La poblaci¨®n reclusa de Catalu?a no aumenta por primera vez en cinco a?os

La poblaci¨®n reclusa catalana aument¨® el a?o pasado en 205 internos. La cifra supone una cierta contenci¨®n respecto al aumento desbocado que se hab¨ªa registrado desde 2001 y que situ¨® las prisiones catalanas al borde del bloqueo. Los expertos no se atreven a explicar la estad¨ªstica, pero lo cierto es que el n¨²mero de reclusos preventivos se ha estancado. El 4 de enero hab¨ªa 8.299 presos y el 30 de diciembre de 2004 eran 8.094. Un a?o antes, la cifra era de 7.416 y el anterior, 6.294. Siguiendo con la moviola, al acabar el a?o 2001, la poblaci¨®n reclusa era de 6.405 reclusos y el a?o anterior, 6.073.

La contenci¨®n en el n¨²mero de reclusos es m¨¢s significativa si se tiene en cuenta que el a?o pasado entr¨® en vigor la reforma del C¨®digo Penal, que castigaba como delito algunos hechos que hasta entonces eran falta en situaciones de violencia dom¨¦stica.

?C¨®mo explicar la contenci¨®n? Nadie se atreve a formular una hip¨®tesis, ni siquiera el secretario de Servicios Penitenciarios, Albert Batlle. "No nos atrevemos a hacer ninguna evaluaci¨®n porque no se sabe si esta contenci¨®n es circunstancial o no. Hay que esperar y analizar lo ocurrido", explica. Pero algunas cifras hablan por s¨ª solas. Por ejemplo, que el n¨²mero de presos preventivos, es decir, que esperan juicio, se ha estancado. Al iniciarse este a?o eran 1.630 y al acabar 2004 sumaban 1.608. Un a?o antes, por ejemplo, eran 1.352.

Aunque parezca una perogrullada, si hay el mismo n¨²mero de presos preventivos es, b¨¢sicamente, porque los jueces de guardia no env¨ªan a la c¨¢rcel a m¨¢s detenidos que hace un a?o.

Francisco Gonz¨¢lez Ma¨ªllo, titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 11 de Barcelona, no aprecia cambios de tendencia sustanciales en las decisiones de los juzgados de guardia, ni siquiera con la nueva legislaci¨®n que endurece el castigo en los casos de violencia dom¨¦stica. El magistrado recuerda que el fiscal, que es quien est¨¢ obligado a pedir la orden de prisi¨®n contra un detenido para que el juez la pueda acordar, sigue manteniendo los mismos criterios de los ¨²ltimos a?os.

El aumento de 200 presos en el ¨²ltimo a?o corresponde casi por completo a ciudadanos extranjeros. A principios de enero eran 2.831 los extranjeros en las c¨¢rceles catalanas, frente a los 2.625 de hace un a?o, o los 2.207 del anterior y as¨ª cada vez menos hasta llegar al a?o 2000, en que eran 1.348. Es decir, hace cinco a?os, los extranjeros supon¨ªan el 22,19% de la poblaci¨®n reclusa. Ahora son el 34,11%. Lo habitual es que ante un delito, aunque no sea grave, cometido por un inmigrante sin domicilio conocido, el juez de guardia dicte su ingreso en prisi¨®n para evitar la huida y asegurar su presencia en el juicio r¨¢pido. En iguales condiciones, un espa?ol queda en libertad con cargos.

Otro dato que ayuda a explicar que no aumente el n¨²mero de presos es el gran incremento de las personas que est¨¢n sometidas a medidas penales alternativas a la prisi¨®n. A principios de este a?o eran 1.943, casi el doble que hace un a?o. El pasado mes de octubre, el Departamento de Justicia alert¨® de que ten¨ªa listas de espera para aplicar estas medidas por la falta de colaboraci¨®n de las instituciones, entidades y organismos privados, pero hace unas semanas se firmaron varios convenios de colaboraci¨®n que han aligerado la situaci¨®n. De este modo, si un juez opta por esta v¨ªa y pide a la Generalitat que aplique una alternativa a la c¨¢rcel, ahora ya se puede cumplir y el afectado puede realizar un cursillo de resocializaci¨®n o trabajos en beneficio de la comunidad, por ejemplo. Es una forma de que el que la haga, la pague, pero sin tener que entrar en unas c¨¢rceles que est¨¢n masificadas y lo estar¨¢n hasta que empiecen a ser realidad los centros en construcci¨®n.