci¨®n cercana
El Centro de Comunicaci¨®n y Servicios Interculturales (CCSI) de Torrent es un ejemplo de c¨®mo prestar asistencia a los inmigrantes desde el ¨¢mbito m¨¢s pr¨®ximo, es decir su municipio o, como mucho, su comarca. Esta entidad depende de la Mancomunitat de L'Horta Sud y desde su puesta en marcha ha atendido a miles de personas que se han acercado a sus dependencias para padir consulta legal, laboral, formativa o incluso psicol¨®gica.
El gran salto lo dio en 2002. Hasta entonces, en 2000 atendi¨® a 150 personas y en 2001 a 163. Pero a partir de ah¨ª la actividad se dispar¨® con 1.739 personas atendidas en 2002; 1.745 en 2003, y 2.492 en 2004. El a?o pasado, con todo el proceso de regularizaci¨®n, sus trabajadoras se vieron desbordadas ante la demanda asistencial de inmigrantes llegados no s¨®lo de la comarca, sino de diversas localidades de la provincia.
Pese a ello, buena parte de su existencia ha estado siempre pendiente de un hilo ante el escaso apoyo econ¨®mico de la Generalitat. Las ayudas municipales y subvenciones diversas han servido para mantener unos servicios, m¨¢s extensos o menos en funci¨®n de las disponibilidades econ¨®micas, aunque a pesar de ello, el servicio se ha convertido en un referente de la atenci¨®n municipal a los inmigrantes.
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