El burro y el obispo

Considero muy humilde la actitud del nuevo obispo de Alicante, monse?or Palmero, present¨¢ndose ante sus feligreses montado en un asno. El mensaje quijotesco que trata de enviar a sus feligreses parece ser: "No pretendo pelearme con los molinos de viento. S¨®lo soy el escudero de mi se?or, Jesucristo, que nunca trat¨® de vivir mejor que sus semejantes; por esta raz¨®n, no he venido en coche, porque no me puedo permitir ese lujo, cuando tantos hermanos nuestros van a pie y algunos descalzos hacia el calvario, sin que se conmuevan las conciencias de los ricos. Ya dijo Jes¨²s, 'que es m¨¢s f¨¢cil que un camello entre por el ojo de una aguja, que un rico pueda atravesar las puertas de la gloria"... No s¨¦ si los religiosos que pretend¨ªan hacer una colecta para comprar un coche al obispo saliente, monse?or Oliver, habr¨¢n entendido este mensaje en clave cervantina: vale m¨¢s ir a pie o en burro propio, que en coche ajeno.