"La principal esperanza que tenemos con las c¨¦lulas madre cerebrales es que reparen lesiones"
Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Verdugo, de la Universitat, es uno de los mayores especialistas en neurog¨¦nesis
Como suele ocurrir en la ciencia, a la ca¨ªda de un dogma sigue un alud de interrogantes. Y as¨ª sucedi¨® cuando en la d¨¦cada pasada se hizo trizas el convencimiento que se arrastraba m¨¢s de cien a?os de que a lo largo de la vida adulta se perd¨ªan irremediablemente miles y miles de neuronas sin que el cerebro tuviera la posibilidad de regenerarlas. A trav¨¦s de trabajos, primero en ratones y m¨¢s tarde en humanos, se demostr¨® que hay, al menos, dos zonas en el cerebro humano que tienen c¨¦lulas madre, es decir, c¨¦lulas capaces de crear nuevas neuronas.
Si eso era as¨ª -y es as¨ª-, ?c¨®mo se activan?, ?para qu¨¦ sirven?, ?tienen funciones similares en todos los cerebros de los vertebrados?, ?y en los mam¨ªferos?, ?pueden reparar lesiones?, ?c¨®mo?
Se ha demostrado que al menos hay dos zonas en el cerebro humano que tienen c¨¦lulas madre adultas, es decir, capaces de crear nuevas c¨¦lulas
Los tumores o las lesiones provocadas en el cerebro 'llaman' inmediatamente a las c¨¦lulas madre del cerebro y en algunos vertebrados reparan lesiones
Uno de los responsables de que se hayan planteado buena parte de estas preguntas es Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Verdugo, catedr¨¢tico de Biolog¨ªa Celular de la Universitat de Val¨¨ncia, que trabaja en el Instituto Cavanilles como jefe de grupo de neurobiolog¨ªa comparada y que tambi¨¦n es jefe de grupo en el Centro de Investigaci¨®n Pr¨ªncipe Felipe de Valencia. Junto con Arturo ?lvarez-Buylla, de la Universidad de California, en San Francisco, es autor de algunos de los art¨ªculos m¨¢s relevantes que, adem¨¢s de dar respuesta o avanzar en la soluci¨®n a estas inc¨®gnitas, demuestran la neurog¨¦nesis en adultos e identifican las zonas cerebrales donde se encuentran las c¨¦lulas madre.
El ¨²ltimo fue el 12 de enero. La revista Science public¨® un trabajo firmado por ambos junto con otros colaboradores en el que explicaban mecanismos de migraci¨®n de las nuevas neuronas en el cerebro de ratones. En estudios anteriores se hab¨ªa descrito la capacidad de los ratones adultos de producir neuronas y el tr¨¢nsito que hac¨ªan sus c¨¦lulas progenitoras generadas alrededor de unas grandes cavidades -los ventr¨ªculos laterales- hacia el bulbo olfatorio donde se convierten en neuronas en un trayecto de entre cinco y seis mil¨ªmetros.
Pero nunca se hab¨ªa explicado c¨®mo funcionan los mecanismos que activan la migraci¨®n. El art¨ªculo relata c¨®mo las paredes que tapizan los ventr¨ªculos laterales generan corrientes del l¨ªquido encefalorraqu¨ªdeo que junto a unos factores -producidos por unas c¨¦lulas que constituyen los denominados Plexos Coroideos- que act¨²an como repelentes, conducen a las nuevas c¨¦lulas hacia su destino en el bulbo. Este trabajo aportaba un importante avance en un aspecto que ser¨¢ fundamental si se desea emplear las c¨¦lulas madre para funciones reparadoras: comunicarse con ellas para programarlas y lograr que respondan a indicaciones como, por ejemplo, "activar y dirigir las nuevas c¨¦lulas a zonas da?adas por alguna lesi¨®n", a voluntad, como apunta Garc¨ªa Verdugo.
?ste es el paso que m¨¢s lejos ha ido en la comprensi¨®n de la neurog¨¦nesis en roedores. Pero ?y en humanos? En otro de los trabajos publicados junto con ?lvarez Buylla que fue portada de Nature en 2004 -ver imagen-, ambos describ¨ªan la existencia de c¨¦lulas madre adultas en una banda de c¨¦lulas alrededor de los ventr¨ªculos laterales humanos. Y, lo que quiz¨¢s es m¨¢s relevante, en cultivo, estas c¨¦lulas proliferaban y se diferenciaban hacia diferentes tipos de c¨¦lulas del cerebro. Pero no era el ¨²nico sitio. Tambi¨¦n en otra zona del cerebro, la fascia dentada del hipocampo, ¨¢rea relacionada con la memoria y el aprendizaje, hab¨ªa c¨¦lulas madre.
La combinaci¨®n de la comprensi¨®n de los mecanismos de comunicaci¨®n celular -a¨²n en los albores- y de la evidencia de c¨¦lulas madre adultas en el cerebro abr¨ªa definitivamente las puertas a la posibilidad de que "alg¨²n d¨ªa podamos hablar con ellas y dirigirlas hacia donde nos interesa", indica Garc¨ªa Verdugo.
"Yo creo que est¨¢n ah¨ª con la intenci¨®n de reponer y reparar, como ocurre con las c¨¦lulas madre de nuestra piel, y esa es nuestra principal esperanza". Y hay pistas que apuntan en este sentido. Una, quiz¨¢s la m¨¢s evidente, es que ya se emplean c¨¦lulas madre adultas, aunque de otras partes del cuerpo, para tratar infartos "incluso hay ensayos cl¨ªnicos en fase dos", destaca el investigador. Otra es la experiencia acumulada con animales de experimentaci¨®n. "Los tumores o las lesiones provocadas en el cerebro llaman inmediatamente a estas c¨¦lulas a las que atribuimos funciones reparadoras", apunta, "y en algunos vertebrados est¨¢ comprobado que reparan lesiones".
Un ejemplo de futuro podr¨ªa ser el tratamiento de la Esclerosis M¨²ltiple. In vitro, las c¨¦lulas madre cerebrales pueden dar lugar, entre otras, a oligodendrocitos. "El problema en esta enfermedad est¨¢ en el recubrimiento de una parte de las neuronas, la mielina, una sustancia que producen los oligodendrocitos, que son las c¨¦lulas que mielinizan. Si pudi¨¦ramos hablar con las c¨¦lulas madre de estos enfermos y programarlas para que fabricaran ologondrocitos y se dirigieran a las neuronas da?adas, podr¨ªamos tratar a los enfermos".
Todo esto ahora es ciencia ficci¨®n, y Garc¨ªa Verdugo es el primero en advertirlo. Pero quiz¨¢s no tanto: "A lo mejor dentro de 100 a?os estamos igual. O no. Y yo me inclino a creer que no".
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